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El fútbol americano y el fútbol sudamericano

Algunas ideas de la NFL podrían mejorar nuestro fútbol Getty Images

BUENOS AIRES -- Hace un par de días estuve en Green Bay, en Wisconsin, Estados Unidos, una de las cunas del fútbol americano. Invitado por mi amigo Gabriel Saxtong, profesor, crítico literario y uno de los mejores escritores de esta región, fuimos a ver un clásico entre los llamados "verdes", el equipo de la ciudad y los blancos de Philadelphia.

El partido fue emotivo y lo miramos mientras comíamos unas famosas Fajitas, mexicanas. Un manjar. Lo cierto es que los verdes de Green Bey, sucumbieron ante el poderío de los de Philadelphia.

"Pese a los millones que maneja la Liga, Cucu, me dijo mi amigo Gabriel, este deporte tiene un extraño sentido socialista". Mientras picábamos, Gabriel me explicaba el funcionamiento de la Liga de fútbol americano. Me contó algo que me pareció interesante.

Escrito en grandes trazos, significaba que todo lo que generaba la Liga de ganancias era repartido en partes iguales entre todos los equipos y al final de la temporada, los que tuvieron un mal papel, es decir los últimos, tenían la posibilidad de ser los primeros a la hora de fichar nuevos jugadores.

Gabriel Saxtong es peruano-americano y me contó que, en materia de fútbol latinoamericano es hincha del club César Vallejo, un equipo nuevo del fútbol peruano. Mientras Gabriel me comentaba estas cosas desconocidas para mí. Pensé de inmediato en el fútbol nuestro de cada día.

¿Podrían River y Boca, repartir sus ganancias en un fondo común para todos los equipos de la Primera División? ¿Y los demás? All Boys, Arsenal, San Lorenzo, etc., ¿se animarían a hacer lo mismo? ¿Serían capaces de ceder a préstamos algunos jugadores y buscar otros en los demás equipos?

Más allá de sus reglas, de sus controles, el fútbol americano y el futbol latinoamericano comparten la misma e inaudita pasión. Son capaces de detener la vida de una ciudad, de un país entero. Las cafeterías (como en Buenos Aires) estaban llenas y la gente salía a la calle con sus camisetas y sus gorros. En todos lados, el partido era lo más importante.

Es tanta la pasión que despierta este deporte que en el campus universitario donde me alojé los estudiantes pasaban con cara larga, casi llorando. Y no es para menos, el equipo de la ciudad acababa de perder uno de sus grandes duelos.

En el bar mexicano Gabriel Sextong me pregunta por Boca Juniors. Alejado de Buenos Aires hace un mes, sé tan poco...

Llego al campus a la noche y cae la nieve. No puedo dormir y extraño Buenos Aires. Imagino a un fútbol argentino con otras reglas. Boca cediendo a Riquelme para que juegue en otros clubes durante una temporada. Boyero, el nuevo crack de Argentinos Juniors, pasando para Racing que es uno de los equipos con peor puntaje. Teo Gutierrez prestado para que juegue en Rosario Central, eso imagino.

Salto de la cama y me dio cuenta que otro fútbol es posible, que mejorar la parte administrativa y normativa del fútbol argentino es fundamental y cada día más necesaria.