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Una última oportunidad

OAKLAND, Calif. -- Apenas el pasado viernes en la mañana, los Vigilantes de Texas tenían ventaja de cuatro juegos y a punto de asegurar su tercera corona de la División Oeste de la Liga Americana.

Ahora, de repente, ellos tienen apenas un juego para asegurarse de que no se les escape. Apenas un juego para estar seguros de que los Atléticos de Oakland no se meterán de imprevisto y les arrebaten la corona a un equipo que la ha tenido en sus manos por casi tres temporadas.

Los Vigilantes no han jugado al máximo de sus capacidaes en la recta final. No han estado bateando con consistencia y están teniendo problemas para conseguir hits claves con corredores en posición de anotar. Han sido puestos fuera en las bases y han cometido varios errores defensivos costosos. El pitcheo abridor ha tenido sus altas y bajas y también han tenido que lidiar con lesiones.

Coloquen juntos todos esos elementos y como resultado los Vigilantes han perdido ocho de sus últimos 12 juegos (y cuatro de sus últimos cinco) y deben ganar este miércoles en la tarde ante los improbables e increíbles Atléticos para evitar un juego de vida o muerte entre comodines este viernes.

Es increíble pensar que un equipo que estaba liderando su division desde el pasado 9 de abril esté empatado ahora con los Atléticos restando apenas un juego en la temporada regular 2012. Estos mismos Atléticos estuvieron en un punto de esta temporada a 13 juegos de distancia de Texas en la División Oeste de la Liga Americana. Pero han logrado recuperarse y de qué manera. Ahora lograron empatar en la cima.

El manager de los Vigilantes Ron Washington sabía que necesitaba decirle unas cuantas palabras a su equipo tras la derrota del martes 3-1.

"Hemos perdido dos juegos corridos", dijo Washington. "Si eres un jugador de béisbol, eso te lastima el orgullo. Solo quise dejarles saber que me sigo sintiendo orgulloso de ellos. Todavía tenemos algo por lo cual luchar. Quero que mantengan su cabeza en alto y dejarles saber que los apoyo y que me siento orgulloso de ellos. Tenemos que salir allá afuera mañana [miércoles] y jugar un partido más".

Era un camerino relativamente quieto, pero no se notaba un ambiente de depression luego de un partido en el que los Vigilantes no pudieron hacer nada ofensivamente. La semana pasada apalearon a Travis Blackley y lo sacaron del partido luego de la primera entrada. El martes, los bates no pudieron hacer nada ante el joven zurdo. Permitió una carrera en seis entradas y dejó el resto en las manos del sólido bullpen de los Atléticos.

Los Vigilantes saben que si ellos quieren otra gran celebración en el camerino visitante en Oakland -- el mismo camerino donde aseguraron el banderín del Oeste en el 2010 -- ellos deben encontrar una manera de agarrar algún momentum para vencer a A.J. Griffin y los Atléticos el miércoles.

"La temporada no se ha acabado", dijo el veterano Michael Young. "No hemos perdido nada. Tenemos una oportunidad mañana de ganar un partido de béisbol y colocarnos en mejor posición. Nos gustan los partidos así. Hemos jugado en partidos grandes antes. Nos encantan. En esos partidos se trata todo del corazón, las ganas y el fuego competitivo. De eso es que se trata el béisbol en esta época".

Pero el hecho de que llegue todo a este punto es algo sorpresivo. Los Vigilantes parecían en control de la division Oeste desde que comenzó la temporada. Llegaron a tener ventaja de 6½ juegos al final de abril y se mantuvieron al frente todo el año. La única pregunta luego de ganar dos de tres partidos en Anaheim el 20 de septiembre era cuando asegurarían el banderín.

Los Vigilantes siguen esperando. Y solo les queda una oportunidad más.

"Tenemos un grupo talentoso de peloteros y no hemos jugado como se supone ultimamente", dijo el jardinero David Murphy. "Si podemos encender la ofensiva temprano, eso definitivamente nos ayudará mucho. Estoy seguro de que va a ser un juego cerrado y una buena batalla. Es un gran partido. Vamos a tener mucha diversión".