HOUSTON -- Yu Darvish dijo que comenzó a darse cuenta de que algo especial se gestaba en el Minute Maid Park de Houston cuando ninguno de sus compañeros se acercaba a él, a partir de la quinta entrada.
El abridor japonés de los Vigilantes de Texas aseguró que sólo se concentraba en tratar de sacar strikes, outs, sin darse cuenta de que empezaba a acercarse a la perfección.
Pasaron ocho entradas y dos tercios, hasta que Marwin González pegó una rola que rozó su guante y pasó por en medio de las piernas de Darvish, quien fue incapaz de detenerla, al igual que Elvis Andrus, que se lanzó desesperado en las paradas cortas.
Imposible de detener. Tan cerca y tan lejos. Darvish se quedó a un out de ser el primer japonés que lanza un juego perfecto en las Grandes Ligas.
"Creo que mis compañeros estaban más tristes que yo", dijo Darvish con ojos vidriosos en conferencia de prensa. "No importa, así es el béisbol".
"Ni siquiera completé el juego, pero fue una buena victoria", añadió. "Un triunfo es un triunfo, es el primero del año para nosotros, aunque mis compañeros siguen un poco más desilusionados que yo".
Los Vigilantes ganaron este martes su primer partido del año; una paliza 7-0 sobre los Astros de Houston, quienes los habían sorprendido en el juego inaugural de la temporada, el domingo pasado.
Darvish dio una cátedra de pitcheo desde el principio; retiró a sus primeros dos bateadores con tres lanzamientos; ponchó a seis en las primeras tres entradas y al final salió con 14.
"Sólo estaba concentrado en tratar de lanzar strikes", comentó. "Ni siquiera pensé en otra cosa, ni en mi comando ni en nada, sólo en sacar strikes".
El manager Ron Washington sacó a Darvish después de que el parador en corto de los Astros y último en el orden al bate conectó su sencillo.
Darvish se dio cuenta desde el momento en que salió el manager de la caseta que se había terminado su mágica noche, casi perfecta.
"Pensé: 'Ahora sí creo que ya puedo regresar al dogout'", bromeó el japonés.
Darvish reconoció que la defensiva y la suerte estuvieron de su lado, gracias a un par de atrapas de David Murphy en el jardín izquierdo y una línea que parecía imparable por parte de Mitch Moreland en la primera base.
"Creo que tuve suerte hoy porque lancé mejor contra los Reales de Kansas City el año pasado", dijo Darvish. "Tuve mejor comando en esa salida".
Darvish lanzó pelota de tres imparables contra los Reales en Kansas City el 3 de septiembre del 2012, cuando permitió tres carreras, regaló una base por bolas y ponchó a seis.
Ese día logró su tercera de cinco victorias consecutivas que tuvo entre agosto y septiembre del año pasado, en su temporada de novato.
"Hoy en principio me sentí fuera de balance, aunque relajado", explicó. "Después mi control fue realmente bueno, mi rotación y bolas rompientes estuvieron ahí".
El japonés se quedó a un out de lograr el segundo juego perfecto en la historia de los Vigilantes, luego de Kenny Rogers en 1994, y fue el primer lanzador de Texas que poncha al menos a 14 en un partido desde Nolan Ryan en 1991.
"Yo mismo estoy sorprendido porque en las prácticas primaverales no lancé mas de 80 pitcheadas", mencionó. "Empecé a sentirme algo fatigado. Seguro mañana estaré bien adolorido".
Es el décimo primer pítcher en Grandes Ligas que se queda a out del juego perfecto; el primero desde Armando Galarraga en el 2010.
"Es decepcionante sentir que estuvo tan cerca y no pudimos lograrlo", dijo el receptor de los Vigilantes, A.J. Pierzynski. "Me siento mal por él, hizo un gran trabajo. Todos sabemos que tan difícil es llegar hasta ahí".
"Todos pensamos que iba a llegar", añadió. "Batalló todo el juego, pitcheó un gran partido. De todos modos fue una noche histórica para él".
El manager de los Astros, Bo Porter, también reconoció el trabajo de Darvish, pero dijo que tampoco querían ser el lado negativo de la historia.
"Tuvo control de todos sus lanzamientos", consideró. "Tuvo velocidad, estuvo arriba en la cuenta. Su defensiva ayudó mucho, pero el tipo estuvo increíble".
"Mi reconocimiento a Darvish, estuvo increíble esta noche", agregó. "Todos sentimos alivio (entre los Astros), nadie quiere ser parte de la historia de esa manera".
Darvish dijo que será una noche para recordar quizá toda su vida, pero que a partir de mañana tiene que concentrarse en su siguiente apertura.
"Si llegas tan lejos, quieres terminar realmente fuerte", dijo. "Creo que en esos momentos es cuando se diferencían a los pítchers que son capaces de lanzar un juego perfecto o simplemente estar cerca".
"A mi todavía me faltan algunas cosas", agregó. "De cualquier manera, será un gran recuerdo".
Los Vigilantes cerrarán este miércoles su serie inagural de la temporada frente a los Astros con Alexi Ogando en la loma, frente a Philip Humber.
"Fue nuestro primer triunfo y jugamos juntos en realidad bien", mencionó Darvish. "Espero que la manera en que jugamos hoy nos lidere para ganar muchos en el curso de la temporada".
"Mis compañeros me ayudaron con grandes carreras e hicieron mi trabajo más fácil".