19y

Insúa; ¿Nace un conductor xeneize?

BUENOS AIRES (ESPNdeportes.com) -- Tiene un valor especial y también una carga extra llevar ese número en la espalda. No es para menos: se trata del 10 que alguna vez vistieron Maradona o Riquelme, el último gran conductor que tuvo Boca. Desde que Román se fue a España, los Xeneizes no volvieron a tener un 10 clásico, alguien que manejara los tiempos del partido. Tal vez por eso, el debut oficial de Federico Insúa con la azul y oro había generado una expectativa especial.

Y el Pocho no defraudó: tres asistencias para los tres primeros festejos, un pase casi gol para Neri Cardozo en el cuarto que definió Palacio, sumados a algunos destellos con su sello, alcanzaron para que Insúa aprobara su primer partido por los puntos en la goleada por 4-1 ante el Gimnasia jujeño. "Lo importante es que empezamos el torneo ganando y por momento jugando bien al fútbol. Vamos por el buen camino, pero esto recién comienza. Tenemos que seguir conociéndonos, tomando confianza y tratando de jugar como lo hicimos en los primeros 20 minutos", declaró el Pocho.

En los partidos previos al inicio del Apertura, Insúa no había rendido en la medida de lo esperado. Todo fue muy vertiginoso: luego de arreglar su pase, viajó en remís hasta Tandil para sumarse al resto de sus compañeros que hacían la pretemporada. Y de ahí, sin escalas, a volar para Asia y Europa. "Yo venía diciendo que esos partidos sirvieron para conocernos. Tuvimos muchos viajes cansadores que influyeron en el rendimiento. Lo importante era llegar bien para arrancar el campeonato", aclara.

EL ENGANCHE ESPERADO
Jorge Benítez, ex DT Xeneize, se había cansado de repetir la frase "Boca necesita un conductor". Pese al reclamo permanente y la necesidad evidente (el DT improvisó, en ese puesto, al colombiano Vargas y a Guglielminpietro) los dirigentes no le dieron el gusto.

De todas maneras, a principios de año la danza de nombres era interminable. Llegaban ofertas de futbolistas del país y de todas partes del mundo: el chileno Valdivia, el colombiano Giovanny Hernández y hasta un suizo desconocido que el presidente Macri, fiel a su estilo innovador, intentó meter en el mercado local: Hakan Yakin. Insúa, claro, ya figuraba en los planes, pero la pulseada la venía ganando Independiente.

Con el arribo de Basile y el desembarco de Maradona como vicepresidente del fútbol, la llegada del Pocho se hizo realidad: el presidente Mauricio Macri compró el 80 % del pase en 2,8 millones de dólares y le sacó la figura (e ídolo de la hinchada) al club de Avellaneda.

Igual que Maradona y Riquelme, Insúa se formó en Argentinos Juniors. Por eso las comparaciones (que siempre son odiosas) resultaron en este caso inevitables. "No puedo compararme con ellos, pero ojalá que pueda recorrer el mismo camino. Muchos me preguntan si me siento presionado. Yo les digo que no, en todo caso es una linda presión. Sé que me trajeron para ser el conductor. El Coco me pide que arme juego, que maneje el partido. Por suerte Boca tiene un gran plantel, y hay jugadores como Gago y Bilos que también colaboran en el armado del fútbol", señala Insúa.

Claro que además de Maradona y Riquelme, hubo otros enganches que vinieron a Boca tras surgir en el Bicho de La Paternal, aunque sus historias terminaron con finales diferentes. César La Paglia fue uno de ellos: llegó junto con Riquelme, pero no tuvo mucha continuidad y nunca pudo explotar. Carlos Marinelli fue otra promesa que quedó trunca. Se fue muy chico para Inglaterra y cuando regresó no pudo rendir en la medida de lo esperado.

CANTERA DE TALENTOS
Federico Insúa nació en Capital Federal el 3 de enero de 1980. Comenzó a jugar al baby en Gimnasia y Esgrima de Vélez Sarsfield, donde Jorge, su papá, era el entrenador. Hoy, a modo de homenaje, en el bufett del club hay un póster del Pocho con su firma, fiel muestra de que el pibe no se olvida de sus comienzos.

Al poco tiempo pasó al club Parque, cantera inagotable de grandes talentos como Fernando Redondo, Esteban Cambiasso, el Bichi Borghi, Carlitos Tevez y Juan Pablo Sorin, entre otros. "Fede llegó a los seis años. A esa altura tenía muy buena técnica, manejaba una zurda fantástica. Era junto con Carlitos Tevez uno de esos jugadores distintos, que te hacen ganar un partido en cualquier momento", recuerda hoy el caza talentos Ramón Maddoni, DT que lo formó en sus comienzos.

El debut se produjo en Argentinos Juniors. Fue el 18 de noviembre de 1997 ante Independiente (derrota por 1-0). Para el Bicho jugó 115 partidos (16 goles). Sus buenas actuaciones hicieron que en 2002 llegara la hora de pegar el salto: fue contratado por Independiente. Allí, de la mano del Tolo Gallego, logró la consolidación definitiva y obtuvo el Apertura 2002 (jugó 91 partidos con 23 goles). Después pasó al Málaga de España (33 partidos en la temporada 2003-2004), hasta que a principios de 2005 volvió a ponerse la camiseta del Rojo.

UN PIBE DE BARRIO
Los que lo conocen lo definen como un tipo sencillo, que mantiene su carácter inalterable a pesar de la fama, que no se la "cree". A los 25 años sigue viviendo en la casa de sus padres de La Paternal. Pelo largo con flequillo, pinta de rockero y amante del rock nacional afirma que "me gustan muchos grupos... los Redondos, La Vela Puerca... cuando puedo voy a los recitales".

Prefiere no pensar mucho en el futuro, pero dice que cuando termine su carrera como futbolista pondrá un bar con sus amigos. A pesar de que dedicó toda su vida a la redonda, se hizo tiempo para estudiar: terminó el Secundario por la noche (se recibió de Perito Mercantil), cursando en el Colegio Santa Rita y el Instituto Flores.

Zurdo, habilidoso y de muy buena pegada, puede cumplir a la perfección el rol de enganche pero también de media punta. A su juego vistoso le agregó una buena dosis de sacrificio: a diferencia de sus comienzos en Argentinos, hoy se esfuerza más tratando de ayudar en la recuperación de la pelota.

El bautismo no pudo ser mejor: además del triunfo, antes de que comenzara el partido, Maradona estuvo en el vestuario saludando a los jugadores. "Tenerlo cerca me pone muy contento", dice Insúa. Y cuando le preguntan qué siente al ser el conductor de este nuevo Boca, para muchos el "Dream Team", responde: "Es lindo, pero yo estoy tranquilo. Sé que hay una gran expectativa, la repercusión en los medios es tremenda. Por eso quiero aprovechar esta oportunidad y disfrutarla al máximo".

^ Al Inicio ^