ROMA (ESPNdeportes.com) -- No fue justicia plena, pero por lo menos se trató de una excelente aproximación: esta es la primer sensación que dejó el veredicto del juicio de segunda y definitiva instancia por el escándalo Calciópolis.
En efecto la Corte Federal, aún manteniendo la estructura general del fallo de primera instancia, restableció las debidas proporciones entre el castigo de la Juventus, principal imputada y artífice del escándalo, y las penas recibidas por las otras tres instituciones, Milan, Fiorentina y Lazio.
El presidente de la Corte, Piero Sandulli, afirmó que "mantuvimos la estructura de la primera sentencia, pero dosificando las penalizaciones para tratar de diferenciar quien organizó todo y quien se encontró simplemente involucrado en el sistema". Justamente por eso este veredicto parece mucho más equilibrado, aún cuando en conjunto no acaba de conformar a quienes querían una justicia ejemplar y mucho más severa.
JUVENTUS EN SERIE B
Lo más relevante, desde luego, es que la Juventus deberá efectivamente jugar el próximo campeonato en la Serie B, la segunda división italiana. El club albinegro recibió, como estaba previsto, un fuerte descuento de los puntos de penalización, que bajaron de los 30 de la primera instancia a los 17 de este nuevo veredicto. No hubo cambios respecto a los títulos de las temporadas 2004/05 y 2005/06, que le fueron quitados.
Es importante comenzar de la posición de la Juventus, porque al ser la principal fuente del escándalo está claro que los demás castigos fueron calculados de manera proporcional al suyo.
Para decirlo de manera simple, la Juventus fue condenada a una temporada en la Serie B: si antes los 30 puntos dejaban algunas dudas sobre la posibilidad de volver a primera en un sólo año, estos 17 son prácticamente una garantía de que el "Purgatorio" albinegro no durará más que una estación.
Vamos a hacer un ejemplo claro: Catania subió este año a primera con 78 puntos, a los que habría que sumarles los 17 que purgará la Juventus, por un total de 95 unidades. La Juventus, entonces, necesitaría 28 triunfos, 11 empates y 3 derrotas en los 42 partidos de campeonato para sumar esa cantidad, algo perfectamente realizable. Recordaremos que en la pasada temporada la Juventus, en 38 partidos, contabilizó 27 éxitos, 10 igualdades y apenas una derrota.
Pero hay un camino más simple, porque de la Serie B se sube directamente (los dos primeros) o pasando por los "play off" que juegan el tercero, cuarto, quinto y sexto de la tabla. En este caso, siempre tomando como referencia la tabla del año anterior, la Juventus necesitaría 83 unidades (66 + 17) que se consiguen por ejemplo con 23 victorias, 15 empates y 4 derrotas.
La misión de volver rápidamente a primera estará en las manos del nuevo entrenador, Didier Deschamps, y de un plantel que se formará con el regreso a la base de varios jóvenes de absoluto valor, hasta ahora a préstamo en los cuatro costados del país, algo que garantizará un equipo fresco y más apto para un campeonato que tiene características muy diferentes al de primera.
FIORE Y LAZIO EN SERIE A
Las dos principales beneficiados de la revisión del fallo en sede de apelación fueron la Lazio y la Fiorentina. En ambos casos, la carátula del "delicto" fue modificada, pasando de ser "ilícito" (Artículo 6 del código deportivo) a "deslealtad" (Artículo 1 del mismo).
Esa simple diferencia trajo como consecuencia la permanencia de ambos en Serie A, si bien con varios puntos de penalización (19 para los violetas y 11 para los de la capital).
Se trata de castigos severos, puesto que ambas sociedades pierden la posibilidad de competir en Europa y deberán "remar" para conquistar otra vez los barrios altos de la tabla, máxime considerando que se trata de clubes con poderío muy inferior al de la Juventus, pero por lo menos podrán mantener a sus planteles y, sobretodo, contar con los ingresos garantizados por el torneo de primera, algo fundamental especialmente en el caso de la Lazio, muy endeudada.
Pero lo más importante es que se respectó el verdadero papel de ambos en el escándalo: lejos de ser artífices o principales protagonistas, se trató de víctimas del "sistema Moggi" que, en el afán de salvarse, bajaron la cabeza y aceptaron el chantaje de aquel. Está bien que reciban un castigo pero es evidente que este debe ser sustancialmente inferior al de la Vieja Señora.
MILAN, PRELIMINARES DE CHAMPIONS
También el Milan se benefició por esa decisión, por una simple razón matemática. En efecto, puesto que la Lazio no podía ser penalizada en más de 33 puntos en el torneo anterior (de otra manera hubiera descendido), el Milan tuvo que recibir sanción equivalente, ya que su posición era, desde un comienzo, menos grave. Así, los jueces decidieron descontarles a los tres (Milan, Fiore y Lazio) 30 puntos en el torneo 2005/06 y establecer la diferencia con las penalizaciones a cumplirse en el próximo campeonato (19 la Fiore, 11 la Lazio y 8 el Milan).
Pero con el descuento de 30 puntos el Milan se ubicó en la tercera posición y "salvó" lo que más le importaba, es decir la posibilidad de jugar la Champions League. Esta situación fue la que encendió más polémicas, pero el castigo del Milan puede considerarse bastante severo también, puesto que el club perdió el título (que finalmente pasó al Inter), el acceso directo a la Champions y tendrá un importante "handicap" en el próximo torneo: si consideramos que en realidad la única culpa del equipo de Berlusconi había sido la de protestar furiosamente y pedir jueces de línea internacionales para que no se siguieran cometiendo errores en su contra, en realidad parece un castigo hasta exagerado.
UNA NUEVA ERA
Sin embargo, hay muchos en Italia que no están conformes con el fallo: por un lado quienes lo consideran muy severo, es decir los hinchas de los cuatro equipos involucrados, y por el otro los "justicialistas", es decir los que querían una justicia ejemplar y demoledora y por eso no lo reputan suficientemente penalizante.
Por lo pronto, el hecho de que el fallo se encuentre en el medio de esos dos extremos nos parece una buena señal: quiere decir que se obró de manera bastante equilibrada, quedando lejos de las opciones más radicales como podían ser una amnistía encubierta o una pena capital deportiva.
En nuestra opinión se hizo justicia: la Juventus pierde dos títulos, queda expuesta a la vergüenza mundial, desciende por primera vez en su historia a la segunda división, no podrá jugar en Europa por dos años y necesitará un tiempito más para volver a armar un equipo tan competitivo como el que tenía, con 8 jugadores en la final del Mundial.
Un castigo aún más severo hubiera sido injusto hacia los aficionados, que nada tienen que ver con este problema, e inclusive hubiera podido desequilibrar al entero sistema del fútbol italiano, puesto que la Juventus es el equipo con más seguidores y el que genera los mayores recursos económicos.
De esta manera, en cambio, el fallo quedará en la historia y podemos tener buenas esperanzas de que servirá para abrir una nueva era en el Calcio: en adelante, ganará el que juegue mejor y no el que tiene a los árbitros en el bolsillo. Por lo pronto, nosotros nos conformamos con eso.