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Experto del nudillo

NUEVA YORK -- Flotando hacía el plato, algunas veces la bola de nudillo no llega al destino donde el receptor originalmente posiciona su inmenso guante, preparado especialmente para recibirlo.

Para muchos receptores puede ser una pesadilla -- prolongan turnos de bateadores, la inhabilidad de recibir el lanzamiento permite a los corredores avanzar de una base a la próxima, algunas veces afectan de alguna manera el marcador del partido y varias veces toman parte de los bloopers que corren el las pantallas de los estadios. Pero para pocos que se pueden contar con una mano, la habilidad de recibir los nudillos los convierten en una gran necesidad.

¿Entonces por que es fácil para tantos y no para una minoría?

"La verdad que yo creo que es la concentración. No es fácil seguir la trayectoria", dictó Henry Blanco, el veterano de 16 campañas de Grandes Ligas, a ESPNDeportes.com.

"Yo creo que todo el mundo, si pone de su parte, se puede hacer los ajustes. Yo creo que todo el mundo puede ser capaz pues de (recibirle) a un nudillista".

Alocadamente, en mayo del 2006, los Medias Rojas tuvieron que adquirir de nuevo al receptor Doug Mirabelli, quien había sido el receptor personal de Tim Wakefield, unos de los pocos lanzadores que han podido perfeccionar el lanzamiento de nudillo. Josh Bard había conseguido 10 'passed balls' y Mirabelli llego al rescate desde San Diego, escoltado por el departamento de policía de Boston para poder llegar a tiempo a Fenway Park.

Al igual que Mirabelli, Blanco nunca ha sido reconocido por su proeza ofensiva. Sin embargo, su habilidad de poder recibir a un nudillista le extendió la carrera.

El dominio de Blanco no transcurrió con el mismo dramatismo de Mirabelli. Ya había trabajado junto a R.A. Dickey durante la temporada del 2010 con los Mets de Nueva York y el dúo logró producir una química que se vió reflejada en un record de 6-1 en ocho salidas para Dickey con Blanco atrás del home controlando el juego.

"Hemos podido conectar y trabajar bien desde (estar) juntos y seguir adelante. Yo creo que ha sido una buena quimica. Pues entre nosotros dos, la verdad que (Dickey) se siente bastante comodo conmigo allá atrás y me (da) bastante confianza", dijo Blanco.

Según Blanco, la parte más crucial para un receptor que pasa de recibir rectas a 95 millas por hora a esperar donde cae el nudillo que flota entre algunas 60-75 millas por hora es estar lo más tranquilo mientras esta agachado.

"La clave es mantenerse uno lo relajado lo mas que pueda. Tratar de mantener el cuerpo lo mas suave que uno pueda para seguir la trayectoria a ese pitcheo".

Muy simple, ¿no?

Solo hay que preguntarle a su compañero, J.P. Arencibia, quien fue el receptor de Dickey en su primera salida del año. Desde entonces, Blanco ha sido el catcher designado del actual Cy Young.

Arencibia es consciente que ningún receptor puede recibir cada entrada de los 162 partidos encima de los partidos en los entrenamientos primaverales. Por eso no esta decepcionado en no ser el receptor cuando Dickey toma la loma cada cinco días.

"Es simplemente difícil. Es un lanzamiento duro porque tu nunca sabes donde va a ir", explicó Arencibia.

El catcher cubanoamericano fue el receptor de Dickey en el último Clásico Mundial del Béisbol.

"Siempre hace algo diferente", continuó Arencenbia sobre el lanzamiento que utilizó Phil y Joe Niekro a lo largo de sus carreras. "Creo que eso es lo que lo hace tan difícil de recibirlo constantemente. Puede hacer algo una vez y algo diferente la próxima".

La mayoría de las salidas de Dickey en su último año con los Mets fueron con Josh Thole detrás del plato. Se especulaba que quizás fuese el su catcher personal, pero Thole, quien fue canjeado junto a Dickey a Toronto, no pudo ganar el trabajo como suplente de Arencibia.

Dickey reconoce el desempeño de su compañero y aplaudió la técnica de Blanco como receptor.

"Henry ha sido muy bueno desde el 2010 cuando lo he tuve a mi lado. Los muchachos que tiene buenas manos tradicionalmente son bueno con (el nudillo) y muchos de los receptores latinoamericanos tienen muy buenas manos", declaró Dickey mientras señaló que Carlos Ruiz, el catcher de los Filis de Filadelfia, se adaptó rápido durante el Juego de Estrellas de la temporada pasada.

Blanco siempre ha tenido buenas manos detrás del plato y justamente por dos temporadas en Atlanta fue el receptor personal del futuro miembro de Cooperstown, Greg Maddux y también trabajó con Tom Glavine y John Smoltz.

"La verdad que es totalmente diferente", señaló Blanco sobre haber recibido a esas tres joyas y últimamente a Dickey.

"Todos son diferentes pero tienen la misma mentalidad. Hay que salir ahí al monticulo y dar el cien por ciento y tratar de ganar los partidos que ellos están trabajando", dijo el venezolano.