<
>

El último cara a cara: Márquez-Manny

LAS VEGAS -- Es un alud de recordatorios. Es los pasillos del MGM. En la televisión que transmite los tres combates previo Pacquiao-Márquez. Todo está inundado del combate de mañana. El telón comienza a caer. Detrás de la cortina que separa al ring del lugar donde se vieron por última vez las caras (pesaje), decenas de medios quieren las últimas impresiones de ambos combatientes.

Esto no terminó. En los entretelones, la lucha continúa en cada rincón por obtener la exclusiva. Empellones, empujones y algunos gritos, pero ESPN tiene el último cara a cara entre ambos combatientes. Ambos prometen la victoria e inteligencia para lograrla.

Es un hecho que la afición coreó, gritó y superó en números a los filipinos. Julio César Chávez asegura a espn.com que en estas tres peleas queda claro que "la duda la ha tenido siempre Pacquiao, la verdad ha dejado mucho que desear. Márquez ha hecho su trabajo, pero sin duda el que debe despejar las dudas es Manny Pacquiao", sostiene el Campeón.

Chávez, el ícono del boxeo mexicano es de los que más pide la gente para el autógrafo. En los pasillos del lugar se ven caras conocidas, Mike Tyson, Maravilla Martínez… Al primero es imposible de acercarse. Dos escoltas piden que se aleje la gente. Controversial en todo momento.

El caso del "Maravilla" la mente se remite a los último que sucedió con Julio César Chávez Jr. Saluda a mexicanos y estadounidenses, pero ratifica la idea que sólo subiría a darle revancha al Jr si se hace una previa prueba antidoping.

Mientras, al escenario le dan sus últimos toques. Una entrevista y otra. Un séquito de seguridad acompaña a ambos pugilistas que apenas de detienen a dar más entrevistas. La última mirada. El último cara a cara lo habían dado a ESPN y era momento de retirarse a su lugar de concentración.

Detrás, los trabajadores apuran quitar el penúltimo escenario del combate. Comienzan las pruebas de luces hacia el escenario, todo está listo para mañana. El último combate. Las palabras quedan atrás. Las apuestas favorecen a Pacquiao, pero el corazón de la afición les dicta que Márquez debe salir airoso. Que suene la campana.