MÉXICO -- La telenovela "Alonso-Toluca" tiene un nuevo capítulo que con toda seguridad no será el último.
Comencemos por el principio. Iván Alonso llegó proveniente del Espanyol de Barcelona, a recomendación expresa de Daniel Alonso, padre y representante del delantero, con quien Héctor Hugo Eugui, mantiene desde hace mucho tiempo estrecha amistad.
Iván era propietario de su carta luego de una negociación con el equipo español, que decidió dársela a cambio de deudas y salarios que tenían. Con ella en la mano llegó a Toluca, donde iniciaron las pláticas; el resultado fue que Iván Alonso prestaría su carta al equipo mexiquense por dos años a partir del Apertura 2011 y con fecha de conclusión del 30 de mayo del 2013.
Esta negociación del préstamo de su carta al Deportivo Toluca superó los 2 millones de dólares y eso gracias a que su padre decidió hacer una "rebaja", siempre y cuando, el equipo escarlata liquidara POR ADELANTADO el préstamo. El club accedió y pagó por adelantado el préstamo de la carta por dos años y por separado arregló salarios, primas y otros emolumentos.
Lo que sucedió después es de todos conocido. Iván Alonso, tuvo una espectacular presentación hasta terminar siendo bicampeón de goleo. Días después de terminado el segundo torneo corto y restando un año del contrato, el padre de Iván le solicitó a la directiva del equipo que le rescindiera el contrato ya que el goleador tenía una jugosa oferta del futbol de China, donde militaba su hermano. Toluca se mostró dispuesto siempre y cuando se negociara su traspaso, ya que ellos poseían a préstamo sus derechos federativos hasta el 2013. Iván y su padre no estaban dispuestos a negociar pago alguno al equipo rojo; "Esa negociación, ese dinero lo conseguimos nosotros y será para nosotros. Solo rescindan el contrato, ya que la carta es nuestra" nos afirman, que dijeron los Alonso, enfadados. No hubo respuesta positiva y semanas después apareció el problema cardíaco.
Cuando Iván Alonso, en entrevista exclusiva para ESPN afirmó que por su familia, su esposa y sus hijos no se arriesgaría a jugar futbol, también se comprometió públicamente a no jugar nunca más, mencionando que en el supuesto caso de que pudiera hacerlo él estaría dispuesto a indemnizar al Toluca.
Sus palabras parecieron sinceras y contundentes, pero había cuentas por saldar. Toluca le había "rentado" y pagado por adelantado 2 años su carta, solo había transcurrido uno, cuando por decisión de Iván decidió retirarse.
Toluca pidió a los Alonso le devolvieran entonces uno de los dos años que le habían adelantado. El reclamo parecía justo; "si a un carpintero le pagas por adelantado por dos puertas y solo te entrega una, lo lógico es que te regrese la mitad porque no es tu culpa que no haya terminado o entregado la otra puerta" nos pusieron de ejemplo directivos que estuvieron en la negociación. "si no nos regresa ese dinero, que no trabajó por causas imputables al equipo, no habrá ningún acuerdo".
En noviembre pasado, semanas antes del dictamen médico que refiere Alonso que le permite de nuevo jugar, la directiva roja recibió la llamada del equipo Tigres, ya que el padre de Iván estaba negociando con ellos. Expusieron la situación y el equipo regio se retiró, lo mismo sucedió con Pachuca.
A seis meses de distancia la telenovela sigue, con diferentes versiones, todas ellas encontradas. Iván Alonso ya puede jugar y está en el Nacional de Uruguay. Su esposa y sus hijos, a lo que prometió no arriesgarse, siguen en Toluca y no precisamente por situaciones de escuela de los menores.
Es hora de pasar de los dichos a los hechos. A final de cuentas, como decía aquel comercial, "papelito habla".