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¿Estarán a la altura?

MIAMI -- Dos meses atrás, los Miami Dolphins eran el foco de la prensa nacional por todas las razones equivocadas.

Palabras como bullying, abuso de poder, suspensión y vestidor quebrado estaban a la orden del día.

Miami tiene un registro de 5-2 desde que Jonathan Martin dejó las instalaciones de los Dolphins y ahora las distracciones son simplemente un recuerdo lejano.

Es que las victorias todo lo curan en la NFL y en cualquier deporte, y hoy los Dolphins controlan su propio destino de postemporada.

Así como muchas veces lo hemos criticado, hoy que darle crédito al entrenador en jefe Joe Philbin, que pasó de estar en el asiento caliente a asegurarse que sus dirigidos se concentren únicamente en el fútbol americano.

El resultado ha sido un Bryant McKinnie que ha resultado ser una buena adición a la línea ofensiva y un Sam Brenner que ha sido una grata sorpresa, y junto a Mike Pouncey hoy por hoy el único que tendría un lugar como titular en una unidad que atravesará una reconstrucción completa de cara a la siguiente campaña.

Hasta Tyson Clabo está jugando mejor para una línea ofensiva, que aunque sigue siendo un problema, ha mejorado notablemente.

Ante la crisis, el vestidor se unió y la química en el emparrillado es ahora más evidente que nunca.

Por supuesto que ayuda el hecho de que el mariscal Ryan Tannehill viene de tener posiblemente el mejor partido de su carrera ante los Patriots.

Todavía debe mejorar su precisión en los envíos a lo profundo, pero ha mostrado mejor presencia en el bolsillo, se ha transformado en un especialista en las series de dos minutos, y aún más importantes, sus compañeros empiezan a confiar más en él.

Sí, incluso el hombre de los 60 millones de dólares Mike Wallace, que empieza de a poco a colocarse en la misma página que su mariscal de campo.

Charles Clay se ha transformado en un muy buen ala cerrada, Brian Hartline es una garantía y la defensiva posee dos grandes armas de carga en Cameron Wake y Olivier Vernon y tiene a un esquinero de elite en Brent Grimes.

Las piezas están allí, pero ha sido recién en el último mes que este equipo ha empezado a jugar como es capaz de hacerlo.

¿Son un equipo capaz de ganar un Super Bowl?

No.

Por esa razón, muchos fans de Miami creen que clasificar no sería lo mejor, pero no puedo estar más en desacuerdo con ellos.

Una presencia en playoffs ayudaría para ver cómo responde Tannehill ante esa clase de presión, pero más que nada ayudaría a cambiar la cultura perdedora que se ha instalado en la ciudad.

Esa cultura ganadora de los años 70 ya es cosa del pasado, y hoy en Miami ya se anticipan cosas malas antes de que sucedan.

Ante cada error, se escucha "típico de los Dolphins".

Ganar es una costumbre, y una presencia en playoffs ayudaría a volver a los aires ganadores, a cambiar la cultura y volver a pensar en positivo.

Dos victorias los separan de esa meta.

No será sencillo dado que visitar Orchard Park siempre es complicado para los Dolphins y a los Jets pocas cosas les gustarían más que ser los aguafiestas.

Pero la oportunidad está allí, al alcance de sus manos.

Si Miami gana y pierden tanto Baltimore y Cincinnati en la semana 16, los Dolphins estarán oficialmente en la postemporada.

Aunque no es momento de pensar en los demás, simplemente de preocuparse por lo que uno puede controlar.

Cambiar la cultura no es sencillo, y como de costumbre los Dolphins, tendrán que sufrir hasta el final.

Dos victorias significarían un paso en la dirección indicada y el despertar de un sueño.

¿Estará a la altura Miami?

Nos enteraremos en las próximas dos semanas, pero lo que sí es seguro es que los Dolphins están nuevamente en la escena nacional, y esta vez es por las razones indicadas.