BUENOS AIRES -- La tarde caía en Munro y él, al borde del vestuario, continuaba recibiendo saludos y felicitaciones, casi tantas como las que le habían dado cuanto terminó el partido. El recorrido que separa a la cancha de las duchas estaba lleno. Pero no de rivales que querían evitar su mágica tarde, sino de agradecidos socios, jugadores, ex jugadores y simpatizantes de Olivos que se acercaron a darle su cariño por todo lo que había dado dentro del campo de juego.
Juan Cruz Viney tuvo una tarde soñada. Ahora con la camiseta número 10 en la espalda (antes era medio scrum) completó una jornada en la cual sumó puntos de todas las maneras posibles en el rugby: anotó dos tries, cuatro penales, un drop y una conversión para contabilizar un total de 27 puntos. Podrían haber sido más porque hubo algunos envíos que se fueron cerca de la hache pero sólo hubiera servido para acrecentar la felicitación de la parcialidad local y de sus compañeros.
Al momento de hablar sobre lo ocurrido y el hecho de su "full house", Viney hizo un gesto imperceptible y prefirió enfocarse en las razones que llevaron a su equipo a volver al triunfo. El jugador de 24 años tomó con naturalidad su agraciada tarde y admitió que "la verdad es que fue muy positivo. Vienen muy bien estos puntos; mas teniendo en cuenta que hace 8 años que no le ganábamos a Lomas y cortar esta racha viene muy bien".
A pesar de que el scrum estaba complicado y el line-out se veía demasiado disputado, Olivos consiguió anteponerse a la realidad de tener que jugar sin la totalidad de las pelotas. Vale aclarar, la posesión no fue un fuerte para el local. Sin embargo, logró resolver la trama de manera favorable. "La verdad, la clave estuvo en mantener el orden. Cuando lo perdemos empezamos a hacer cualquier cosa y nos clavan puntos", sostuvo mientras lo abrazaba un amigo de toda su vida.
De todas formas, Viney reconoció que la actuación de su conjunto estuvo lejos del ideal. "Nos equivocamos varias veces en el partido. Nos sacaron dos amarillas y ahí ellos se nos empezaron a venir", dijo en un tono que traslució alguna preocupación. Pero, por otro lado, destacó el logro obtenido ya que no sólo se traduce en puntos lo actuado frente a los de Longchamps. "Nos sirve mucho haber ganado. Nos da confianza para seguir a partir del lunes", aseguró el apertura de Munro.
La tarde caía en la calle Pelliza al 4000 y pocos eran los que se acordaban de las infracciones, la disponibilidad de pelotas y de lo que le costó a Olivos superar a un voluntarioso Lomas. Todos y cada uno de los presentes en el ORC estaba feliz y nada ni nadie les quitaría esa sensación. Y menos a Viney, el hombre de la fecha.