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Murray avanzó a la final de Australia

MELBOURNE -- Otra vez finalista. El escocés Andy Murray, quinto cabeza de serie, derrotó al español David Ferrer, séptimo preclasificado, y se volvió a meter en la final del Abierto de Australia, como ocurrió el año pasado. Y definirá el título, el domingo, contra el serbio Novak Djokovic (3°).

Murray fue de menos a más, hasta que terminó imponiendo su propuesta variada, completa, apoyada en una gran defensa, para superar al siempre duro y combativo Ferrer en 3 horas y 46 minutos de juego, con un marcador de 4-6, 7-6 (7-2), 6-1 y 7-6 (7-2).

De esta manera, Murray avanzó a su tercera final de Grand Slam y buscará coronarse por primera vez en un 'Major', tras sus caídas ante el suizo Roger Federer en las finales del US Open de 2008 y de Australia del año último.

En cambio, Ferrer, integrante del equipo español que obtuvo la Copa Davis en 2008 y 2009, sigue sin poder llegar a una definición de un certamen de Grand Slam. Su anterior semi en un gran torneo la había perdido con Djokovic, en el US Open de 2007.

Murray es la gran esperanza del tenis británico de volver a tener un campeón en Wimbledon y ahora podría concretar su primera hazaña en un 'Major', en Australia. Lo espera Djokovic, campeón en Melbourne en 2008, que viene de dejar afuera a Federer, el N° 2 del mundo.

El escocés, el hombre que pretende heredar la conquista de Fred Perry, el último británico, en 1934, en alcanzar la gloria en Australia, luchó para terminar con la resistencia del español, quien se despertó de mala manera de su sueño.

Ningún hombre británico ganó un título de singles de un Grand Slam desde Perry en 1936, hace más de 270 Grand Slams, ya más de 75 años.

Ferrer disputó el partido. Lo peleó hasta la extenuación con la idea de dar un golpe en la mesa y cuestionar la condición de intratable de uno de los cuatro gigantes de la raqueta, que les apenas dejan espacio a los demás.

El alicantino, que sale del Melbourne Park como sexto jugador del mundo, por encima del checo Tomas Berdych, afrontó el duelo con el impulso que conceden las nueve victorias cosechadas en 2011 y que le proporcionaron el torneo de Auckland, hace dos semanas, más este acceso a semis.

Tuvo su momento en el segundo set, cuando después de haber conquistado el primero estuvo a un punto de sumar el segundo parcial. Fue cuando el escocés tiró un saque imposible y frustró las previsiones del español.

Hasta ese momento, Ferrer dio lo mejor de sí. Mantuvo un cara a cara con el británico, desquiciado y falto de concentración en cuanto su rival le daba una respuesta. El español respondió bien a cada 'break' del escocés con otro de su lado. Murray tuvo en su mano tomar ventaja con 3-3 y un 15-40 que el alicantino remontó. Luego, crecido, rompió en el noveno y se quedó con el set.

La final se le puso de cara. Imponente físicamente y concentrado, el dueño de la mejor devolución del circuito le trasladó la ansiedad a su rival. Es Murray un derroche de talento. De movimientos impecables y brazos largos, eternos, para capturar la bola. Cuenta además con el saque. El primero, sobre todo. Un seguro ante cualquier contingencia.

No estuvo muy provisto de él al principio y eso le generó dudas. Empezar el punto con el segundo le daba cierta ventaja a Ferrer, preciso en cada golpe.

En el tramo final del segundo parcial le apareció de nuevo. Lo levantó en el punto de set que dispuso el español. Y más tarde para cerrar ese capítulo en el desempate y devolverlo al partido.

Firmó puntos mágicos Murray, paralelos imposibles, en carrera. Beneficiado por la desazón del español, ganó el tercero como un tiro, casi sin oposición.

Ferrer volvió al partido en el cuarto. No suele hacer concesiones el español. Y esta vez tampoco. Ni siquiera se resignó cuando su rival tomó una nueva ventaja con una rotura a favor. Ferrer igual no tuvo chances claras. Se mantuvo firme hasta llegar al segundo tie-break, pero allí volvió a fallar y, además, a sufrir la mayor agresividad y oportunismo del ganador.

Así, Murray empató 3-3 los enfrentamientos personales con Ferrer. Igual, el escocés se impuso en los tres partidos disputados en canchas rápidas, mientras que el español ganó los tres sobre arcilla.

De cara a la final del domingo, Murray espera igualar otro choque personal, ya que está 3-4 ante Djokovic. El británico tiene el plus de que viene de imponerse en los tres últimos encuentros entre sí, los dos más recientes en finales de Masters 1000, en Cincinnati 2008 y Miami 2009, y sin perder un set.

Murray dijo que es buen amigo de Djokovic y que usualmente se entrenan juntos. "Creo que somos similares en términos de la experiencia", señaló.

"No habrá secretos sobre nuestros juegos, pero será un partido brutal. Espero que sea el inicio de duelos entre nosotros en partidos importantes", comentó el talentoso escocés.