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Oportunidades que van y vienen

BRISTOL -- Por fin ya en casa. Fue una de las semanas más duras en un Super Bowl por la carga de trabajo, pero más que nada, por el fríííoooo. Fue complicado preparar "NFL Semanal" cada día, además que intervenciones en otros programas, hablar con la prensa y preparar el partido. Narrar al aire libre en temperaturas de –10 ºC.

Pero no me quejo. Trabajar para ESPN es un privilegio y sobre todo, convivir con el grupo de productores y colegas comentaristas. Después de cada jornada diaria era obligada la ida a cenar en grupo. La primera noche, como es tradición, al mejor restaurante de la sede del centro de operaciones. Al final de la vida sólo nos quedamos con los recuerdos, y los que tendré de este Super Bowl serán especiales.

La transmisión del partido fue difícil. Como grupo internacional, tuvimos que usar las tomas de lo que se llama el "World Feed" con productores y directores de la NFL con no se comparan con los profesionales que tiene ESPN. La producción de la NFL nos quedó mal. En varias ocasiones las tomas se iban, no pasaban repeticiones clave, o no tomaban al árbitro cuando anunciaba los castigos. Me dicen que los jefes ya están pasando la queja directamente a la NFL.

Pasando ya al partido, durante la semana se habló mucho de la ventaja que tendría Pittsburgh por tener a 25 jugadores que estuvieron en el equipo hace dos años. La inquietud que tenía, y la cual comuniqué por vía Twitter, era que quizás los Acereros estaban tomando este partido un poco a la ligera. Temía que iban a entrar confiados y sin intensidad. Tardaron en entrar en ritmo y cuando lo hicieron se encontraban 14 puntos atrás en el marcador.

Este no fue el Pittsburgh que yo esperaba, sobre todo de una defensiva que cometió muchos errores, en particular James Farrior, el jugador más experimentado y líder de esta unidad. Farrior cometió el primer castigo del encuentro y en el segundo TD de Greg Jennings lo vimos distraído, tratando de comunicarse con Anthony Madison, en el momento en que se puso en movimiento el balón en esa jugada.

Hay que reconocer también el esfuerzo de Green Bay. Ben Roethlisberger, después del partido, se declaró responsable por la derrota. Muy honorable se reacción, pero no estoy de acuerdo. No comparto la opinión de muchos que quieren crucificar a Ben R por esta derrota. Hay entregas de balón que son por error. Otras que son forzadas, y otra que son por accidente. Las dos intercepciones de Green Bay fueron forzadas por Green Bay. Fueron aciertos de la defensiva de los Empacadores al igual que el balón suelto de Rashard Mendenhall en una gran jugada de Clay Matthews.

También vimos como Green Bay supo sobreponerse a las lesiones de Charles Woodson y Sam Shields. Shields regresó en el segundo tiempo, pero Woodson quedó fuera con una fractura de clavícula. Woodson era el equivalente de Troy Polamalu en el esquema de Green Bay y su líder más importante. Trató de hablar con sus compañeros durante el medio tiempo, pero lo consumió la emoción y no le salieron las palabras. Esto sirvió de inspiración para una defensiva que terminó siendo la diferencia en el partido.

La jugada del partido fue la de Matthews. El esquema de protección de Pittsburgh estuvo diseñado para neutralizarlo y en muchas jugadas lo pudieron hacer. No tocó a Ben Roethlisberger, pero forzó el balón suelto de Rashard Mendenhall cuando parecía que Pittsburgh tenían la ventaja emocional y el control del partido. En ese momento la defensiva de los Empacadores no tenía respuesta para el ataque terrestre de Pittsburgh. Mendenhall jugaba hasta entonces inspirado. Lástima que un jugador de tanta clase y calidad haya terminado como el chivo expiatorio del partido, pero así de cruel puede ser este deporte.

Aún después del TD anotado por Green Bay, Pittsburgh estuvo en posición de ganar el partido. Me sorprendió mucho la parsimonia en la penúltima serie ofensiva. Pudieron anotar y convertir los dos puntos, pero tardaron mucho en ejecutar sus jugadas. Calculo que desperdiciaron por lo menos 90 segundos (pudieron ahorrar 13 segundos por jugada en una serie en la que ejecutaron siete). De tener 3 y medio minutos al final, en lugar de sólo 1:59, hubieran podido usar jugadas cortas o intermedias por el centro en lugar de forzar jugadas largas por las bandas. El castigo personal a Keyaron Fox antes del inicio de esa última serie también fue devastador.

Otro factor que hay que reconocer de Green Bay, y el cual fue evidente a lo largo de la temporada, fue que cuando hubo lesiones y ausencias, nunca perdieron la calma y buscaron la manera de salir adelante. Jarrett Bush no dominó como Charles Woodson y permitió un TD a Hines Ward, pero luchó y se defendió. Otro que marcó la diferencia fue Jordy Nelson jugando en lugar del lesionado Donald Driver. La secundaria de Pittsburgh nunca tuvo respuesta para contenerlo y Nelson los liquidó.

Finalmente tenemos a Aaron Rodgers. Sus receptores soltaron varios pases. James Jones y Jordy Nelson tuvieron uno cada uno que de quedarse con el balón hubieron sido TDs. Lanzó también algunos pases mal calibrados, con mucha velocidad o arriba de sus receptores. La última serie anotadora que tuvieron no culminó en TD, pero consumió 5:27 muy valiosos y anotaron un gol de campo que obligaba a Pittsburgh a tener que lograr siete puntos para ganar.

Todavía quisiera ver a Rodgers remontando un marcador de 10 puntos tarde en un último cuarto. Lo quisiera también ver ejecutar una última serie ofensiva que culmine en TD remontando un marcador. Tuvo dos oportunidades de darle la victoria a su equipo en tiempo extra este año y no pudo hacerlo.

Rodgers es un talento excepcional como QB. Tiene gran inteligencia, toma buenas decisiones y no hay un sólo pase en el repertorio de jugadas que no pueda ejecutar. Es además un líder excelente y por lo que aparenta en sus declaraciones, una persona que exuda mucha clase. Esta victoria de Super Bowl lo coloca en un lugar especial. Ya justificó su elección como QB de Green Bay sobre el legendario Brett Favre. Todavía no lo veo en el nivel de QBs actuales como Peyton Manning, Tom Brady, o Drew Brees, pero podría ser más productivo que estos últimos en los próximos cinco años. Tiene todavía mucho por delante para ganarse su puesto en el exclusivo club de los QB inmortales.

Finalmente la respuesta a la pregunta que muchos se hacen: ¿ganó Green Bay o perdió Pittsburgh? Decir que perdió Pittsburgh sería una afrenta al buen trabajo de AMBOS equipos.

Primero Pittsburgh: salieron, como mencioné antes, confiados en este partido y fueron sorprendidos. Aún así, y a pesar de estar atrás 18 puntos reaccionaron y estuvieron en posición de ganar. Aún después del balón suelto de Mendenhall se acercaron a 3 puntos faltando 7:34 por jugar. Pittsburgh cometió errores, pero fueron errores FORZADOS por la defensiva de Green Bay, algo que caracterizó a los Empacadores a lo largo de la temporada.

Pittsburgh dejó ir una buena oportunidad de ganar su séptimo Super Bowl. Dominó en las estadísticas, pero las estadísticas no ganan partidos. Green Bay se sobrepuso a las lesiones de sus dos veteranos más emblemáticos, Donald Driver y Charles Woodson. Green Bay forzó los errores del rival y aprovechó sus oportunidades convirtiendo tres entregas en 21 puntos.

El partido al final lo ganó Green Bay cuando la mejor defensiva de la liga no pudo forzar un despeje de Green Bay en esa serie que usó 5:27 y en la que Aaron Rodgers convirtió un 3 y 10 desde su propia yarda 25 completando un pase a Greg Jennings de 31 yardas. Si eso no es GANAR el partido, no sé entonces qué es lo que significa ganar el partido.

Hay que darle honor a quien honor merece.

Twitter
Como despedida, ya que esta es mi última columna en varias semanas, quiero mencionar la manera como he disfrutado el tener contacto con muchos aficionados a través de mi cuenta de Twitter. Tardé un año y medio en tomar la decisión debido a mi intenso itinerario de viaje y el temor a no atender este medio de la manera como se merecen los aficionados que muestran interés en el fútbol americano y en mis humildes opiniones del mismo.

La verdad es que me divertí y muchos de ustedes aportaron observaciones y consejos que me ayudaron en varios aspectos.

Seguiré viendo la cuenta y mantendré abiertas las líneas de comunicación. Ya también le prometí a Gustavo Fillol que en marzo visito la Nación Wilson.

Falta todavía el último "NFL Semanal" que saldrá al aire este fin de semana. Hasta entonces, gracias por su atención durante esta gran temporada.