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Una legión explosiva

El esquinero Richard Sherman es el miembro más expresivo de la Legion of Boom en Seattle. USA TODAY Sports

SEATTLE -- Siempre existió un plan. Para el resto de la liga, era odioso: cuatro backs defensivos pavoneándose, bailando y moviendo la boca en una esquina olvidada por el fútbol americano. "Te adoro, hermano", se dicen uno a otro en los calentamientos. Y los oponentes odiaban enfrentarlos.

Pero así es la forma en que Richard Sherman lo trazó. Se levantaba en la noche, revisando su material como comediante a punto de entrar al escenario. He visto mejores manos en una serpiente. Son un montón de malas rutas y palabras.

Sherman, selección de quinta ronda de los Seattle Seahawks en el 2011, hacía esto antes de tener cualquier influencia en la NFL. Ahora, en la mayoría de las sedes de NFL, esto no serviría. Pero el coach de Sherman es Pete Carroll, un libre pensador que permite a sus muchachos ser quienes quieran ser, siempre y cuando su creatividad no lastime al equipo. Pero hacia el punto medio de la temporada 2012, luego que Sherman se burló del mariscal de campo de los New England Patriots, Tom Brady, y comenzó a llamarse "Optimus Prime", incluso Carroll levantó la ceja.

Así que Carroll convocó a Sherman a su oficina. Carroll no gritó; sólo quería saber qué pretendía Sherman con todo eso.

Sherman se tornó serio. Le dijo a Carroll que quería llegar al Salón de la Fama, quería que la gente considerara a los back defensivos de Seahawks los mejores en la liga. Sherman dijo saber que eran los mejores, pero debían atraer atención y él ya no quería esperar.

"De acuerdo", dijo Carroll. "Hazlo".

Es el último lunes del 2012. Los Seahawks son la siembra N° 1 de la NFC y disfrutan semana de descanso. Kam Chancellor se escapa para obtener un masaje, pero primero discute los orígenes de la "Legion of Boom," el apodo para un grupo de back defensivos que han cautivado el corazón de Seattle.

Cada gran defensiva tiene un apodo, ¿cierto? La Steel Curtain, los Monsters of the Midway... Sólo que los Seahawks, nunca carentes de palabras, no podían aterrizar nada en esta extraña ocasión. "Los Cuatro Jinetes", fue una sugerencia, pero no, eso ya se había utilizado y era excluyente. "Somos más de cuatro", sostuvo Sherman.

Chancellor habló en un programa de radio cuando se le preguntó qué tipo de jugador era, y el safety de 6'3" y 232 libras dijo que le gustaba brindar el "boom". Poco después, un aficionado ofreció el apoyo "Legion of Boom" vía Twitter. Se imprimieron playeras, tapetes, calcomanías y se crearon leyendas.

Ninguna parte de la promoción parecía exagerada. La secundaria es la identidad de Seattle y es castigadora, ruidosa y, de alguna forma, divertida. Es intimidante, ayudando a colectar una cifra máxima de la liga con 28 intercepciones y una colección amplia de cuerpos lesionados y egos. Puede enloquecerte, ver a Sherman y sus amigos volando, gesticulando mucho, felicitándose uno a otro como chicos de preparatoria después de cada jugada grande.

"Están muy, muy conectados", afirmó Carroll. "Pienso que ilustran y demuestran el espíritu de este equipo mejor que cualquier grupo".

Los Seahawks tuvieron la mejor defensiva global y la mejor aérea de la NFL en el 2013. Permitieron apenas 172 yardas aéreas por juego y los pasadores tuvieron un corto 63.4 de índice.

Lo han hecho con una de las secundarias más jóvenes de la liga --ninguno de los titulares tiene más de 25 años-- y con una colección de jugadores que se consideraban en el fondo de los desperdicios; en su mayoría de quinta y sexta ronda considerados ya fuese muy grandes, muy chicos o simplemente fuera del panorama.

Carroll, quien comenzó a entrenar backs defensivos hace casi cuatro décadas, tomó un perfil poco convencional. Colocó cuerpos grandes y atléticos en puestos que normalmente se ocupaban por personas más pequeñas y rápidas.

Construyó una secundaria con algo qué demostrar.

"Estos chicos tienen historiales diversos", expuso Carroll. "Vienen desde Los Ángeles hasta Texas, hasta las montañas de Virginia. Vaya, están tan distanciados como se puede. Pero pienso que es la causa que los une. Se han juntado para ser grandes y harán todo lo que se necesite, parte de ello es ayudarse mutuamente a ser mejores".

Sólo hay un requisito verdadero para jugar en la secundaria de los Seahawks, de acuerdo con Carroll. Tienes que saber atrapar el balón. La confianza es fundamental también, porque Carroll la exuda.

El día previo al final de la temporada regular contra los St. Louis Rams --un juego que amarraría el título de la NFC Oeste para los Seahawks-- Carroll trajo a Bill Russell para hablar con el equipo.

"La noche previa a los playoffs, todos le preguntaban, '¿estás nervioso?'", dijo el esquinero Byron Maxwell, recordando el discurso de Russell. "Y dice, 'No. No estoy jugando contra Bill Russell y los Celtics'. Así que es esa mentalidad. Tienen que lidiar con nosotros. "No es presunción. Es confianza".

Cada miembro de la Legion of Boom tiene un rol. Chancellor es el ejecutor. Está constituido como un apoyador. Sus golpes son tan feroces que, de acuerdo con un tweet del ex safety de los Arizona Cardinals, Hamza Abdullah, en una ocasión Chancellor levantó a un ala cerrada tanto que vio el alma del chico "salir de Qwest Field justo en esa yarda 35".

Sherman es el cerebro de la operación. También es largo y atlético y puede atrapar prácticamente todo, liderando la NFL con ocho intercepciones en el 2013. Earl Thomas es probablemente el líder, el único de todos seleccionado en primera ronda (2010), el que siempre está en el centro de todo, quien actúa todos los días como si fuera su último. Thomas es el más pequeño de la secundaria con 5'10". Pero la sola presencia del safety libre previene jugadas grandes. "Piensen cuántas veces en el último año han visto una ruta de poste, la cual es una de las rutas más comunes en el fútbol americano, lanzada hacia nuestra defensiva", indicó Carroll. "No pasa muy seguido. Me cuesta trabajo recordar alguna".

Y está Maxwell, un esquinero discreto que fue selección de sexta ronda salido de Clemson en el 2011. Maxwell tiene cuatro intercepciones en los últimos cuatro partidos.

Sherman pausa cuando le preguntan sobre el rol de Maxwell. "Estoy tratando de pensar en la analogía perfecta", sostuvo. "Es el nuevo chico en la cuadra".

Maxwell ha tomado el puesto de Walter Thurmond, quien fue suspendido cuatro juegos por violar la política de abuso de sustancias de la NFL.

Thurmond está de regreso, pero fue Maxwell quien inició en el cierre de la temporada contra los Rams. Están jugando porque un miembro crucial de la L.O.B., Brandon Browner, está ausente, suspendido indefinidamente por violar, por su parte, la misma política de la liga. Quizá Browner tenga la mejor historia del grupo. No fue reclutado, tuvo un pequeño período con los Broncos, pasó las siguientes cuatro temporadas en la Canadian Football League antes que Carroll lo llevara a Seattle. Tras su primera temporada completa en la NFL durante el 2011, Browner llegó al Pro Bowl.

Aunque Maxwell ha encajado perfectamente, algo falta. Extrañan a Browner. Ha estado bajo tierra desde que se alejó del equipo, escribiendo ocasionalmente en Twitter y, cuando llega a subir algo, es usualmente una nota de apoyo a sus compañeros. En la parte superior de su perfil se lee, "Los Momentos Difíciles No Duran, Las Personas Fuertes Sí".

Son una hermandad. Es la palabra más utilizada entre la secundaria. Intercambian los "te adoro" antes de cada juego, despreocupados de cómo pueda interpretarse, porque saben que podría ser la última vez que jueguen juntos.

"Pienso que la mayor clave es que el afecto mutuo de todo el grupo es genuino", expresó Chancellor. "No hay nada falso sobre eso. Sabemos que nuestro equipo nos respalda. Si esa es la mentalidad, sabemos que como unidad seremos poderosos". Toman vacaciones juntos en Miami y viajan anualmente al lago Chelan en el este de Washington; hacen esnórquel, navegan, aclaran su mente. Toda la secundaria --más otra buena parte del equipo-- fueron a un concierto de Drake recientemente. La inclusión del grupo es algo que muchos creen ayuda a los suplentes a encajar.

Sherman conoció a Thomas y Chancellor durante la huelga del 2011. Fueron a un gimnasio de L.A. a jugar básquetbol contra un equipo del guardia profesional de la NBA, Jamal Crawford. Sherman nunca había hablado con sus nuevos compañeros antes de ello, pero le sorprendió lo bien que jugaron juntos ese día.

"Simplemente tuvimos buena química allá afuera", compartió.

No todo fue amor al principio. En esos primeros días juntos en el 2011, los backs defensivos, dijo Sherman, "éramos un montón de individuos".

Thomas era el único con experiencia titular y casi vio la banca en su temporada de novato. Era muy impredecible. Quizá su presión era mucha. El All-American de Texas, en intentos desesperados por probarse, pensaba que necesitaba hacer jugadas grandes. Sus entrenadores sólo querían que se concentrara en jugar la defensiva que mandaban.

"Solía brincar por todos lados y perseguir todo como si le cortaran la cabeza", recordó Carroll. "Quería hacer lo correcto. Simplemente tenía una percepción de muchacho joven".

Chancellor jugó la temporada del 2010 detrás del veterano Lawyer Milloy. A diferencia de Thomas, Chancellor tuvo que pasar la mayor parte de su vida sin ser tomado en cuenta. Su nombre era mal escrito por los visores. Fue a Virginia Tech como mariscal de campo, pero cambió de posición dos veces antes de hallar su hogar como safety. Esperó hasta la selección N° 133 para ser tomado por Seattle en el 2010.

Pero en el primer mes de Chancellor como titular en el 2011, ya no era anónimo. Los Seahawks jugaban en Arizona. Chancellor ejecutó un bloqueo doloroso que mandó volando al ala cerrada Todd Heap. Chancellor fue castigado y ambos equipos se fueron a los golpes. La Legion of Boom tomaba forma. Alimentada por desaires, soportada por una nueva amistad, la secundaria despegó.

Chancellor, Thomas y Browner terminaron en la plantilla del Pro Bowl, y sumaron a Sherman al viaje a Hawaii para compartir el momento.

"Reconozco que fui reclutado en la quinta ronda", dijo Chancellor. "Pienso que fue una bendición. Sucedió por una razón. Estoy aquí afuera en Seattle haciendo lo que hago, lo que amo hacer y me pagan por ello".

El ex esquinero de los Seahawks, Shawn Springs, dijo que su diversión es evidente, y esta secundaria le recuerda a los grandes backfields de los Washington Redskins con los que jugó en los 2000, LaRon Landry, Carlos Rogers y el difunto Sean Taylor.

"Solíamos tener competencia interna porque sentíamos que éramos los mejores", manifestó Springs. "Y siento que ellos piensan lo mismo. Nadie quiere ser el eslabón débil. Te alimentas de esa energía.

"Es emocionante ver el éxito de los Seahawks a través de ellos. Es impresionante ver cómo han transformado la ciudad esos muchachos".

En el 2011, cuando se volvió claro para Sherman que sería desplazado en el draft, hizo una promesa a sí mismo. Si debía ser una ronda tardía, si debía ganar menos dinero y jugar con menores garantías, haría las cosas a su manera, hablando y caminando con actitud.

"Y si me van a cortar", se dijo Sherman a sí mismo en ese entonces, "y no me dejan jugar un partido así, entonces que sea como es".

Ciertamente, Sherman ha expresado su individualidad. Estuvo el duelo en Twitter que sostuvo con el esquinero de los Tampa Bay Buccaneers, Darrelle Revis, en el cual Revis tuiteó que Sherman debía "Sentarse joven cachorro y espera tu turno". Estuvo el apodo de Optimus Prime que Sherman asumió antes de su duelo frente al receptor Calvin Johnson y las repetidas burlas a Brady, un futuro Salón de la Fama. Recientemente, Sherman compiló su lista de los cinco mariscales de campo más inteligentes para Sports Illustrated. No incluyó a Brady en la lista.

Pero Sherman siempre se ha asegurado de poder respaldar sus palabras. Hablaba mucho desde antes de la pubertad. Su entrenador de preparatoria, Keith Donerson, trató de detenerlo una vez y fue, claramente, la peor semana de práctica y juego que Sherman ha tenido. Al medio tiempo del partido, Donerson cedió. "Hombre, simplemente ve allá afuera y sé tú mismo", le indicó a Sherman. Si Sherman no podía expresarse, no se podía motivar ni a los demás a su alrededor, simplemente no era el mismo jugador.

Carroll, quien estaba en USC cuando Sherman se graduó de la Dominguez High en Compton, California, trató de firmarlo. Pero Sherman quería ser receptor (era back defensivo y receptor en preparatoria). Y de forma más importante, quería ser el primer atleta de Compton en graduarse de Stanford.

Así que se convirtió en Cardinal y se sintió ahogado cuando llegó Jim Harbaugh en el 2007. Eventualmente, Sherman se cambió a la defensiva, lejos de Harbaugh, un movimiento que finalmente lo juntaría con Carroll en el 2011.

Donerson ve a Sherman volando por el campo, divirtiéndose al máximo con sus compañeros, y no le sorprende que los Seahawks sean exitosos. Donerson estimaba tener ocho jugadores de la generación de Sherman en escuelas de División I, todos graduados. Pero no antes que Sherman los obligara a estudiar, diciéndoles que escucharía sobre ellos en universidades menores si no se esforzaban.

Esa es la visión que Sherman tenía de sus compañeros antes. La que tiene ahora es diferente, quizá mayor. Pero pasó mucho tiempo planeando ambas. Sigue siendo el mismo chico divertido que solía dar nalgadas a su coach de preparatoria antes de cada entrenamiento y le decía, "es un gran día para el fútbol americano".

Pero Sherman ha sido extraño el no predecir nada para el próximo mes. No quiere arruinarlo.

"Con el Super Bowl, te tocan dos semanas", explicó. "Si llegamos a ese partido, tendrá tiempo para inventar todo. Pero les garantizo que será un espectáculo".

Están creando planes. Donerson se encontró hace poco al padre de Sherman, Kevin, quien maneja un camión de basura en Los Ángeles. El coach felicitó al señor Sherman por la selección de su hijo al Pro Bowl, y Kevin se lo agradeció.

"Sabes que no jugará en él", dijo Kevin al coach, y Donerson le preguntó por qué.

"Jugará en el Super Bowl".