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República Checa, con toda la gloria

BELGRADO -- Otra vez. Como en 2012, República Checa se quedó con toda la gloria. Radek Stepanek venció a Dusan Lajovic por un claro 6-3, 6-1 y 6-1 y se encargó de quitarle emoción a la definición, cerrando la final por 3-2 a favor de República Checa ante Serbia, en Belgrado. Antes, Novak Djokovic venció a Tomas Berdych pero no alcanzó.

Así, República Checa es el primer campeón como visitante desde que lo hiciera España en 2008, ante Argentina, en Mar del Plata. Además, venció a Serbia por segundo año consecutivo, ya que en 2012, se llevaron la victoria, en un año en el que acabarían coronándose campeones. En la última temporada, la victoria checa en la final también llegó en el quinto punto con otra victoria de Radek Stepanek (ante el español Nicolás Almagro).

Con la final igualada 2-2, Stepanek salió a demostrar que era el favorito ante Lajovic. Contrario a lo que uno podría pensar, el 44º en el ranking mundial y el más experimentado (35 años), comenzó atado. Por eso, perdió el servicio rápidamente en el primer game del encuentro. Sin embargo, recuperó al instante el quiebre y hasta se puso 4-1, en un partido que ya se presentaba con un nivel mucho más bajo que en el anterior. Con esa tónica, mantuvo su servicio hasta el final del set para el 6-3 ante Lajovic (117º ATP) que poco podía hacer, a pesar de la localía.

Ya en el segundo, se mantuvo más firme desde el arranque y sus ataques a la red no
podían ser neutralizados. Por eso, se adelantó 3-0, suficiente para llevarse el segundo parcial pero por 6-1, ya que logró quebrar, también, en el séptimo game.

En el tercero, el desnivel llegó en el cuarto y en el sexto game y no tuvo mayores problemas para quedarse con el encuentro en apenas una hora y 52 minutos de juego en donde el campeón aprovechó 7 de las 15 chances de quiebre contra el perfecto, pero poco útil 1/1 del local, que apenas ganó el 27% de los puntos con su segundo servicio.

Novak Djokovic le había dado un poco de aire a Serbia. El número dos del mundo se impuso por 6-4, 7-6 (5) y 6-2 a Tomas Berdych en el cuarto punto de la final de la Copa Davis.

Djokovic pasó por todos los estados en el partido. Batalló en el primer set ante la adversidad de no aprovechar oportunidades con su devolución, se adueñó con lo justo de un segundo parcial que le parecía esquivo y lo cerró en el tercero con una notable superioridad ante Berdych. Gran victoria en sets corridos, que permite seguir soñando al combinado local.

El partido comenzó con un ritmo estupendo, con ambos con decisión ofensiva y buscando mandar desde el fondo. Djokovic, un poco más gracias a su servicio y, fundamentalmente, por su devolución. Sin embargo le costó mucho hacer la diferencia en el marcador. Recién en el décimo juego pudo inclinar la balanza a su favor.

Berdych resolvió sus problemas con su derecha y demostrando jerarquía para escaparse de los momentos difíciles, en un gran nivel. Tuvo dos break point en contra en el 1-2; y otros cuatro en el 3-4, que llevaron a Djokovic, en un momento de pura impotencia, a estrellar su raqueta contra el piso. Pero su resistencia tuvo su punto final en el décimo game, en el que, de todas maneras, llegó a levantar tres puntos para set.

Punto de inflexión, sin dudas. Inimaginable lo que podría haber pasado por la cabeza de Djokovic en caso de haber dejado pasar diez puntos de quiebre y cuatro sets points. El serbio, de la mano de una estupenda devolución, aprovechó una duda -sólo una duda- de Berdych en un break y sacó la primera diferencia en el marcador.

El saque fue lo que marcó el pulso del segundo set. Un poco mejor Berdych en este ítem, ya que Djokovic no estuvo del todo efectivo con el primero. De todas maneras, el serbio lo tuvo a mano cuándo lo necesitó, en el 4-4. Inicialmente salvó dos situaciones de quiebre -las únicas de la manga- por un par de fallas ofensivas del checo (un revés ancho y una derecha larga) y luego cerró el game con dos servicios ganadores.

La historia, desembocó en el tie break. Berdych estuvo mejor posicionado, con la iniciativa y moviendo a Djokovic. Hasta gozó de una buena ventaja de 4-2 y, prácticamente, tuvo el set en sus manos: falló una volea alta de revés, pegada a la red, con el 5-4 a favor. El serbio, quirúrgico para estas situaciones, se aprovechó de las debilidades de su rival, puso presión con su bola en juego y se abrazó a dos errores de revés (uno ofensivo paralelo y otro con slice de cambio de ritmo) para tomar ventaja de 6-4 y 7-6 (5), en poco más de dos horas de acción.

La situación anímica se metió de lleno en el partido. Berdych, que no había perdido más de dos puntos por game de servicio (y nueve en total) en el segundo set, quedó rápidamente en problemas. Djokovic, aprovechando su momento en el partido, quebró y ratificó el golpe con su servicio: 2-0 de arranque. Parecía no haber cansancio por su seguidilla de partidos ni fastidio (tiró su raqueta tres veces en los dos sets iniciales) que frenara al número dos del mundo.

Y no hubo freno para el serbio, que ahora acumula 24 triunfos consecutivos -invicto en Davis en 2013- y una marca personal de 15-2 (13-0 en canchas duras) ante Berdych. Volvió a quebrar en el séptimo game, graficó la victoria con su servicio y puso el 2-2 en la final de la Copa Davis.

En definitiva, el festejo fue 100% checo. Como en 1980 (bajo el nombre de Checoslovaquia) y como en 2012. Y, otra vez, con Tomas Berdych y Radek Stepanek como únicos estandartes.


LA SERIE

Viernes
R1: Novak Djokovic (SRB) a Radek Stepanek (CZE) por 7-5, 6-1 y 6-4
R2: Tomas Berdych (CZE) a Dusan Lajovic (SRB) por 6-3, 6-4 y 6-3

Sábado
R3: Berdych/Stepanek (CZE) a Bozoljac/Zimonjic (SRB) por 6-2, 6-4 y 7-6 (4)

Domingo
R4: Novak Djokovic (SRB) a Tomas Berdych (CZE) por 6-4, 7-6 (5) y 6-2
R5: Radek Stepanek (CZE) a Dusan Lajovic (SRB) por 6-3, 6-1 y 6-1