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Vértigo, centímetros y defensa

Barea y Arroyo, estrellas de Puerto Rico, hablaron con ESPNdeportes.com AP

MAR DEL PLATA -- Durante años, la selección de Puerto Rico fue símbolo de una forma de jugar al básquetbol en el continente americano: correr para anotar en transición, jugadores encendidos, puntos al por mayor en ofensivas continuadas.

Hoy el equipo boricua mantiene esas credenciales, pero ha sumado dos valores fundamentales para este deporte: centímetros en posiciones de externos, y lo más importante: defensa intensa en la primera línea de quiebre.

Flor Meléndez, entrenador en jefe de Puerto Rico, luce como un espectador de lujo de las prácticas. Observa, medita, deja que sus asistentes -entre los que está el célebre coach Carlos Morales- trabajen en el proceso continuo, mientras que él sólo intercede cuando hay algo verdaderamente importante por corregir.

"Tuvimos una tremenda práctica hoy, todo el mundo saludable, eso es bien importante", señaló Jose Juan Barea al ser consultado al finalizar el entrenamiento. "Para ganar este torneo tenemos que hacer de todo, correr en transición, jugar la ofensiva de mitad de cancha, rebotear, hacer un poco de cada cosa. Y lo más importante, mantenernos saludables", continuó el base armador de los Mavericks.

Puerto Rico llegó a Mar del Plata el sábado por la tarde, luego de jugar la Copa Tuto Marchand, en la que participaron también Brasil, Canadá y República Dominicana. El torneo, conocido por su intensidad, le dio al equipo boricua minutos de acción, pero también algo de desgaste.

"Estamos trabajando muy bien, aunque estamos un poco cansados porque estamos trabajando dos turnos al día. De todos modos, la expectativa es muy alta por jugar este torneo", dijo Carlos Arroyo, base estelar del equipo boricua. "Lo que más me preocupa es el desgaste, si podemos llegar a sentir este ritmo durante el torneo. Por otro lado, estoy feliz con la unión que tenemos como equipo, la química es muy importante".

¿Qué hizo Puerto Rico en Once Unidos? Básicamente continuar los ensayos de ataque vertiginoso, pero haciendo hincapié en la defensa. Trabajaron con intensidad una zona matchup 2-3 sin atrapes, con mucho énfasis en ajustar sobre el portabalón.

"Trabajaremos todo tipo de defensas, tanto zonal como individual. Hay que alternar y la que mejor funcione será la que ejecutaremos. Tenemos rapidez, jugadores y reservas que salen con mucha energía del banco", continuó Barea.

El gigante John Peter Ramos (2,21 metros), el ala pivote Nathan Peavy y el alero Angel Vasallo fueron bajas para este torneo. Ramos padece una hernia inguinal, Peavy se dislocó el dedo anular de la mano derecha jugando para su equipo y Vasallo se rompió el menisco de su rodilla derecha.

"Son jugadores que sentimos que faltan, pero hay muchos jóvenes que ahora están en el equipo y quieren demostrar su valor. Eso también es muy bueno", dijo Barea. "Son bajas muy significativas, pero confiamos mucho en los jugadores que están hoy aquí. Lo que rodea el perímetro hoy puede hacer la diferencia. Daniel Santiago domina la pintura claramente, Renaldo Balkman lleva años en la NBA y ahora entiende el juego FIBA mucho más, Ricky Sánchez que ha mejorado en grande, Bimbo Carmona que nos da muchísimo... tenemos mucha expectativa", agregó Arroyo.

Ricky Sánchez se ha convertido en la tercera opción ofensiva del equipo, siendo un alero de gran estatura (2.11m) que permite ganar en centímetros y rodear a los bases de reboteo rápido y lanzamientos a larga distancia. Además, Balkman le da equilibrio en la zona pintada para liberar a Santiago en el juego de poste bajo. Y hay otro grupo de notables en el banco que pueden saltar y hacer la diferencia.

Tras ganar el campeonato con Dallas ante Miami Heat, José Juan Barea pasó a ser la cara del equipo boricua. Sin embargo, mantiene su humildad a la hora de encontrarse como líder de su país en Mar del Plata.

"Sé que hay mucha expectativa después de haber ganado un campeonato NBA, pero Carlos Arroyo es la estrella aquí y yo trataré de ayudarlo", señaló, con humildad, el base estrella de los Mavericks.

Puerto Rico debutará ante Panamá el martes en último turno. Se espera un equipo veloz, que trate de apoyarse en su ritmo y, sobre todo, en la defensa que ha trabajado a lo largo de la preparación.

"Espero que podamos tolerar este ritmo de vértigo al menos unos diez días, pero estamos trabajando muy bien, con muchísimas ganas de empezar ya. Queremos mantener este ritmo de carrera, es lo que nos gusta y lo que sabemos hacer. Tenemos jugadores para hacerlo. Debemos jugar en equipo", agregó Arroyo. "La defensa es lo que mejor tenemos que hacer. Vamos a jugar partidos grandes, por lo que esperamos ser consistentes en los dos costados de la cancha".