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Arias corrió buscando llegar quieto

Scott Rolen comete el error en la décima entrada que dio el triunfo a los Gigantes Jonathan Daniel/Getty Images

CINCINNATI -- Joaquín Arias sabía que había bateado para un lado del cuadro interior en el que casi todos los rodados terminan en un out seguro en primera. Lo único que le quedaba por hacer era correr lo más rápido posible con la esperanza de que se diera el mínimo por ciento de error que tiene el guante de Scott Rolen.

Se dio la posibilidad mínima, un error de Rolen que permitió una carrera con dos outs y los Gigantes de San Francisco jugarán el miércoles un cuarto partido frente a los Rojos de Cincinnati en el Great American Ballpark.

"Cuando uno está en esa situación uno lo que trata es poner la bola en juego y gracias a Dios que Scott Rolen cometió el error", dijo Arias. "La puse en contacto y dije 'vamos a correr para primera' y fue 'safe'. Uno ha estado en muchas situaciones similares, así que lo único que hice fue correr lo más rápido que pude".

Luego de dos outs en la parte alta de la novena, Arias se paró a batear frente a Jonathan Broxton, quien había ponchado a dos bateadores después de que Buster Posey y Hunter Pence dispararan sencillos corridos. En el out anterior, un 'pasbol' de Ryan Hanigan movió a los corredores a segunda y tercera, pero con dos outs, Arias al bate y Broxton en la loma, parecía que la amenaza estaba a punto de extinguirse.

Rolen, ganador de ocho guantes de oro como antesalista, recibió la bola de frente pero esta le rebotó en el guante y volvió al terreno. Recuperó y lanzó a primera, pero ya Arias había llegado y Posey cruzó el plato. Entonces, Sergio Romo se encargó de lo que había empezado en el inning anterior y cerró la décima para apuntarse la victoria.

"Hay que darle mucho crédito al muchacho porque corrió durísimo por la línea hacia primera", dijo el piloto de los Rojos, Dusty Baker. "La mayoría de los peloteros eran out en esa jugada. Hubo una serie de malos momentos. Cuando pensábamos que habíamos salido del apuro, entonces vino el lanzamiento salvaje (el pasbol de Hanigan), entonces el error".

Fue una victoria al estilo de los Gigantes, combinando buen pitcheo, un trabajo magistral de su bullpen y un batazo oportuno. San Francisco apenas conectó tres hits, y lleva apenas cuatro en las últimas 19 entradas.

"Los muchachos están emocionados", comentó el piloto Bruce Bochy. "Enfrentábamos el que podía ser el último partido y perseveraron. Uno nunca sabe lo que puede pasar pero lo que sé es que ganamos".

Tras la salida de Ryan Vogelsong, el bullpen silenció a los Rojos por las próximas cinco entradas. Jeremy Afeldt lanzó dos mientras que Santiago Casilla y el zurdo Javier López se dividieron la octava, dejándole el camino a Sergio Romo, quien lanzó las últimas dos entradas. Romo se apuntó la victoria en un relevo de seis outs, y de inmediato, se cantó disponible para lanzar el miércoles…y el jueves, de ser necesario.

"Son los playoffs", comentó el derecho. "Luchamos para llegar aquí. No es momento de dar un paso atrás y pensar en uno. Es por todos; por jugar para el naranja y negro. Si me piden que lance mañana, estaré listo y estaré deseoso".

López aplacó una amenaza en la octava al obligar a Jay Bruce a batear una débil línea por tercera con un solo lanzamiento. El zurdo opinó que la confianza colectiva fue crucial en la victoria.

"Fue un sinker hacia adentro y se fue con eso", dijo López, especialista frente a zurdos que ha tenido que asumir ocasionalmente el rol de cerrador. "La confianza es alta ahora mismo. Tenemos que ganar y no hay otra alternativa. Tenemos a un caballo, que es Barry Zito para el cuarto juego, que tiene la experiencia. No sabemos qué va a pasar, pero estamos listos y estamos confiados".