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Rápidos y furiosos

¿Qué pasará con el duelo estelar entre Kevin Durant y LeBron James? Habrá mucho más que eso Garrett W. Ellwood/Getty Images

Prepárense para una final eléctrica. Un desafío de vértigo. Dos equipos corredores, atléticos, que buscarán un campeonato para empezar a consolidar una nueva era en la NBA que nació años atrás pero que creció y se desarrolló en esta postemporada.

Ah, los nuevos tiempos. ¡Den la llegada a los aires de cambio queridos mortales! El progreso ha ganado la pulseada. Y los amantes de la nostalgia tendremos que lidiar con eso.

Kevin Durant contra LeBron James. Esta historia de enfrentamientos personales supone un escenario de marketing muy atractivo para la competencia, pero no tiene absolutamente nada de realidad. Ni Durant ni James, los dos mejores jugadores del momento en la NBA, pueden ganar un campeonato en soledad. Necesitan de sus compañeros, algo que, a esta altura, tiene sabor a lugar común.

El objetivo de esta entrega es darle a los fanáticos una guía para observar mejor las Finales. ¿Dónde puede sacar diferencia cada uno de los equipos y por qué?
Con la lupa en la mano, empecemos a recorrer el territorio.

  • Cómo debe defender OKC a LeBron James. En primer lugar, tenemos muy claro que el talento muchas veces se sobrepone a la estrategia, sobre todo si se tiene en cuenta lo que hizo LeBron en el Juego 6 ante los Celtics. De todos modos, el desafío ante esta versión del Thunder será muy superior para el alero estrella de Miami. La defensa escalonada que ejecutó el Thunder ante los Spurs se repetirá frente al Heat cuando James intente jugar por el centro -al igual que Dwyane Wade- y seguramente ejecuten atrapes cuando se ubique en las esquinas o en el poste bajo. Si se abre al perímetro, Thabo Sefolosha tiene todos los boletos comprados para defender a LeBron. Si juega cerca del aro, Serge Ibaka se perfila como la estampilla ideal. Será desgastante para James esta eliminatoria porque sus rivales son jóvenes, atléticos y hay más de uno en condición de complicarle la existencia. Impedirle las penetraciones hacia el aro será el punto decisivo del Thunder para controlarlo. Es fácil decirlo, muy difícil hacerlo.

  • Cómo debe defender el Heat a Kevin Durant. Puede empezar por un padrenuestro, ave maría, o lo que decida Erik Spoelstra en el banco. Hablemos en serio: el Heat empezará controlándolo con Shane Battier, el especialista defensivo en el perímetro. A diferencia de LeBron, Durant lanza mejor a distancia y eso puede ser un problema para Miami. Los atrapes serán recurrentes y será importante para el Heat evitar las penetraciones fáciles por el eje de cancha, tanto de Durant como de Russell Westbrook y James Harden. Eso entra en el terreno de la defensa a Durant porque una cosa desata la otra. Atención a algo que puede ser clave: LeBron defendiendo a Durant. Ese emparejamiento, en velocidad y tamaño, puede complicar en serio al alero de Oklahoma City. Eso sí: hay que ver si Spoelstra se anima a algo así, porque sería limitar luego en ataque al principal recurso del equipo.

  • Evitar pérdidas y tiros incómodos en ofensiva estacionada. A esta altura, todos sabemos que Heat y Thunder son un grupo de atletas con talento desarrollado. Un error en uno de los costados significa no sólo no anotar, sino recibir puntos rápido del rival. Este mensaje va para los dos: tanto Miami como Oklahoma City no han enfrentado aún en estos playoffs a un rival que huele sangre y corre. Este es el momento, por lo tanto el que ejecute mejor en ataque estacionado tendrá una ventaja clara. Rotación de balón, tiros fáciles y penetraciones para ganar faltas e ir a la línea son argumentos que impiden que el rival despegue en transición con facilidad.

  • La defensa estacionada y el balance defensivo. Esto es absoluta concentración, se corre para delante pero también para atrás. Sobre todo los perimetrales, la transición defensiva es crucial en un cruce de estas características. En defensa estacionada, es exactamente igual, y ya hemos visto que tanto el Thunder como el Heat saben defender cuando se lo proponen. Ninguno de los dos equipos tiene un base armador natural como podría ser Rajon Rondo, por lo tanto la presión sobre el portabalón (llámese Westbrook, Mario Chalmers o Norris Cole) puede traer ventajas para el que defienda. Seguramente veamos mucha intensidad arriba para tratar de quitar el balón y una vez que el base esté asentado, una defensa más hundida para evitar las penetraciones fáciles y el juego suelto de pick and roll entre un perimetral y un interno veloz. Ambos equipos tienen jugadores de estas características y en el caso de Miami no sería una locura ver a Wade jugando pick and roll con James. Los triples serán eje para romper esta situación de control -atención al pase adicional al lado débil cuando salten las ayudas-, pero es el precio que hay que pagar para una apuesta tan necesaria como riesgosa.

  • ¿Quién defenderá a James Harden cuando se forme el Big Three? Esta es una pregunta de emparejamiento. El problema que puede surgir para el Heat se puede producir cuando se junten los tres perimetrales estelares. Veamos: el trío, cada uno a su manera, sabe ganar el centro con un pick and roll para ir hasta el fondo del aro. La defensa no puede flotar demasiado porque en la penetración y descarga, los tres son letales desde detrás del arco. Si van hasta el fondo anotan o descargan en un interno para convertir o ir a la línea. Esto es una diferencia que puede darse respecto a Miami. Se supone que Battier irá con Durant y Chalmers con Westbrook, pero... ¿Quién defenderá a Harden cuando combine con Durant y Westbrook? ¿LeBron? Habrá que esperar para ver cómo plantea Spoelstra este escenario.

  • La profundidad es tan importante como el aire. El que pretenda ganar sólo con su Big Three, está destinado a perecer en estas Finales. Será una serie increíblemente física y por lo tanto contar con muchos jugadores en condiciones de aportar será factor fundamental para ganar el campeonato. El Thunder mostró un paso evolutivo ante los Spurs en este aspecto, y la presencia de Derek Fisher como voz de mando -y como ejecutor cuando le tocó entrar- despertó armas dormidas en OKC. Por el caso del Heat, una situación obligada -la baja de Chris Bosh- permitió que Udonis Haslem, Battier y Chalmers se hagan cargo para hacer olvidar, al menos por unos instantes, la ausencia del gigante de Miami por dolores en el músculo abdominal. Las Finales son largas y mover el banco con asiduidad puede generar costos en un comienzo, pero al final siempre trae dividendos.

  • El juego en la pintura será un factor crucial. En las cuatro victorias consecutivas ante los Spurs, el Thunder lanzó encima del 57.6% a un metro y medio del aro (57.6%, 67.9%, 63.2% y 60.0%). No sólo se siente muy cómodo para hacerlo por los jugadores que tiene, sino que ha desarrollado una armada defensiva que impide que el rival llegue con soltura a esa zona de la cancha. El Heat, sin embargo, también busca la pintura como eje de sus ofensivas y el caso LeBron es crucial: en el séptimo partido ante los Celtics, recibió 12 de las 24 faltas que hicieron los Celtics y el Heat, cuando James ataca y recibe 10 fouls o más, está 6-0.

  • Chris Bosh es la pieza angular de estas Finales. Fueron muy bonitos sus triples ante Boston, e increíblemente necesarios, pero si el Heat quiere vencer al Thunder, Bosh deberá jugar muchos minutos y deberá estar más cerca del aro. Sabemos la clase de gigantes que tiene OKC sobrevolando la llave, por lo tanto el desafío de Bosh es mayor. Es tan importante lo que pueda hacer este hombre como lo que hagan Wade y LeBron con el balón en sus manos. Su aporte ofensivo es crucial, pero es su presencia en los dos costados de la cancha lo que necesita Miami. Eso permite generar nuevas preocupaciones a la defensa y tener a un hombre como Haslem como jugador sorpresa para recibir y tirar a media distancia, una de sus especialidades. Su poder rebotero se necesita como el aire. Su presencia o ausencia marca un click en esta eliminatoria.

  • Los entrenadores y la habilidad para cambiar sobre la marcha. Brooks no ha recibido tanta atención mediática como Spoelstra, pero es lo mismo que sucede con el Thunder y el Heat. En este punto no hablamos de los planes previos, sino más bien de lo que pueda gestarse una vez que se jueguen, por ejemplo, los dos primeros partidos. El Thunder demostró tener un plan diferente luego de caer en los primeros dos juegos ante San Antonio en las Finales del Oeste. Cambiaron, ejecutaron y ganaron. En estas Finales, esa situación de vestirse de camaleón para cambiar según lo que ocurra, es fundamental. Aunque estemos hablando de entrenadores jóvenes, tienen la capacidad de hacerlo.

    YO SOY EL FACTOR X
    Si bien las eliminatorias se ganan y se pierden como equipo, hay cuatro jugadores que pueden ser el arma escondida en estas Finales. Como un truco de magia bien desarrollado, cuando todos los ojos apuntan hacia un lado, ellos pueden sorprender en el otro.

    Fisher

    Fisher

    Derek Fisher, Oklahoma City Thunder: llegó al equipo de Brooks como una voz de mando en el vestuario, como un consejero de un grupo de jóvenes talentosos, pero sabemos que cuando la pelota quema, su juego toma trascendencia. Es un hombre nacido para momentos calientes. Sus lanzamientos en las esquinas y su toma de decisiones pueden ser fundamentales en esta eliminatoria. Es la reversa de un equipo que corre a 200 kilómetros por hora. Y es el único armador natural que hay en estas Finales. Permitir un crecimiento de Fisher puede ser puro veneno para el Heat. Y también puede pasar de ser el hombre más odiado en el período de lockout al hombre más querido a mediados de julio.

    Ibaka

    Ibaka

    Serge Ibaka, Oklahoma City Thunder: corre por debajo del Big Three, pero su capacidad atlética en los dos costados de la cancha marca diferencias. Puede defender a Bosh, pero también puede controlar a James. Ha mostrado una gran mejoría ofensiva en estos playoffs y su mera presencia cambia por completo el juego de la llave, tanto para su equipo como para el rival. No se espera que Ibaka tome el tiro trascendental de un juego, pero sí puede gestar un edificio ladrillo a ladrillo. Es una pieza de desgaste fundamental en la estructura de OKC. Radares encendidos en el mundo de Miami.

    Chalmers

    Chalmers

    Mario Chalmers, Miami Heat: no funciona como un base natural, porque sencillamente no lo es, pero ha dado claras muestras de que aparece cuando la ofensiva del Heat se seca en manos de sus principales armas. Tiene un gran tiro a distancia y ataca con soltura hacia la llave. Si Wade o LeBron se encuentran en problemas, Chalmers se transforma en la llave para abrir los murales del éxito. Tiene muchísima personalidad y eso, en unas Finales, inclina el platillo de la verdad en la balanza. Es el jugador que recibe cuando los demás están marcados, pero rara vez defrauda a los que ponen la responsabilidad en su bolsillo.

    Battier

    Battier

    Shane Battier, Miami Heat: lo conocemos como uno de los especialistas defensivos de más cartel en la NBA, pero además hay que considerar su actitud y talento para romper esquemas. No tira de frente, sino que se ubica en las esquinas como receptor del pase adicional en las ofensivas de Miami. Y rara vez falla. Es la cuota de mesura en un equipo conectado a 220 voltios durante 48 minutos. En el séptimo juego ante los Celtics demostró su valor cuando su equipo no encontraba los caminos en ofensiva estacionada. Está haciendo lo que no pueden hacer Mike Miller y James Jones: anotar triples importantes para que la defensa se preocupe con las esquinas y se libere el camino para las penetraciones por el centro de los verdaderos goleadores del Heat. Desde un punto de vista táctico, Battier es casi perfecto. Estas Finales son, quizás, el mayor desafío de su carrera.