Dan Quinn, nuevo head coach de los Atlanta Falcons, hizo más que solamente saludar a sus jugadores en la primera reunión con el equipo.
Quinn empleó la reunión para repartir videos individuales de "punto de ataque", mostrándole a cada jugador qué hace bien y qué aspectos de su juego necesita mejorar.
Desde que reemplazó a Mike Smith el 2 de febrero, Quinn esperaba esta primera reunión, y dijo que cumplió sus expectativas.
Quinn dijo que la presencia de jugadores en el programa de acondicionamiento físico voluntario "ha sido genial", ya que los veteranos y los coaches asistentes se han reunido para discutir los nuevos libros de jugadas ofensivas y defensivas.
"De eso se trata la semana - no solamente el esquema que usaremos, pero también una forma de conectar con estos muchachos", dijo Quinn, "y para hablar de algunos detalles específicos de cada uno que podemos mejorar".
El objetivo principal de Quinn es reconstruir una defensiva que se clasificó última en yardas totales permitidas, eficiencia en tercer down y capturas de quarterback.
En Quinn, Atlanta consigue a alguien con buen prestigio que ayudó a Seattle a ganar dos títulos de la NFC y un Super Bowl, con la mejor defensiva de la liga.
Quinn cree que los Falcons han cubierto algunos huecos importantes de personal con las contrataciones en agencia libre de los linebackers externos Brooks Reed y Justin Durant. Él espera conseguir a un ala defensiva que ayude a la presión al quarterback, con la octava selección global en el Draft este año.
"En esta posición, todo se reduce a velocidad y alcance, y el esfuerzo para seguir de forma incesante, es lo que convierte a los defensivos que presionan al quarterback en personajes legendarios", señaló Quinn. "Esas manos, el esfuerzo, la mentalidad".
La ofensiva de los Falcons no necesita una reconstrucción mayor. Hay estabilidad en la posición de quarterbacks con Matt Ryan, en conjunto con el receptor Julio Jones, además de que Quinn trajo al coordinador Kyle Shanahan para reconstruir el inconsistente juego terrestre.
Sin embargo, la estrategia de Quinn con sus jugadores es totalmente animada -"Tengan la mejor temporada baja que puedan"-y Ryan dice que la emoción del nuevo jefe es contagiosa.
"Realmente he disfrutado conocerlo como persona", dijo Ryan. "Tiene gran energía. Es una persona increíble. No ha sido una transición difícil, porque Dan lo ha facilitado a todos, e hizo las cosas muy emocionantes".
El récord de los Falcons de 10-22 en los últimos dos años puso fin a la gestión de siete años de Smith.
Atlanta logró algunas de sus mejores campañas con Smith, incluyendo cuatro apariciones en playoffs, dos títulos divisionales y puso fin a la racha que existía en los 44 años de la franquicia sin tener temporadas ganadores consecutivas.
Pero los Falcons fueron de ser un equipo de élite a uno disfuncional, tras quedarse a 10 yardas de llegar al Super Bowl en la campaña 2012.
En el mundo de Quinn, nada de eso importa ahora. Después de todo, él recuerda las conversaciones de los Seahawks al lidiar con el dolor de perder la ronda divisional de la NFC hace tres campañas, cuando Ryan guió a los Falcons a territorio de gol de campo, para que Matt Bryant acertara la patada que significó el triunfo de Atlanta.
Quinn y Pete Carroll, su mentor y head coach de Seattle, usaron esa decepción para ayudar a que los Seahawks se convirtieran en campeones del Super Bowl al año siguiente.
"Los jugadores pueden sentir totalmente la energía que los coaches traen a las instalaciones y al campo de prácticas, a la sala de juntas", dijo Quinn. "Para que nosotros seamos el mejor staff del mundo, tenemos que ser unidos. Así que ese es nuestro reto, nuestra meta, ver qué tanto podemos integrarnos y que sea lo mejor para nuestros jugadores".