MORELIA -- Ocho años después Rubén Omar Romano regresó al club con el que se catapultó. Monarcas Morelia. En aquel entonces, el técnico argentino había salido de mala forma de Tecos antes de finalizar el Invierno 2001, y a principios del Verano 2002, cuando los resultados no se daban con Miguel Ángel Russo, la directiva michoacana pensó en sus servicios. La decisión fue acertada.
El timonel bonarense levantó a un equipo confundido y lo hizo protagonista en el torneo local, pero sobre todo sorprendió con un futbol espectacular en la Copa Libertadores de 2002, donde alcanzó los cuartos de final quedando eliminado ante el América.
Por toda aquella experiencia, la afición michoacana lo recuerda muy bien. En parte, todo lo vivido fue lo que pesó para firmar de nueva cuenta dejando de lado la oferta del San Luis.
"[Estoy] feliz, muy feliz, es una casa importante en mi vida por los dos años que estuve, por una gran Libertadores, siempre tuve la inquietud de volver, ahora se logra, y estoy ansioso por lograr un título. Es un sentimiento especial el que tengo por la institución, hay un gran cariño por la ciudad, es difícil porque lo de San Luis ya estaba casi hecho, pero no finiquitado, la venta no se había hecho oficial, y surgió la propuesta de Álvaro Dávila, lo hablé con Enrique (Borja, presidente del San Luis), y lo entendió muy bien".
Romano dice que por el momento no contempla que salgan del equipo Miguel Sabah, Rafael Márquez Lugo, Federico Vilar, ni Gerardo Lugo.
El argentino firmó por un año con opción a renovarlo por uno más. Por otra parte su cuerpo técnico estar conformado por Norberto Scoponni, y Gilberto Adame, quien fue su jugador en Tecos. Su preparador físico será Luis Canay, quien lo ha acompañado desde su anterior etapa con el Atlas de 2006 a 2007.