BARCELONA -- Seis lesiones, o recaídas, en seis meses no son asunto menor en un deportista profesional, y si se llama Lionel Messi, el tema adquiere una trascendencia absoluta. Así, no es extraña la preocupación existente en el seno del FC Barcelona respecto al estado físico de su estrella.
El club, de acuerdo con el propio futbolista, no tiene intención alguna de forzar las cosas y se especula con que aunque estuviera listo antes, su regreso a los campos no se produciría hasta el partido en San Siro, en lo que se considera la Semana grande del Barça a finales de octubre.
Messi podría, de cumplirse los plazos de recuperación, reaparecer el 19 de octubre en Pamplona frente al Osasuna. Antes verá por televisión el partido de Champions en Glasgow frente al Celtic y desde la tribuna el liguero ante el Valladolid.
A partir de ahí, de acuerdo con fuentes cercanas al club, Leo habría decidido permanecer en Barcelona para seguir su recuperación. El '10' ya habló directamente con Alejandro Sabella para hacerle saber que no estará en condiciones de jugar con la selección frente a Perú y Uruguay (partidos intrascendentes, pues Argentina ya consiguió su boleto para el Mundial) y no viajará a su país.
Pero el Barça, y sus servicios médicos especialmente, se toman muy en serio este último percance de Messi. Tanto es así que hoy por hoy su alineación en el campo del Osasuna es más improbable que posible. Tres días después del choque liguero en El Sadar el Barça se enfrenta en San Siro al Milan en Champions. Y esa fecha está marcada especialmente.
De hecho, en el club y entre el cuerpo técnico hay fijados los diez últimos días de octubre como momentos trascendentes de la primera parte de la temporada. Dependiendo del resultado en Glasgow, el desplazamiento a Milán puede ser trascendente en clave de clasificación a los octavos de final de la Champions.
Pero el fin de semana siguiente, se especula que el domingo 27, se disputará el primer clásico frente al Real Madrid, que viendo la actual situación liguera casi podría sentenciar la 'eliminación' merengue en la lucha por el campeonato, pues de mantenerse esta renta de cinco puntos, alejar al equipo de Ancelotti hasta los ocho en diez jornadas sería un duro golpe en las aspiraciones del acérrimo rival.
Y es por ello que desde Rosell y hasta Martino y todo el vestuario, se concluye que lo que interesa es que Messi esté a punto en ese momento de la temporada.
Que descanse y se recupere en las próximas tres semanas y regrese a los campos a tope para liderar lo que se espera pueda ser un despegue definitivo del equipo azulgrana.
Todo ello sin olvidarse de 'estudiar' a fondo qué pasa con un futbolista que ha padecido más percances físicos en los últimos seis meses que los que sufrió en los cinco anteriores años.