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Juan Mónaco: "El físico me está jugando una mala pasada"

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BUENOS AIRES -- 10 años pasaron de su primera gran aparición. En 2004, Juan Mónaco recibía una invitación especial para el ATP de Buenos Aires gracias a sus excelentes actuaciones en torneos Futures y no desentonaba. En su presentación en este nivel, en la Cancha 2 del Buenos Aires Lawn Tennis Club, vencía a Nicolás Lapentti, importándole poco que se trataba de un exTop 10 y que, con 19 años, el tandilense se encontraba fuera de los 200 primeros del ranking.

Ya en el estadio principal, y con televisación, batía a Juan Ignacio Chela para acceder a los cuartos de final donde, en la tarde-noche de viernes, caía ajustadamente ante Guillermo Coria, número 4 del ranking mundial pero que necesitó de tres sets para doblegarlo. Debía volar, literalmente, rumbo a la clasificación del Abierto de Brasil.

Hoy el panorama es bien distinto. El campeón en Buenos Aires en 2007 y Top 10 en 2012 ya no tiene esa confianza ni sorprende como supo hacerlo. Esta vez, cayó en el debut del torneo porteño ante el español Albert Ramos (92º ATP) por 6-7 (3), 6-4 y 6-2 y dijo adiós, sumando su séptima derrota consecutiva. Por el contexto, se trata de una de las derrotas más dolorosas, comparable a cualquiera en Copa Davis. Como séptimo favorito, podría haber sido el torneo para un nuevo despegue.

Al borde del llanto, fue el turno de la zona mixta, una alternativa a las conferencias de prensa que la ATP plantea desde el Masters 1000 de Madrid 2013, aunque más expontánea a la hora de entablar relación con el protagonista.

En ese contexto, habló con ESPNtenis.com. "Estoy triste. Es duro perder acá. Tenía muchas ilusiones y recuerdos lindos al jugar en esta cancha", resumió a segundos de la derrota. "Cuando uno tiene una racha buena las cosas salen solas. Cuando se está sin confianza las cosas se hacen más difíciles".

"Creo que el físico me está jugando una mala pasada. Me siento muy disminuido cada vez que el partido se pone un poco largo e intenso", confesaba, asumiendo falencias en una de las armas más importantes de toda su carrera. Esto se da a semanas de anunciar, en Melbourne, que, en el rectángulo de juego, ya se tratan de sus "últimos cartuchos". Difícil saberlo, en un circuito que está dejando sobradas muestras de que los mayores de 30 años pueden seguir dentro de los mejores del mundo.

"Siempre se puede mejorar. Pero cuando uno pasa un mal momento, por más que uno entrene, entrene y entrene, no se dan las cosas y uno piensa lo peor", dejó en claro, quitándole culpas a Diego Junqueira, su flamante entrenador y a Ignacio Menchón, su preparador físico: "Nacho siempre está y le tengo una confianza de muchísimos años. Voy a tratar de estar mejor para rendir en los partidos. Mañana es un día nuevo, voy a ver cómo me levanto. Hoy es duro".