<
>

El impacto de la derrota

MÉXICO, D.F. (ESPNdeportes.com) -- No cabe duda que la derrota es el peor sentimiento que pueda experimentar cualquier ser humano, pero al parecer para los campeones deportivos, esos que han probado las mieles de la gloria, el trago es aún más amargo.

Y es que el Mundial de Alemania 2006, ha arrojado más momentos dolorosos que inmensas alegrías, salvo claro, a los cuatro semifinalistas del torneo, quienes intentarán consagrarse en los partidos de media semana.

Noticias sobre amargas renuncias, repudio a los perdedores, sanciones a otros más, desprestigio de grandes figuras y lágrimas, muchas lágrimas, es parte de lo que arroja esta Copa del Mundo, amén del brutal accidente provocado por un loco que, gracias a Dios, no dejó saldos, aunque sí una veintena de heridos en la histórica ciudad de Berlín.

Hoy Roberto Carlos, el brasileño que entusiasta hablaba de pedirle a Zinedine Zidane que no se retirara, una vez que Francia dejara fuera a Brasil de la competencia, es paradójicamente, quien se pone de lado de su Selección, ante la impresionante derrota que sufrieron precisamente ante la magia del jugador galo.

Roberto Carlos no soportó más las críticas a una Selección de grandes figuras, individualidades magistrales, pero que como equipo, jamás exhibieron esa magia que se supone, les caracteriza.

Qué decir de José Pekerman, quien pese a la derrota, sigue siendo el favorito de la fiel afición argentina para dirigir los destinos de la albiceleste, aún cuando para muchos, la caída en cuartos de final fue prematura, ante lo mostrado por sus jugadores.

Pekerman ratifica su renuncia, le piden que se quede y sólo el tiempo, que cura todas las heridas, podrá definir si el Técnico continua o no al frente del grupo.

Qué decir de la impotencia y frustración en que se traduce la derrota, y los castigos que FIFA decide sobre jugadores argentinos que desahogaron así el amargo momento, y del castigo que será para el alemán Frings, quien se pierde la semifinal germana ante Italia.

David Beckham, el metrosexual, y sin lugar a dudas el jugador de mayor mercadotecnia de los que asistieron al Mundial, renunció a la capitanía de Inglaterra, aunque no a seguir jugando para su país.

Será tanto el dolor y la presión de intentar recuperar el ánimo devastado del grupo inglés, tras la dolorosa derrota en penales ante un Portugal, aparentemente de menor jerarquía, pero que si somos honestos, es uno de los mejores equipos que se han presentado en este torneo, en el que honestamente faltó calidad y contundencia.

Y hablando de Portugal, que lavó la afrenta de haber sido colocado por debajo del Tri mexicano, es un equipo invicto, al igual que su Tecnico el famoso "Felipao" Scolari, quien desde Corea-Japón 2002 no conoce la derrota, lo que lo convierte indudablemente en la otra cara de la moneda, porque sea lo que sea que ocurra ante Francia, ya este equipo es uno de los máximos protagonistas del torneo.

Fue precisamente la escuadra lusitana la que tocó el timbre de la memoria nacional, para demostrar que una vez más, se inflaron al máximo las expectativas de la afición azteca, frente a un equipo de mediana categoría, en un país de mediana calidad futbolística, con un técnico de mediano nivel y rendimiento, de escasos recursos para mantener las relaciones adecuadas en el terreno de lo humano, hacía dentro y hacía afuera del equipo.

Lavolpe es otro de los que conoce bien el sabor de la derrota, solo que a diferencia de las grandes figuras, se aferra a permanecer en el puesto, alegando continuidad a un proceso fallido.

Son otros también ya, técnicos y jugadores que frente a la derrota, hablan de retiros y renuncias, pero lo cierto es que lo bello del deporte y de la vida misma, es que el ser humano aprende de sus fracasos, y sabe aprovecharlos para ser mejor en el futuro.

Hay muchos guiones que reescribir, muchas figuras que deberán aprender de este duro momento y que los hará brillar en el futuro, en las Ligas y competencias internacionales y Alemania 2006 será un libro de recuerdos, para algunos dulce, para otros amargo, pero siempre será una lección aprendida.

En México sólo queda la duda, de si se logrará responder a la exigencia de todos, afición, dirigentes y gremio futbolístico de dar paso a un nuevo proceso, porque sólo los necios insisten en continuar con una estrategia que sólo da como resultado, derrotas... de esas ya nos cansamos y todavía nada se aprende.