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Monte-Carlo: Nadal y Ferrer, a la final

MONTE-CARLO -- La tercera final española en el Masters 1000 de Montecarlo quedó marcada este sábado con las victorias de Rafael Nadal y David Ferrer ante el británico Andy Murray y al austríaco Jurgen Melzer, respectivamente.

Ferrer fue el primero en lograr plaza para la final al derrotar a Melzer por 6-3 y 6-2 en una hora y 19 minutos y lograr su segunda final de un torneo de esta categoría, después de Roma en 2010. Nadal se impuso a Murray, por 6-4, 2-6 y 6-1 en casi tres horas, en el partido más duro del torneo, cediendo por primera vez un set desde la final del 2009 contra el serbio Novak Djokovic.

Será la segunda final consecutiva en Montecarlo entre dos tenistas españoles. Nadal ganó su sexto título consecutivo el año pasado al derrotar a Fernando Verdasco. En 2002, Juan Carlos Ferrero hizo lo propio ante Carlos Moyá.

"Es una victoria fantástica contra un oponente muy difícil", comentó Nadal. "Es muy positivo comenzar mi temporada de arcilla con una final".

Nadal señaló que tendrá que mejorar su nivel de juego contra Ferrer, quien está invicto esta temporada en polvo de ladrillo y ya ganó un título en la superficie, en el Abierto Mexicano en Acapulco.

"Creo que me quedé corto en muchos momentos", señaló Nadal. "Cometí más errores que de costumbre".

Ferrer derrotó a Nadal en los cuartos de final del Abierto de Australia.

"Comenzó la temporada de forma fantástica. No ha perdido este año en arcilla", señaló la primera raqueta del mundo. "Es muy peligroso, será un partido muy difícil".

Nadal también elogió el desempeño de Murray y su mejoría en torneos en arcilla, y señaló que será un rival a tomar en cuenta en el Abierto de Francia, donde el británico nunca ha superado los cuartos de final.

"Su potencial es increíble, es muy bueno en todas las superficies", opinó el español. "No hay motivo para que no juegue bien en arcilla, porque su saque es muy bueno, se mueve muy bien, y sus tiros tienen topspin".

Murray pidió atención médica cuando perdía 3-0 en el tercer set y recibió un masaje en el codo derecho. El comienzo del encuentro se retrasó media hora porque Murray recibió una inyección de cortisona para poder jugar.

"Recibí una inyección de cortisona, una anestesia local en el codo antes del partido", relató Murray. "Nunca me habían puesto una antes, no sabía como se sentiría".

Había mucho en juego en el encuentro de este sábado, porque Nadal debía demostrar que sigue siendo el rey, no solo en Montecarlo, donde perseguirá mañana un nuevo récord de siete títulos seguidos, y donde lleva ya 38 victorias en esta pista, por solo una derrota, si no por mostrar a Murray que frente a él no tiene complejos.

El escocés parecía hundido tras ceder el primer set pero no se entregó en el segundo, en el que también comenzó rompiendo el servicio del español, quizás su punto flaco en el encuentro de este sábado, ya que lo cedió en seis ocasiones, aunque él fue capaz de sumar un robo más. Murray dio de si en ese parcial lo máximo que podía, pero se desgastó en exceso.

El duelo fue bestial en cuanto a los intercambios con varios juegos que superaron los diez minutos de duración. Y ese trabajo lo notó más el escocés que tuvo que recurrir al fisio con 3-0 abajo en el tercer set. Nadal aplicó su rutina y sentenció finalmente, aunque llegará más cansado a la final que Ferrer.

David se mostró tenaz como siempre, y más resolutivo que Nadal y se presenta en la final con solo 17 juegos perdidos y ni un solo set cedido, pero sabe que el de Manacor lleva un apabullante 11-4 en sus enfrentamientos, aunque el último en cuartos de final del Abierto de Australia este año cayó de su lado, rompiendo una racha de siete derrotas seguidas.

"Estoy muy contento de estar en la final. Me da igual que sea Roma o Montecarlo, es un Masters 1000. Lo hice en Roma y quería hacerlo aquí también", dijo Ferrer. "Tenía la esperanza de hacerlo bien en tierra esta temporada y estoy con la confianza a tope, me encuentro muy bien físicamente y también de tenis, y espero seguir así".

Ferrer, semifinalista en el Principado el pasado año, y ganador esta temporada en los torneos de Auckland y Acapulco, partía con cierto ánimo de venganza ante Melzer, pues en los dos últimos enfrentamientos, Roland Garros y París Bercy el año pasado, el austríaco le había superado.

El duelo no comenzó nada bien para Ferrer, que dejó que su rival dominase por 3-1, pero a partir de ahí el alicantino fue consolidándose en el fondo de la pista, para marcar él el ritmo del encuentro y ganar el primer set en 38 minutos.

Melzer, el primer austríaco en alcanzar esta ronda desde que Thomas Muster logró el título aquí hace 15 años, intentó todo, las famosas dejadas con las que alcanzó las semifinales de Roland Garros el pasado año, y variaciones múltiples en los intercambios. Todo infructuoso ante el rocoso juego del sexto jugador del mundo que solo cedió una vez su saque, a pesar de que Melzer dispuso de nueve ocasiones para romperlo.

Con las victorias de Ferrer y Nadal se cumple una máxima en el torneo monegasco. De nuevo habrá al menos un español en esta final, tal y como ha sucedido en los seis últimos años (Nadal) y en ocho de los nueve últimos (en 2004 no se cumplió esta premisa).