LONDRES -- El suizo Roger Federer, que superó en la segunda ronda sin dificultades al francés Adrian Mannarino en el court central de Wimbledon y que se enfrentará al argentino David Nalbandian en la siguiente fase del torneo, señaló que hubiese preferido "una tercera ronda más sencilla".
En la rueda de prensa posterior a su enfrentamiento contra Mannarino, el suizo, número 3 del mundo, que se impuso en 10 de las 18 ocasiones en las que se enfrentó con Nalbandian, dijo que conoce el "peligro" que supone enfrentarse al argentino.
"Si es más fuerte o más débil que hace tres u ocho años, ya lo veremos. Su revés es, obviamente, un golpe como casi no hay otros en el circuito", afirmó el suizo, para señalar que el duelo con el cabeza de serie número 28 en el torneo será "una fantástica tercera ronda".
Federer, que no ha disputado esta temporada ningún torneo preparatorio para Wimbledon, y que jugó su segundo partido sobre hierba esta temporada, señaló que ha estado "jugando bien en el último año".
"Creo que París fue la prueba de que estoy en buena forma, en mi lugar, tanto física como mentalmente. Desgraciadamente, no pude ganar allí, pero no me derrumbé por perder la final", afirmó el suizo, finalista hace dos semanas en Roland Garros.
Sobre el partido disputado bajo el techo retráctil de la pista principal del All England Club, Federer afirmó que fue "un momento especial" en su carrera. El papá de mellizas busca esta vez su séptima corona en La Catedral, para igualar el récord.
"El público es muy disciplinado y, cuando termina un punto, aplauden realmente bien, y en la pista se forma una atmósfera realmente buena", relató el suizo, el hombre récord en cantidad de títulos de Grand Slam, con 16.
El número 3 del mundo apuntó que si hay jugadores que consideran que bajo la pista cubierta las condiciones son "más lentas", debe ser porque, bajo el techo de la Central "parece que puedes ver la bola con más claridad".
"No tienes el elemento del sol, ni del viento, lo que para mí hace que las condiciones sean un poco más rápidas", dijo Federer, que zanjó el tema argumentando que, para él, "es más o menos lo mismo" jugar en el exterior o en el interior.
"Al fin y al cabo, no deja de ser hierba. La pelota se queda baja y, si juegas bien, realmente puede ser una ventaja, pero no creo que la diferencia sea sustancial", adujo el suizo.
Federer se mostró satisfecho con su partido de hoy contra Mannarino, un enfrentamiento en el que, según su análisis, sirvió "genial" desde los primeros compases y se mostró "sólido" en el fondo de la pista.
"Cuando todavía estaba intentando tomarle la medida (a Mannarino) ya me encontré por delante, lo que naturalmente fue útil", explicó el suizo, que subrayó que "obviamente, el cuadro será más duro a partir de ahora".