ESPN.com 11y

Las Ladys del Azteca

MÉXICO -- "Brindemos por las güeras". Quién estuvo ahí podía pensar de inmediato que se trataba de un juego de jóvenes que buscan divertirse. El pretexto es el futbol. El marco, uno de los cientos palcos del Estadio Azteca, donde los aficionados tienen una vista privilegiada y pueden tomar alcohol sin medida. Es el futbol visto desde otra perspectiva.

Sin embargo, cuando el "juego", con el paso de los minutos, se convierte en una filosofía de vida, entonces toma dimensiones increíbles e inadmisibles, como lo sucedido ayer durante el partido en el que México cayó frente a Honduras.

No, no pude ver la tercera falla, gol cantado de los catrachos, en ese momento me lloraban los ojos y no por el sentimiento de tristeza de la derrota, sino porque minutos antes, la intransigencia y prepotencia hecha mujeres había lanzado gas pimienta en dos ocasiones, suficientes para invitar a una decena de palcohabientes a irse, sopena de seguir con los efectos de un "arma" poderosa para ahuyentar "nacos" y todo tipo de "alimañas" que osen faltarle al respeto a lo que yo llamarìa las "Ladys del Azteca".

No confundir que estuve a punto de volver el estómago por el spray arrojado y respirado involuntariamente, que por lo visto en la cancha con el despliegue desastroso del ahora ex equipo del "Chepo"de la Torre. Son cosas diferentes y por supuesto, sensaciones distantes. Lo lamento por los niños que estaban ahí. Ni vela en el entierro. Quién los manda...

Pero, ¿por qué estás mujeres --una de ellas de la facultad de derecho de una universidad privada ubicada en Santa Fe-- pasaron de las amenazas a los hechos advirtiendo un "¡les dije que no se metieran conmigo!" para apretar el gatillo de la soberbia?

Tuve que salir con mi amigo y acompañante al partido, el Dr. Gerardo Meraz, lamentablemente, entre tosidos y lagrimeo, no me percaté si Raúl Allegre, también integrante de ESPN, se fue, lo único que puedo confirmar es que para infortunio de este gran analista de NFL, le tocó vivir más cerca que yo lo sucedido. Diríamos que tenía "palco de honor" del bochorno en el "coloso".

Es verdad que alcohol y soberbia no se llevan bien de la mano. También es real que un aficionado (lo identifico sólo por su tez morena, bueno, eso es lo que le gritaba una de las ladies constantemente, presumiéndole que ella era blanca) le lanzó un vaso dejando a un lado los gritos, situación que derivó en que la más envalentonada hiciera a un lado su feminidad y buscara con los puños, contra los propios hombres, que a una mujer decente no se le puede tratar de esa manera. ¡¡Cómo!!

Lastimada e insultada, su acompañante decidió que en su diccionario la palabra "humillación" no existe, entonces, y en medio de gritos provocadores de "¡mala copa!, ¡mala copa!, ¡mala copa!", hacer uso de la "palabra", tomar su bolso negro sacar su "espada de la justicia" (una botella en el mismo tono) y dar por terminada la batalla. Y es que no es lo mismo tirar con resortera a lanzar pequeñas "bombas" para callar a los 'provocadores" ¿verdad?

He de decir que cuando vi ese objeto, pensé que era algo peligroso, no pude detallarlo bien. Sólo observé que la gente cercana se hizo para atrás, pero ante los gritos de "gorda, gorda, gorda" de los también incitadores, finalmente activó la conciencia ¿o inconsciencia? "fresa" de una de nuestras protagonistas para lanzar el spray simulando --al menos eso me llegó a la cabeza-- matar bichos molestos y repugnantes.

Ah, ¿no entendieron? Pues va otra vez, ¡tómala! Segunda rociada. Ahí sí, les debo que pasó después, porque ya la tos y el lloriqueo me impedía grabar. Salí del palco, voltee a mi lado derecho y me acordé de la escena como en las carreras del hipódromo, cuando abren las compuertas de los caballos y salen destapados, aquí, sinceramente confieso que salían de las puertas de palcos, pero "fumigados" y tosiendo.

No más. Se acabo mi partido. Seguramente el del también piloto Michelle Jourdain que estaba en palco contiguo de las ladys y el de otros más.

No más. No había seguridad. Sólo los gritos de "Ya vámonos" y mamás que se llevaban a sus hijos del lugar bastante preocupadas. Sinceramente, desconozco que pasó con las estudiantes, sólo sé que me adelantaron mi "aztecazo" y sí me hicieron llorar, pero no de pena, ¿eh? Ahora sí que la derrota fue por partida doble, la de México frente a Honduras, y la de la indiscriminación por ser morenitos. Ni hablar, ya mejor ni pensar en cantar "De la sierra morena...". El aztecazo ya estaba consumado, lo malo es que aquí no "destituyeron" a nadie y seguramente seguirán estas aficionadas tan campantes como si nada. Bien dicen que el futbol es tan noble, que conviven ricos y pobres o mejor dicho "blancos, morenos y nacos...".

^ Al Inicio ^