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Dominicana: Tony Fernández

Desde la tierra donde todos son peloteros, San Pedro de Macorís, surgió uno de los mejores campo cortos dominicanos en la historia al que llamaban "Cabeza".

Octavio Antonio Fernández fue uno de las cosechas locales del scout Epifanio Guerrero y su talento lo llevó a brillar como una de las grandes figuras de la franquicia de los Azulejos de Toronto.

"Tony" debutó en las mayores en 1983 y para 1986 era el titular en la posición de los canadienses bateando sobre .300 puntos, ganando el Guante de Oro y siendo seleccionado al Juego de Estrellas.

Para aquel momento, Fernández estaba considerado como uno de los jugadores más completos en las mayores con su excelente fildeo, extraordinario bate, poder ocasional, velocidad y liderazgo.

Ganó cuatro Guantes de Oro consecutivos en la Liga Americana con Toronto y en 1991 fue parte de un histórico cambio que lo llevó junto a Fred McGriff a los Padres de San Diego por Roberto Alomar y Joe Carter.

Pero su arraigo con Toronto lo llevó de regreso a esta organización en 1993 donde fue parte del equipo ganador de la Serie Mundial.

Su carrera continuó posteriormente en Cincinnati, los Yankees y Cleveland donde participó en la Serie Mundial de 1997.

En 1998 regresó a Toronto por dos temporadas más donde bateó sobre .320. En el 2000 jugó en Japón con los Leones de Seibú y para 2001 regresó a las mayores brevemente con Milwaukee quienes lo dejaron libre a sus 39 años.

En aquel momento regresó a Toronto una vez más para cerrar con broche de oro su carrera bateando .305 en sus últimos 48 juegos como pelotero activo.

Fernández jugó 17 temporadas en las mayores con siete equipos, terminó con 2,276 hits, 94 jonrones y promedio de .288; pero fueron sus 12 años en Toronto los que marcaron una era para esta franquicia quienes lo exaltaron a su "Nivel de Excelencia".

Fernandez también fue electo al Salón de la Fama del Béisbol Canadiense en 2008.