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Un viaje a la eliminación del Mineiro en el Mundial de Clubes

BUENOS AIRES -- El calor mata en Buenos Aires. Los cortes de luz, los negocios cerrados en Once por causa de los apagones de luz que, algunos dicen son preparados, mientras que otros dicen que son por falta de inversión y presupuesto. Pero eso a la gente no le importa.

No anda la heladera, no anda el ventilador de pie o el aire acondicionado y todo se complica en la vida urbana porteña. Sin ir más lejos, ayer caminaba por Once y quise entrar a un supoermercado d enombre francés y en la puerta me pararon dos gigantes diciéndome que estaba cerrado. ¡Pero si son las dos de la tarde!, les recriminé. "Muchacho, no insista el local está cerrado. Retirese, por favor".

Todos los negocios bajaban sus persianas por temor a los saqueos. Y de pronto, por Lavalle y Uriburu me quedé solo. La calle vacía, el cielo oscuro porque parecía que se venía una tormenta de otro mundo…

De pronto, me faltó el aire, me bajó la presión o simplemente me cansé de este diciembre navideño insoportable y me dejé caer en el asfalto caliente.

Me desperté en un hospital de campaña en el medio de la selva africana. Estaba atendido por cinco africanas gordas y hermosas, enfermeras vestidas de verde que hablaban en francés, un idioma que manejo a la perfección.

En la pantalla del televisor estaba jugando Atlético Mineiro ante el poderoso Raja Casablanca, un equipazo africano. Ronaldinho y compañía quedaban afuera del Mundial de clubes y a manos del Raja.

Por mi ventana, entraban ruidos de alaridos, gritos, gruñidos, escarceos, chillidos, pío píos, maullidos, ladridos, rugidos de los animales salvajes de la selva. El gol del Raja Casablanca y la eliminación de mi admirado Ronaldinho del Mundial de Clubes era festejado por toda la selva.

¿Qué hago acá? ¿Dónde está mi barrio de Once con sus saqueos y cortes de calle? Las super sensuales enfermeras africanas me miraban con felicidad.

-- Te trajimos acá en una nave espacial, Cucu querido, para que escribas especialmente sobre este gran triunfo africano. Me dijo la más sensual de todas.
--Soy admirador del fútbol brasileño, solo puedo escribir a favor.
-- ¡Ay, papi, Cucu dulce, no seas singao! El fútbol brasileño está en caída total igual que el fútbol europeo. Tienen mucha prensa pero nada más.
-- Papi lindo, tiene razón Yunisleidi, Brasil es pura publicidad. Falta un equipo que lo ataque y se acaban las individualidades y el fútbol bonito. Acuerdate lo que te digo: Brasil no pasa los octavos de final. Será la gran decepción del mundial... Intervino la otra enfermera, especialista en fútbol africano.

Como argentino debía sentirme feliz de que hayan eliminado al Atlético Mineiro, pero la verdad, no me gustaba la mala fama que le hacían a Brasil y a Argentina en África, en medio de la selva, precisamente.

Bayern Munich-Atlético Mineiro, hubiese sido la final soñada. No se dio, es una pena. Pero también es una llamada de atención. ¿Tendrán razón las enfermeras africanas? ¿El fútbol brasileño está en picada?

Mientras lo averiguo, una de las enfermeras se me acercó y me pinchó el brazo. Al instante, me quedé dormido.