Jayson Stark 11y

El despido de Charlie Manuel

Eso nunca sucede de forma pura o limpia o sin mancha --esas conferencias de prensa donde se les enseña a los managers la puerta de salida. Así que no había oportunidad de que el final no tan grande de Charlie Manuel en Filadelfia el viernes fuese diferente.

Pero wow. Que escena más rara.

El gerente --Rubén Amaro Jr.-- peleando por no llorar.

El ex manager sentado a su lado, riéndose y diciendo que casi se pone su uniforme para acudir a la conferencia de prensa.

El equipo no pudo llegar al punto de utilizar la palabra, "despedido", para describir lo que acababa de suceder. ("Los Filis anuncian un cambio de manager", rezaba el comunicado de prensa redactado cuidadosamente).

Entonces el manager tomó el micrófono y anunció: "Yo nunca he renunciado a nada. Y yo no renuncié".

Así que si estaban confundidos por lo que acababa de suceder, déjenme tratar de aclararlo.

Charlie Manuel no iba a ser el manager de los Filis de Filadelfia en el 2014. Su gerente sabía eso. Diablos, su gerente sabía ese dato hace meses. Pero lo que forzó este asunto fue que, para esta semana, el manager se enteró también.

Quizás no lo sabía para el Día Inaugural. Quizás no lo sabía hace un mes. Pero entonces llegó la debacle.

Entonces ellos perdieron 19 veces en 23 partidos, incluyendo una malisima racha de 1-13 en dos giras consecutivas como visitantes. Y para el miércoles en la noche, cuando el avión de los Filis despegó desde Atlanta en camino a Filadelfia, Charlie Manuel lo sabía también.

Él sabía que nunca iba a dirigir otro partido con este uniforme. Y a pesar que sus amigos dentro del deporte estaban preocupados de que terminase el mejor trabajo de su vida con un furioso enfrentamiento, Manuel, de 69 años, entendió que no podía dejar que terminara de esa manera.

Así que accedió a participar en la conferencia de prensa en la que se anunció su despido, su "cambio" o lo que fuera que pasó allí. Entonces se paró en el podio y manejó la escena con tanta clase como cualquier otro en su posición lo pudo haber manejado.

Pero no dejen que esas sonrisas y esos agradecimientos los engañen. Charlie Manuel no pensaba que lo que le pasó a los Filis del 2013 fuese su culpa. Él no pensaba que merecía ser despedido. Y ha dejado saber por varios meses que quiere seguir siendo manager --si no en Filadelfia, entonces en alguna otra parte. En cualquier otra parte.

Y que va a llegar un momento en el que deje en claro --posiblemente a su próximo patrono-- que ningún otro manager pudo haber ganado con el roster que se le dio.

Con un cuerpo de lanzadores que anda último en la liga en efectividad.

Con un bullpen que ha permitido más carreras que cualquier otro equipo en su liga.

Con una ofensiva envejecida e impaciente que ha visto la segunda menor cantidad de pitcheos en el béisbol --caso 2,700 menos que los Medias Rojas, si llevan la cuenta-- y sin ser lo suficientemente profunda como para mantener a flote la temporada una vez que comenzaran a salir las lesiones.

Y con un manager que había comenzado a sentir en gran forma, que no tenía el respaldo de su oficina central para atender algunos de los asuntos que él siempre ha podido resolver en el pasado.

Así que pueden apostar que en alguno de estos días, Charlie Manuel va a tener algo que decir sobre todo esto --en otro momento, en otro lugar, en un escenario diferente-- por si alguien allá afuera no se haya dado cuenta de las razones reales por las que su equipo se ha ido al fondo de la tabla de posiciones.

Pero también él sabe, sin duda, que él no fue el único que no estaba contento por la manera en que los Filis del 2013 permitieron que su temporada se fuera por el caño.

Acabado de recibir: Sus jefes --ellos tampoco estaban contentos.

Ellos sabían que su equipo tenía limitaciones. Ellos sabían que este roster no era parecido al de las temporadas gloriosas del 2008-09-10-11. Pero si escuchaban al gerente insistir, hasta en los últimos días, que este equipo "tiene talento" uno no necesita tener gran imaginación para adivinar que él llegó a la conclusión inquietante de que el manager no estaba utilizando bien su talento.

Los equipos con los que Charlie Manuel ganó en Cleveland y Filadelfia, los equipos que él amaba más, no fueron construídos como este equipo. Esos equipos estaban llenos de toleteros, equipos llenos de jugadores regulares establecidos, equipos llenos de nombres con los que el manager podía llenar su tarjeta de alineación 150 veces al año.

En resumen, esos eran los equipo hechos a la medida de un manager que creía en dejar jugar a sus peloteros, dándoles mucha libertad para que fueran ellos mismos y que utilizaba su don de gente para mantener sus tropas contentas y con energía.

Pero este era un equipo que no podía operar de esa manera. No podía golpear la pelota de la manera que lo hacían esos equipos. No podía correr a velocidad de crucero de la manera que lo hacían esos equipos. No podía superar en talento de la manera que lo hacían esos equipos.

Así que, cuanto más los Poderes Que Son en los Filis observaban a Charlie Manuel dirigir de la manera que siempre lo ha hecho – incluso con un roster que ellos sentían que necesitaba otro modo de operar –quedaba más claro para ellos que Ese Tiempo Había Llegado.

Y una vez que ellos sabían, de una vez y por todas, que El Tiempo de Cambiar Managers Había Llegado, la única pregunta que quedaba por responder no era si se iba a cambiar, sino cuando.

Así que en esta última semana, Amaro comenzó a agonizar, según las fuentes, por si este era el momento correcto para hacer la movida. Habló con sus amigos y sus asesores. De hecho, se reunion muchas veces con el propio Manuel.

Y una vez quedó claro que no ganaba nada al forzar a su manager a dirigir en los últimos 42 juegos de la temporada y a sufrir las preguntas incómodas sin ninguna razón en particular, era tiempo de comenzar a escribir los comunicados de prensa.

Pero el otro factor en el momento en que esto ocurrió fue este: Ryne Sandberg ha sido visto por meses como el heredero aparente al trono de Manuel. Pero Amaro no pudo haber dejado más en claro el viernes que su oficina tampoco está segura que él es el hombre correcto para este trabajo.

Así que al hacer esto ahora, los Filis se han dado un espacio de 42 juegos para ver lo que tiene Sandberg en sus manos y como luce --como se maneja ante los medios, como maneja una mezcla rara de jugadores, como encaja bajo la mirada de uno de los trabajos más difíciles como manager en Estados Unidos.

Y pore so es que ellos le colocaron la palabra "interino" a su título el viernes --contrario a, digamos, "sucesor".

Pero de nuevo, este fue un día en Filadelfia donde las palabras utilizadas fueron seleccionadas cuidadosamente --algunas más cuidadosamente y efectivamente que otras. Sin embargo, hay una palabra que sobresale por encima de las demás, una sobre la que no hay confusión alguna.

Y fue la última palabra que el manager más ganador en la historia de los Filis escuchará en una ciudad donde tuvo la oportunidad de participar en un desfile por la Calle Broad.

Por supuesto, esa palabra fue adiós.

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