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Matthysse no piensa en García

La pelea de Lucas Matthysse y Danny García es una priopridad para Golden Boy Promotions Getty Images

BUENOS AIRES -- Luis Dionisio Barrera, más conocido por "Cuty" es, desde hace casi una década, el entrenador de Lucas Martín Matthysse, a quien Jimmy Lennon, bautizó como "La máquina", antes de que peleara con Lamont Peterson.

Cuty Barrera confiesa, cuando faltan más unos 45 días para la pelea de Lucas frente a Danny García que: "Como siempre, Lucas no piensa en el rival, sino en estar mejor entrenado que nunca". Y, para redondear el concepto, afirma: "Por supuesto que se lo respeta a García, porque es un muy buen boxeador. Yo me encargo de estudiar sus puntos fuertes y débiles, pero ante todo, prefiero que Lucas esté bien entrenado, y ya en este momento, cuando está a punto de empezar los guanteos fuertes, puedo asegurar que Matthysse está muy pero muy bien". El argentino está radicado en la ciudad de Junín --donde nació Luis Angel Firpo--, en la provincia de Buenos Aires, a unos 267 kilómetros de la Capital Federal.

Lucas Matthysse (34-2-0-1 SD, 32 KO), es a los 30 años, el campeón mundial welter junior Interino del WBC, y el 14 de septiembre, en el MGM Grand de Las Vegas, tendrá la oportunidad de consagrarse campeón regular de la división. El actual titular, Danny Garcia (25) aceptó oficialmente la pelea hace diez días. Con un record también invicto de 26 peleas, todas ganadas, 16 KO, el campeón, de origen puertorriqueño, apodado "Swift", es un escollo consagratorio para Lucas ya que, de ganar, se le abren totalmente las puertas del estrellato.

"Yo confío mucho en Lucas porque lo veo, comparto con él todo el tiempo y sé cómo entrena. Y entrena con ganas, con alegría y mucha dedicación", afirma Barrera. La rutina, que ya comenzó hace dos meses, incluye dos horas y cuarto de diferente tipo de ejercicios durante la mañana, de 7 a 9.15, aproximadamente. "Se trabaja en velocidad, en resistencia, en explosión..." No siempre se hace todo lo mismo, "para que haya más variedad y el boxeador esté preparado para todo", afirma Barrera, quien también basa su trabajo en el preparador físico, Gerardo Pereyra.

Lucas Matthysse se presentó por última vez en el Boardwalk de Atlantic City, el 18 de mayo, frente al campeón mundial IBF Lamont Peterson. Cuando la mayoría de los expertos predecían un combate parejo, y hasta con alguna ventaja para el norteamericano por su buen desplazamiento en el ring, lo cierto es que, cuando sonó la campana todo fue absolutamente para el argentino. Peterson, quien sufrió una caída en el primer asalto, producto de una izquierda cruzada a la sien, pareció no recuperarse. Tras sufrir un breve pero intento castigo, incluyendo otra caída en el segundo round, fue rescatado por Steve Smoger en el tercer asalto, sin ninguna queja de su rincón.

Ahora viene Danny García. "Es peligroso con dos golpes, fundamentalmente: el cross y el gancho, los dos de izquierda. Y, por supuesto, en los entrenamientos con sparrings ponemos el ojo en ese tema. Lucas está trabajando por las tardes en nuestro gimnasio, el del promotor Mario Arano, alrededor de otras dos horas y media, y en total hace unos veinte asaltos de los cuales diez son con sparrings. Sin embargo, el guanteo más duro todavía no empezó. Están viniendo a la Argentina dos boxeadores colombianos y dos venezolanos, creo, para darle más ritmo todavía a los guanteos", dice Barrera, quien fue campeón sudamericano de peso welter en 1991 y que como rentado efectuó 84 combates.

Por ahora, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, Matthysse hace guantes con el ecuatoriano radicado en Venezuela Fernando Angulo, Ariel Adriel, Juan Manuel Bonanni, Gustavo Vittori "Y hasta con Carlitos Ponce, que es mosca, porque lo que buscamos es una gran velocidad y eso se consigue variando a los sparrings, que tenga uno siempre fresco y con ganas de tirar golpes, pero también que le vaya planteando problemas diferentes, para que esté preparado para todo".

Como siempre, Lucas no tiene problemas con la balanza, por lo que consume de todo, bien variado. "Está en unas 148 libras, o sea que puede trabajar fuerte y cómodo, sin privarse de nada. Eso es importante para un boxeador. Cuando se piensa todo el día en la balanza, se termina pensando solamente en eso, y no es bueno", afirma Barrera.

"Todo va andar muy bien, llegaremos mejor que nunca, porque la victoria sobre Peterson lo afirmó mejor todavía a Lucas. Después que lo robaron frente a Devon Alexander y Jab Zudah, yo le insistí en que a veces, hay que lucir técnicamente un poquito menos, pero ser más contundente y definir las peleas, y así lo ha venido haciendo. Le pedí que fuera un poco más peleador y un poco menos boxeador. Y mucha gente cree que es solamente un noqueador, aunque Lucas, en realidad, es ante todo, un boxeador de muchos recursos".

Mario Arano, su promotor, afirma que "Esa puede ser una ventaja para nosotros. Yo lo he analizado muchísimo a Danny García y estoy muy confiado en Lucas, creo que es un rival a su medida, aunque, por supuesto, lo respetamos muchísimo, ya que por algo es el campeón regular del Consejo". El grupo de trabajo es el de siempre, con Darío Fernández como principal asistente técnico, con el preparador físico Gerardo Pereyra, el doctor Eduardo Leguizamón y "El Pitufo" Arano como coordinador general. "Somos eso, un equipo y creo que hemos demostrado que se pueden hacer las cosas muy bien cuando cada acá sabe lo que hace y en donde la única estrella es el boxeador", afirma Arano.

Y así, mientras Matthysse trabaja en silencio, Cuty cierra la charla afirmando que "En el boxeo no hay misterios, hay que trabajar, ante todo eso, con alegría, confianza y sin aflojar. Y, para eso, tener que entrenar a un boxeador como Lucas Matthysse, es un verdadero placer".