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Sigue en nuestro futbol mexicano, con este sistema de torneos cortos, la destitución de directores técnicos al por mayor... ya se ha vuelto una costumbre.
Apenas es la Fecha 4 del torneo Clausura y ya van dos técnicos destituidos: Rubén Israel en el Atlante, por no dar resultados cuando el equipo tiene problemas de descenso y lo de Carlos Bustos, que es un poco más sorpresivo.
Y digo que es sorpresivo porque Bustos ya tenía cierto tiempo en la institución de Michoacán. El DT argentino había dado buenos resultados, había conseguido un título de Copa, había conseguido jugar Copa Libertadores y esto recién iniciaba, así que su destitución sorprende.
Y que triste que esta situación se ha vuelto una costumbre. Se vuelve recurrente destituir técnicos antes de terminar un torneo y esto tiene que ver con los torneos cortos y con la necesidad y urgencia de resultados inmediatos y puntos, pero el quitar técnicos no siempre te garantiza que las cosas van a ir mejor, en algunos casos las cosas empeoran y para muestra ahí está Pumas. En el equipo auriazul se "cansaron" de despedir técnicos y los resultados fueron los mismos.
En realidad no siempre el técnico es el responsable del mal paso o de los malos resultados. Hay que ir más a fondo, hay que hacer un análisis más profundo y más profesional para determinar el cese de un técnico, no puedes basarte sólo en los resultados inmediatos. Al final, sólo el tiempo nos dirá si los directivos tienen o no la razón.
Lo que sí, es que creo que los técnicos viven con miedo, pues noticias como éstas son una llamada de atención para cualquier entrenador. Este "modus operandi" implica vivir de resultados inmediatos y saber que si las victorias no llegan, seguramente se estará en la cuerda floja y la cabeza rodará en cualquier momento.
Aunque también hay casos como el de Ricardo "Tuca" Ferretti, quien es el único técnico que en más de 20 años como entrenador nunca ha sido despedido antes de terminar la campaña. Hoy los Tigres van pésimo y dan pena, así que veremos si la racha del brasileño se verá afectada o seguirá 'invicta'.