PITTSBURGH -- En febrero, explicamos que tres anillos de Super Bowl para mariscales de campo titulares equivalía a un pase automático al Salón de la Fama.
Los únicos mariscales de campo en esta categoría con Joe Montana (4), Terry Bradshaw (4), Troy Aikman y Tom Brady. Tres de ellos ya residen en Canton y el otro --Brady-- será miembro del Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, cuando sea que decida retirarse.
Ben Roethlisberger de los Pittsburgh Steelers casi se une a ese grupo de élite, pero se quedó a una serie anotadora en el Super Bowl XLV, cayendo por 31-25 ante los Green Bay Packers. Ahora se mantiene con dos anillos.
¿Qué significa eso para las posibilidades de Roethlisberger de ingresar al Salón de la Fama? Significa que debe seguir ganando.
Y "ganar" es la palabra clave para Roethlisberger, porque será la parte más importante de su legado de NFL. Pese a jugar como mariscal de campo, Roethlisberger nunca será un jugador de estadísticas. Juega para un equipo orientado a la defensiva en Pittsburgh, que desea ser eficiente a la ofensiva. Roethlisberger ha lanzado para 4,000 yardas solamente una vez en sus siete campañas.
Los números de por vida de Roethlisberger no igualarán a los de otros pasadores de su era como Brady, Peyton Manning o Drew Brees. Esos tres han lanzado desde 13,000 hasta 32,000 yardas más que Roethlisberger, y será imposible para él alcanzarlos.
Roethlisberger tendrá que tomar la ruta de Bradshaw y Aikman hasta Canton. Ninguno contó con estadísticas impresionantes, pero eran ganadores y extremadamente efectivos en partidos grandes.
La marca de Roethlisberger de 10-3 en postemporada dice mucho. Su porcentaje ganador de .769 en los playoffs supera tanto a Brady (.737) como a Manning (.473). Roethlisberger también se compara con miembros del Salón de la Fama que ingresaron en los últimos 10 años en áreas claves como índice de pasador (92.5), porcentaje de pases completos (63.1) y yardas por intento (8.0).
Algunas notas respecto a la tabla:
Gracias a su modo poco convencional de jugar, propio del patio trasero, a Roethlisberger se le reconoce poco por su precisión. Pero Roethlisberger es muy eficiente y actualmente lleva un mejor porcentaje de pases completos que cinco de los seis enaltecidos listados.
Roethlisberger también se enfrenta al estigma de ser considerado un "gerente del juego", particularmente en los primeros años de su carrera. Pero sus yardas por intento desechan esa noción. A Roethlisberger no le da miedo arriesgarse y lanza algunos de los mejores pases profundos en la NFL. Sus promedio 8.0 yardas por intento es mayor que el de los legendarios Dan Marino (7.3) y Warren Moon (7.2), por ejemplo, y ambos eran conocidos como pistoleros. Roethlisberger también ha promediado 8.2 yardas por intento o más en cinco de sus siete campañas.
La longevidad es clave. Cada pasador miembro del Salón de la Fama de la lista jugó por lo menos 11 campañas en la NFL, y varios jugaron 16 o más temporadas. Roethlisberger, quien cuenta con siete años de experiencia, aún tiene camino por recorrer.
Comparado con los actuales mariscales de campo de élite, Roethlisberger tiene un índice de pasador superior (92.5) que Brees (91.7) pero inferior a Brady (95.2) y Manning (94.9).
Roethlisberger, a sus 29 años de edad, está en el punto más alto de su carrera. Descontando alguna lesión, no hay nada que impida que siga jugando a un nivel muy alto en los siguientes tres a cinco años.
Pero estas siguientes campañas serán cruciales para Roethlisberger. Si se retirara el día de hoy, Roethlisberger probablemente no recibiría acceso al Salón de la Fama, porque no cuenta con las grandes estadísticas o la longevidad.
Pero con cada viaje hasta lo profundo de la postemporada, Roethlisberger se acerca paso a paso a la inmortalidad del fútbol americano. Si Roethlisberger es capaz de ganar un tercer campeonato de NFL en el camino, su leyenda quedaría representada en bronce en los pasillos de Canton.