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700 hinchas para ver a Riquelme

El "10" sonríe y saluda a la multitud que fue para expresarle su apoyo y admiración DYN

BUENOS AIRES -- Unas 700 personas le dieron hoy un marco colorido y bullicioso al primer día de entrenamiento de Juan Román Riquelme en su regreso a Boca Juniors.

Desde muy temprano los hinchas se agolparon frente al portón de la calle Wenceslao Villafañe, acceso principal al complejo Pedro Pompilio, a la espera de que se les habilitara el ingreso, y por otra parte la cantidad de autos estacionados sobre esa calle marcaban el hecho de que se trataba de un acontecimiento muy especial.

Como el ingreso solamente iba a habilitárseles a los socios, muchos jóvenes que no cuentan con esa condición treparon al paredón que da sobre la calle Palos para, sostenidos por el alambrado superior, observar lo que pudieran (que seguramente no fue mucho) de la actividad del ídolo.

Riquelme y un grupo de jugadores que no fueron titulares frente a Quilmes realizaron primeramente algunos ejercicios en un extremo de la cancha de césped sintético, junto al gimnasio, y fue llamativo que a los flancos del ídolo se ubicaran Lucas Viatri y Cristian Erbes, dos de sus mejores amigos en el plantel.

Después, mientras los titulares salían a la cancha sintética, Riquelme y los que lo acompañaban ingresaron al gimnasio para proseguir con la rutina prevista por el preparador físico Juan Manuel Alfano.

Finalmente, todo el plantel se dirigió a la cancha principal del predio y el ingreso del enganche fue saludado desde la tribuna con el característico "Ri-queeeel-me, Ri-queeelme".

Luego de la sesión de trote, Riquelme se separó del grupo para cumplir con ejercicios especiales, acompañado por Alfano, aunque por el momento no tuvo contacto con la pelota.

Finalizada la actividad, se quedó por espacio de casi veinte minutos firmando las camisetas que le eran arrojadas desde la tribuna, oportunidad que sirvió para que recibiera nuevas muestras de adhesión.

En la puerta de La Bombonerita, el estadio cubierto que da a la calle Arzobispo Espinoza, se observaron por otra parte banderas de apoyo, que aludían a la continuidad del "Roman-ce" entre el ídolo y sus fieles.