<
>

¿La batalla decisiva?

CHICAGO -- La batalla por la supremacía en la División Central de la Liga Americana, entre los Medias Blancas de Chicago y los Tigres de Detroit, ha sido a muerte durante toda la campaña. Pero a partir de hoy y hasta el próximo jueves será una guerra por la supervivencia definitiva en lo que resta de temporada.

Los Tigres llegan este lunes al U.S. Cellular Field, hogar de los líderes de la llave central, con la intensión de asestarle un nuevo golpe a los Medias Blancas y apartarlos de una vez por todas de la cima de la tabla de posiciones.

Por su parte, Chicago, que tiene dos juegos de ventaja sobre los bengalíes, procura encontrar el vía para quebrar el dominio que Detroit ha tenido sobre ellos esta temporada, en la que han perdido diez de los 14 encuentros que han disputados, incluyendo los últimos siete de forma consecutiva.

Sin embargo, la mayor parte de ese yugo ha sido en el Comerica Park, donde los Tigres se han impuesto en ocho de nueve cotejos. Eso deja una brecha favorable para los Medias Blancas, que jugando en casa este año tiene marca de 41-29, la quinta mejor récord de la Americana.

El objetivo de ambos conjuntos es al menos ganar tres de los cuatro juegos. Ese escenario les permitiría a los Tigres igualar por tercera vez desde el Juego de Estrellas el tope de la división, a los Medias Blancas mientras tanto le serviría para tomar un despegue casi definitivo hacia la postemporada, ya que sacarían cuatro juegos de ventaja sobre sus rivales, a los que no volverán a enfrentar.

Una división de honores sería negocio para el conjunto de Chicago, pues se mantendría en el liderato con 19 desafíos por disputar, no así para los Tigres.

La barrida es el objetivo perfecto para ambos. En el caso de Detroit asaltaría en solitario la cima de la tabla de posiciones, por primera vez desde el primer mes de campaña. Por el lado de los Sox les daría lo que en apariencia seria una ventaja definitiva en la división, al ser de seis juegos.

Esos son los escenarios que realzan y llenan de importancia a esta serie, más allá de la rivalidad entre los dos conjuntos.

"Esa es la serie de la temporada. En esos cuatro juegos es que vamos a ver lo que hay. Van a ser ellos o nosotros, aunque nosotros estamos en una mejor posición, pero no podemos fallar ante esa gente", dijo Alex Ríos, jardinero derecho y pieza clave en el rendimiento de los Medias Blancas.

Los del Lado Sur de Chicago iniciarán esta serie con su ofensiva como principal punto bastión, ya que el pitcheo se ha caído un poco. Colectivamente los dirigidos por Robin Ventura tiene promedio al bate de .288, con 17 cuadrangulares y 67 carreras remolcadas desde el 27 de agosto.

El pitcheo del equipo ha tenido algunos problemas en las dos últimas semana. Los abridores específicamente no ha estado del todo bien, por lo que registran una efectividad de 5.68 en los últimos 13 juegos, en los que le ha permitido a las ofensivas rivales que le conecten para .281.

El mayor inconveniente del cuerpo de iniciador de los Sox ha estado en el control, en la elevada cantidad de bases por bolas que han otorgado (41 en 63.1 innings, en los que acumulan 59 ponches).

Conociendo esa situación y siendo uno de los más afectado por ella, el abridor de los Medias Blancas para el primer encuentro de la serie, José Quintana, ha buscado hacer algunas correcciones para no defraudar.

"La clave es localizar bien los pitcheos y tirar strikes para tratar de llegar lejos en el juego. He trabajado más de lado, que era la manera en la que me había sentido un poquito más incómodo. Tratar de mantener el mismo delivery, el mismo movimiento. Con la práctica te queda reflejado el movimiento que debes hacer", dijo Quintana, quien en la temporada tiene marca de 5-4, con 3.68 de efectividad.

Para el zurdo esta será la primera vez en la campaña y en su carrera que se enfrentará a los Tigres, uno de los equipos más ofensivos de Grandes Ligas, pero que en las tres últimas semanas también ha confrontado dificultades para producir.

"No los he enfrentado todavía pero con los juegos que he visto ya uno sabe lo que ellos tienen", expresó Quintana, quien agregó: "Lo que siempre trato de hacer es jugar cada juego como si fuera el último, como si fuera una final y ese juego ante los Tigres va a ser más que eso".

El colombiano abrirá el fuego ante los Tigres por los Medias Blancas, que también contarán en esta serie con Jake Peavy (martes), Francisco Liriano (miércoles) y Chris Sale (jueves) como sus iniciadores.

El conjunto de Detroit le hará frente a ese cuarteto, con uno que le ha traído innumerable complicaciones a los bateadores de Chicago, como lo es el compuesto por Rick Porcello (lunes), Doug Fister (martes), Max Scherzer (miércoles) y Justin Verlander (jueves).

Porcello está perfecto ante los Sox en el 2012, al registrar marca de 3-0, con 1.23 de efectividad, mientras que Verlander tiene 2-0, con 1.69. Scherzer acumula 32 ponches en 25 innings, además de una victoria en cuatro salidas Fister.

Pero el pitcheo no ha sido el problema para los Tigres en los últimos días, sino la ofensiva, pese a tener a Miguel Cabrera, Prince Fielder y a Delmon Young.

De forma colectiva los bateadores de Detroit ligan para .244, con 16 jonrones y 52 carreras remolcadas en los últimos 15 días. En cinco de los seis encuentros que tuvieron la semana anterior no pasaron de las dos carreras, registrando un par de juegos de una sola anotación.

Para lograr su cometido en esta serie los Tigres deben activar su ofensiva, de lo contrario los Medias Blancas, si logran enderezar el rumbo de su pitcheo, tendrá el camino abierto para defender exitosamente su trono y enrumbarse a la postemporada.