MÉXICO (ESPNdeportes.com) -- ¡México no puede permitirse estos lujos! Ceder un partido ante Trinidad y Tobago ya no es algo que el Tri debiera permitir, por dignidad, y porque ahora no se ocupará el primer puesto de la clasificación Concacaf, rumbo a Alemania 2006.
Hay que reconocerle a Leo Benhaker, y a sus chicos trinitarios que, gracias a esta victoria, buscarán el repechaje para el boleto mundialista, a fin de lograr su histórica participación.
¿Qué la estrategia de Lavolpe fue evitar las tarjetas amarillas previo al Mundial? Puede ser. Pero la verdad es que esta derrota podría costar cara, Kikín salió lesionado, pero más aún el orgullo nacional, porque estas actuaciones no son dignas de quien se siente el "Gigante" de la región y que tal vez, no acaba de convencerse de que eso, ya es cosa del pasado y esta mala noche, se los dejó en claro.
Al final Lavolpe dijo que decidió no arriesgar, que sabía, sería un rival muy duro, pero sus palabras no dejan nada satisfecha a la afición, porque lo que le faltó a este Tri fue corazón, el corazón que sí mostró Trinidad y Tobago.
Hubo algunos destellos individuales, como el portero Jesús Corona que detuvo un penal y varios tiros peligrosos del rival, o el golazo del Jimmy Lozano, pero el resto para olvidar.
El balance del hexagonal es positivo, hay boleto mundialista, que a fin de cuentas, era el principal objetivo, pero deja mal sabor de boca este partido y seguramente más molestos estarán los guatemaltecos que, seguramente apostaban a otro resultado del Tri, para buscar su boleto al repechaje.
Lo cierto es que ceder estos tres puntos abre nuevamente la polémica en torno a Ricardo Lavolpe, porque habrá quien minimize la derrota, pero los más, no se sentirán satisfechos y nuevamente se abrirá la interrogante de qué hará Lavolpe para configurar a su equipo, si hoy todavía sigue, prueba que prueba, jugadores.
Pruebas que, alguna vez salieron bien, otras no. Lo cierto es que Lavolpe debiera ya tener un sitio en el libro de récords Guinness, por conjugar tantísimas alineaciones de un sólo equipo, lo cual podría pensarse, habla de mucho talento para ocupar las once plazas, pero nada más lejos de la realidad, porque si bien es cierto que hay jugadores notables, también lo es que la compenetración y el trabajo en equipo son importantes para lograr el objetivo, y ese no sabemos si llegará a darse antes del viaje definitivo a Alemania.
La lógica nos diría que a ocho meses de un Mundial ya debiéramos ver a un equipo consolidado, que se dedicara a perfeccionar su técnica, su estilo, pero no para el técnico nacional que, guste o no, tiene otros conceptos que, en ocasiones funcionan.
Noche para olvidar en Trinidad y Tobago, lo importante es "ver para adelante" como dicen en mi pueblo, y esperar que ese futuro sea el de un Tri consolidado, con partidos de preparación, sin más líos y polémicas, que se dedique a entrenar, para lograr un buen papel en Alemania.
Que ya la lección número uno se las enseñaron Chucho Ramírez y sus chicos Sub-17. ¡Trabajar, trabajar y trabajar!