<
>

El dilema de los Colts

La situación de mariscales de campo de los Colts no es el único problema de la franquicia. Getty Images

MÉXICO -- Basta de pretextos. Basta de excusas. Basta de justificaciones.

Basta del "Es que no tienen a Peyton Manning" para explicar el por qué los Indianapolis Colts son el único equipo de la NFL que no ha sido capaz de ganar un partido en la campaña.

¿Saben qué? Los Colts no son el único equipo sin Peyton Manning. El resto de las 31 franquicias de la NFL también juega semana a semana sin el cuatro veces JMV de la liga, y todos ellos han sido capaces de ganar, al menos un partido, hasta el punto de media temporada.

Estamos hablando de un equipo con más jugadores All-Pro que el promedio: el ala cerrada Dwight Freeney tiene tres menciones con el primer equipo, el centro Jeff Saturday tiene dos, el receptor abierto Reggie Wayne tiene una, lo mismo que el ala cerrada Dallas Clark. Entre Freeney, Saturday, Wayne y Clark, más el ala defensiva Robert Mathis, el profundo Antoine Bethea y el corredor Joseph Addai, suman 23 apariciones de Pro Bowl. ¿Cuántos otros equipos en la NFL pueden presumir un currículo como éste?

Comprendo que los Colts se han construido alrededor de Manning en la última década y media. Lo que no comprendo es cómo una de las ofensivas más explosivas de la NFL, con estelares en varias posiciones, se convierte en un inocuo grupo de individuos cuando falta su mariscal de campo. ¿Y la defensiva? Hasta donde recuerdo, Manning no jugaba a ambos lados del balón. Los New England Patriots ganaron 11 partidos sin Tom Brady hace tres temporadas. Los Pittsburgh Steelers han demostrado que pueden ganar sin Ben Roethlisberger. La ausencia de Manning no puede ser el motivo --el único motivo-- por el cual los Colts han lucido tan miserables en el 2011.

El problema es mucho más hondo, y el responsable está a la cabeza de la directiva. Su nombre es Bill Polian, y actualmente ocupa el puesto de vice-consejero de los Colts, después de haber pasado por los puestos de presidente y gerente general. Su hijo Chris es actualmente el gerente general del club, pero el padre sigue siendo la voz de la directiva.

Indianapolis tiene un historial de haber convertido en jugadores destacados a reclutas de rondas bajas de draft, o jugadores no reclutados. Saturday (no reclutado), Mathis (quinta ronda), Bethea (sexta ronda) son ejemplos perfectos. Además, podemos enumerar al apoyador Gary Brackett (no reclutado, actualmente en la lista de reservas lesionados), y los ex jugadores de los Colts Cato June (no reclutado, un Pro Bowl) y Mike Vanderjagt (no reclutado, un Pro Bowl y una nominación All-Pro) como jugadores que se ajustan a este perfil, y que hasta hace poco contribuían para Indianapolis.

Entonces, ¿dónde radica el pecado de Polian?

Bueno, desde el draft de 1999 --un año después de que eligieron Nº 1 global a Manning, proveniente de la Universidad de Tennessee-- los Colts han elegido a 11 jugadores en la primera ronda del draft: tres corredores (Edgerrin James, 1999; Addai, 2006; Donald Brown, 2009), dos receptores abiertos (Wayne, 2001; Anthony Gonzalez, 2007), dos alas defensivas (Freeney, 2002; Jerry Hughes, 2010), un apoyador (Rob Morris, 2000), un ala cerrada (Clark, 2003), un esquinero (Marlin Jackson, 2005), y un tackle ofensivo (Anthony Castonzo, 2011). Morris y Jackson ya no son parte del club, y puede argumentarse que Gonzalez y Browns fueron selecciones desperdiciadas. Hughes, por su lado, no tiene muchas oportunidades de jugar detrás de Freeney y Mathis. Pero más allá de lo obvio, hay que señalar que Polian se preocupó más por darle jugadores que funcionaran alrededor de Manning, que por armar un equipo completo.

Polian creyó que bastaba con inundar a la plantilla con selecciones de ronda baja o jugadores no reclutados para llenar los huecos a lo largo de la línea ofensiva, del interior de la línea defensiva, de los apoyadores y backs defensivos, y que todo estaría bien para siempre. Funcionó por un tiempo --un largo tiempo-- hasta que perdió a la piedra angular de su plan. Ahora, Indianapolis está repleto de jugadores con nivel de suplentes en puestos titulares. En cambio, Polian desperdició selecciones de primera ronda en jugadores que desde el inició llegaban con la finalidad de ser jugadores situacionales (Gonzalez, Brown, Hughes). Para que Polian acertara con Saturday, Mathis, Bethea o Brackett, imaginen cuántas veces no acertó en su búsqueda de "gemas".

Así que cada vez que vean un partido de los Colts en el que no puedan bloquear, no puedan correr el balón, no puedan lanzarlo, y no puedan derribar a nadie, no responsabilicen al mariscal de campo que no está sobre el emparrillado por una lesión en el cuello, sino al hombre que se encargó de poner a todos esos jugadores en un uniforme de Indianapolis.

¿Cómo pinta el futuro? Siendo el único equipo sin triunfos en la campaña, los Colts llevan la delantera en la dudosa competencia por elegir primeros en el siguiente reclutamiento. Este año, atípicamente, parece haber un consenso generalizado sobre quién debe ser el primer jugador seleccionado, casi independientemente de la consideración sobre cuál equipo pueda elegir primero.

Para algunos analistas, Andrew Luck debe ser el primer recluta elegido, sin importar de qué equipo se trate ni cuál sea la situación actual de mariscal de campo del club en cuestión. Pero empleando la famosa frase del analista de fútbol americano colegial de ESPN, "¡No tan rápido, amigos!", y menos tratándose de los Colts.

Para empezar, solamente una victoria separa a Indianapolis de los Miami Dolphins y St. Louis Rams. Después, vienen cinco equipos con dos victorias en lo que va de la campaña, de los cuales, tres reclutaron mariscales de campo entre las primeras 12 selecciones de la primera ronda pasada (Cam Newton, Carolina Panthers; Blaine Gabbert, Jacksonville Jaguars; Christian Ponder, Minnesota Vikings), mientras que un cuarto club supuestamente habría resuelto su situación de mariscal de campo con un oneroso canje (Arizona Cardinals adquiriendo a Kevin Kolb de los Philadelphia Eagles). Newton ha jugado espectacular hasta ahora, Ponder lo ha hecho bien a secas. Sam Bradford de los Rams, recluta Nº 1 de hace dos draft, brilló el año pasado pero está metido en mala racha. Los Jaguars pagaron bastante para ascender hasta el sitio Nº 10 el año pasado y tomar a Gabbert. No creo que ninguno de estos equipos tome a Luck. Eso nos deja a los Seattle Seahawks, Arizona Cardinals --dependiendo del desempeño de Kolb de aquí a fin de año--, Dolphins y Colts como los equipos que, razonablemente, podrían tener la oportunidad de elegir primeros en el draft, además de la necesidad de encontrar una respuesta definitiva para la posición para el futuro.

Bueno, pongamos un asterisco a lado de los Colts.

Peyton Manning es la franquicia. No es solamente el mariscal de campo franquicia. No es solamente el rostro de la franquicia. Peyton Manning es, a un grado que no se da en ningún otro equipo de la NFL, la franquicia de los Indianapolis Colts. Eso explica en parte las decisiones de draft de Polian discutidas arriba. También, parece sugerir que Manning tendrá una voz preponderante a la hora de decidir quién es reclutado por los Colts en el siguiente draft.

El 30 de julio pasado, Manning firmó un nuevo contrato con Indianapolis, por 90 millones de dólares y cinco temporadas. Está previsto que el contrato le pague cerca de 69 millones en los primeros tres años, y se contemplaba originalmente que, de seguir en buena forma física pasado ese tercer año, se pudieran reestructurar los últimos dos años (quizás añadiendo uno o dos más), después de que la NFL renegociara contratos televisivos y recibiera un influjo importante de dinero de las televisoras, que seguramente traerá consigo un aumento considerable al tope salarial. Está previsto, asimismo, que Manning cobre un bono de 28 millones en los primeros meses del año que viene, para que se haga efectivo el contrato hasta el final, o un bono de 26 millones para que no se haga efectivo el resto del contrato (en caso de que decidieran cortar a Manning, por ejemplo). Además, existe una pequeña ventana entre las fechas de vencimiento de ambos bonos, cuando el equipo podría cortarlo sin tener que pagar más que 1 millón de dólares por el 2012 y 500,000 dólares para el 2013 (además de los más de 26 millones embolsados por el 2011). Esto se hizo a petición de Manning, como resultado de su estado tras las cirugías en el cuello. Básicamente, convierte el acuerdo de Manning en uno de una temporada con opción a cuatro más.

¿Dónde nos deja todo esto? Bueno, significa que Peyton Manning, la franquicia, básicamente determinará lo que han de hacer los Colts en el draft. ¿Cuáles son las opciones?

En primer lugar, Manning podría determinar en febrero o marzo próximo que no se siente con suficiente confianza para volver a jugar sin arriesgarse a una sufrir consecuencias graves por la lesión. En este caso, calculo que se retiraría en una fecha comprendida en la pequeña ventana entre fechas de pago de bono que discutimos arriba, y el equipo se libraría de los cuatro años restantes de un contrato a cambio de 1.5 millones de dólares. Indianapolis estaría entonces buscando a un nuevo mariscal de campo, y Luck sería la primera opción.

Una segunda alternativa fuera que él determinara que sí puede seguir jugando, pero el equipo no creyera en él lo suficiente como para hacer válida la opción por los cuatro años restantes, y lo cortaría. Después de tantos años de servicio al más alto nivel, los Colts podrían elegir liberarlo y además pagarle el bono de no ejercicio de la opción, de 26 millones de dólares, como una especie de bono por retiro, para ir a buscar a Luck en el draft después. De todas las opciones, esta es la menos probable. No veo que la relación entre Manning y los Colts se termine de este modo, con el jugador siendo cortado en contra de su voluntad. Simplemente no lo imagino.

Otra opción es que Manning asegure a la franquicia que se siente seguro para seguir jugando otros cuatro años, al menos. Entonces, los Colts pagan a Manning el restante de los 69 millones de dólares de aquí al 2013, y luego reestructuran el resto del contrato para elevar el promedio de salario anual por arriba de los casi 10 millones que quedarían, seguramente a poco más del doble. En este caso, no tiene caso elegir a Luck en el draft y sentarlo cuatro años, además de pagarle un contrato de primer recluta de draft, junto al contrato de Manning, amarrando poco más de 100 millones en los próximos tres años en la misma posición, limitando además la capacidad del equipo de negociar con agentes libres, propios o de fuera, para reforzar las obvias debilidades del club. Amarrar tanto dinero en Manning y Luck al mismo tiempo podría perpetuar el círculo descrito arriba, donde al equipo simplemente no le queda otra opción más que recurrir a jugadores con nivel de suplentes para puestos titulares.

Luck es un prospecto de élite, y como tal, una de las cualidades que lo hacen tal atractivo es la consideración de que está listo para jugar de inmediato. Una cosa es sentarse un año para aprender de un veterano, pero tres o cuatro es un desperdicio enorme e innecesario. Ya en el 2015, 2016, 2017 habrá mariscales de campo de draft, y nadie puede asegurar o negar que pueda haber mejores opciones que Luck, quien a la postre, tampoco es una certeza, como no lo es nadie. Se suele mencionar el caso de Aaron Rodgers, quien se sentó varios años detrás de Brett Favre, como símil, pero no es lo mismo pagar la selección Nº 24 de la primera ronda que la Nº 1. Rodgers no era visto como un producto tan pulido como Luck, después de sólo un año y medio como titular de tiempo completo para Cal. Además, el nivel mostrado de inmediato por Newton, Dalton, Bradford y otros mariscales de campo jóvenes que son titulares rápidamente parece argumentar en contra de sentar a Luck por tres o cuatro temporadas. El mismo Manning fue titular desde el primer día, y no se perdió un inicio hasta el comienzo de esta campaña. No reclutas a un prospecto de élite para quitarle el casco y el balón, y darle una tabla con jugadas por tres o cuatro años.

En este caso, si es que terminan con la primera selección global, lo mejor sería buscar un canje de draft. Miren todo lo que pagaron los New York Giants a los San Diego Chargers para obtener a Eli Manning. Es más, miren todo lo que pagaron los Oakland Raiders a los Cincinnati Bengals por un oxidado Carson Palmer. El valor de canje de Luck podría ser astronómico, y el botín podría ayudar a los Colts a mantenerse competitivos por más de una década reforzando varias posiciones en la plantilla, en lugar de uno solo. Mientras tanto, pueden --más bien deben-- elegir a un mariscal de campo de segunda o tercera o cuarta ronda, con la intención de reemplazar o al menos competir con Curtis Painter, que suponga una mejoría palpable en la posición detrás de Manning. Quizás, ese mariscal de campo a desarrollar pueda convertirse en el heredero futuro de Manning. A veces olvidamos que los mariscales de campo no se agotan en la primera ronda del draft.

La cuarta opción, que a la postre es la más probable de acuerdo a mi punto de vista, es también la más compleja. Puede suceder que Manning determine que se siente bien para jugar uno o dos años más, solamente, y que no siente suficiente confianza para garantizar más que eso. Indianapolis queda en la incómoda posición de tener que buscar a un reemplazo eventual, que podría tener que pasar dos años --o menos-- sentado en la banca, y decidir si quieren pagar a Manning sin la certeza de que estará con ellos más allá de uno o dos años más. En este caso, creo probable que Indianapolis optaría por pagarle a Manning y canjear su selección, descartando a Luck igual que en el supuesto anterior.

Mi razón principal para creer esto es la siguiente: Polian va de salida. Su paso de gerente general y presidente del equipo, a co-consejero fue poco publicitado, y es bien sabido que el draft del 2011 estuvo en manos de su hijo Chris, de principio a fin, por primera vez. No es coincidencia que los Colts tomaron dos linieros ofensivos y un liniero defensivo con sus primeras tres selecciones. Sin embargo, Bill Polian aún tiene voz en el recinto, y de hecho continúa con su programa semanal por radio en Indianapolis, donde discute a los Colts. Su salida será gradual, pero de hecho se ha puesto en marcha.

¿A qué viene todo esto? La NFL es una liga de resultados inmediatos. Todo mundo habla de "ganar ahora". Dadas las dos opciones, creo que Polian preferiría armar rápidamente a un equipo que gane un Super Bowl muy pronto, con Manning al frente, que comenzar con una reconstrucción que podría incluir la llegada de Luck, pero también la salida de jugadores como Saturday, Brackett, Wayne, Mathis, y cuyos frutos podrían llegar varios años después de su partida. El cuerpo de entrenadores incluido Jim Caldwell --quien fue elegido por Polian, Manning y Tony Dungy-- también podría ser sujeto de la limpia. Polian construyó al equipo actual, y querrá ganar con el equipo actual. No querrá iniciar una reconstrucción que, con toda seguridad, no terminará de completar personalmente. Puedo imaginar perfectamente a Manning apoyando esta noción, diciendo algo así como "Bill, vamos a canjear esa primera selección global, invertimos las selecciones que recibas a cambio en linieros ofensivos interiores y defensivos, y vamos a ganar uno más". Nos guste o no, un anillo de Super Bowl para quien es considerado por algunos como el mejor mariscal de campo que jamás ha existido sabe a poco, ¿no?

Cuando Phil Simms dijo hace unos días que "Manning no permitirá a los Colts reclutar a Andrew Luck", creo que se refería exactamente a esto. Manning dijo que aceptó el contrato de 90 millones por cinco temporadas para dar flexibilidad al equipo de reforzarse en otras posiciones, cuando se proyectaba que recibiría un contrato mucho mayor. Canjear la primera selección global por un botín considerable sería actuar siguiendo la misma filosofía, la de "ganar ahora".

Manning no ha jugado en lo que va de la campaña, pero ha abierto la posibilidad de hacerlo hacia el final de la misma, si se siente en condiciones de hacerlo. Esta es la razón por la cual Indianapolis lo mantiene en plantilla activa, en lugar de pasarlo a la lista de reservas lesionados. Si Manning efectivamente participa en algún partido hacia la Semana 15, 16 o 17, nos dará una mejor idea de lo que puede decirle al equipo sobre su salud, su confianza, y su proyección personal a futuro. De hecho, originalmente pensaba que no tenía nada que hacer Manning jugando este año. Ahora opino que debe jugar, sí o sí, siempre y cuando reciba permiso médico para ello. Es la única manera en que él, y los Colts, podrán tomar una decisión informada sobre el futuro.

Sé que el propietario de la franquicia, Jim Irsay, ha manifestado que reclutaría a Luck si su equipo elige primero en el draft, pero no estoy seguro de que lo haga en contra de los deseos de Polian y Manning. Después de todo, han sido Polian y Manning los que han dirigido al club en la última década y media. ¿Por qué cambiar ahora?