Los Piratas fueron a Panamá a buscar talento y consiguieron en el camino a Omar Moreno, Manny Sanguillén y Rennie Stennett, tres jugadores que acompañaron a este club a consolidarse como una de las potencias de la Liga Nacional en la década de los 70s.
Stennett llegó a las mayores en 1971 con sólo 20 años y su versatilidad le sirvió para mantenerse en la alineación de todos los días.
Fue hasta 1974 cuando se estableció como el segunda base titular del club con el cual participó en cuatro postemporadas incluyendo la victoria en la Serie Mundial de 1979.
Stennett es recordado por lograr una de las hazañas más difíciles del juego: batear de 7-7.
De hecho fue el primer jugador en la era moderna en lograr siete imparables en un juego de nueve entradas el 16 de septiembre de 1975.
Su mejor temporada fue en 1977 cuando terminó segundo como mejor bateador en la Liga Nacional, detrás de su compañero Dave Parker, con promedio de .336 , estando limitado por una lesión.
Jugó 11 campañas en las mayores donde promedió .274 en 1,237 juegos totalizando 1,239 hits.
Sus últimas dos temporadas fueron con los Gigantes de San Francisco tras haber firmado como agente libre con esta organización.