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No apto para visitantes

Los hinchas de River sólo podrían ir a la final, como visitantes Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- "La prohibición del ingreso de hinchas visitantes es una medida preventiva, River no es el responsable y Boca no tiene por qué sancionar a River en el próximo torneo. Si los visitantes vuelven, Boca le va a dar entradas a River. El club no generó ningún comunicado, sería una actitud caprichosa, de no comprensión de cuál es la situación real del próximo torneo."

El que hizo esta muy necesaria aclaración es el secretario general de Boca, César Martucci, en diálogo con TyC Sports. La información precedente -refutada por el directivo- daba cuenta de la negativa del club a entregarles tickets a los hinchas de River en 2014, aunque la restricción para los visitantes caduque mucho antes.

Era, supuestamente, la respuesta de Boca a la decisión de AFA de mantener la exclusión actual, lo que impedirá a su público asistir al Superclásico del 6 de octubre en el Monumental.

Sonaba a berrinche, falta de tacto político, en medio de una situación de violencia que alcanzó un grado de complejidad y protagonismo que obliga a ajustes drásticos.

Es bueno que Boca haya desmentido la existencia de un comunicado en contra de la corriente. Sobre todo porque la barra del club acredita dos cadáveres recientes. En julio pasado, la sangrienta interna tuvo un destacado capítulo antes de un partido con San Lorenzo, finalmente suspendido a causa de las muertes.

Y es igualmente importante que la aclaración provenga de un dirigente como Martucci, mencionado en una escucha telefónica en el affaire Maximiliano Mazzaro. Es decir, sospechado de complicidad con lo más pesado de la tribuna.

Es evidente que la prohibición al público visitante no resolverá el problema creciente de la violencia, en el que, como se señaló hasta el cansancio (sin que el panorama haya cambiado mucho), los dirigentes son grandes responsables.

Se sabe además que las disputas más cruentas se producen entre sectores de una misma barra. Es una lucha por el botín, los negocios. No por los colores, los trapos, algo que, según la lógica conocida hasta estos días, servía de coartada para las peleas entre hinchadas.

Sin embargo, la presencia exclusiva de espectadores locales aporta cierta racionalidad a los dispositivos de seguridad. Tal vez algunos extrañen el contrapunto entre hinchadas. Pero el costo de ese folklore era que la policía del área metropolitana destinaba su dotación íntegra para escoltar micros con hinchas de toda procedencia. Ya fuera una numerosa caravana de Racing o un puñado de seguidores de Talleres de Remedios de Escalada.

Esto achica sensiblemente el gasto de los clubes organizadores (y libera policías para tareas más necesarias). Por lo demás, los equipos grandes pueden cubrir el hueco con hinchas y socios propios (Boca, por ejemplo, necesita lugar y no visitantes), sin resignar dinero.

Los que pierden son los chicos, que, ahora y siempre, esperan los encuentros con los equipos más importantes para fortalecer la tesorería. En este nuevo escenario, los clubes de menor rango no parecen sustentables. Quizá la llegada del AFA Plus les depare noticias mejores.