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El racismo sigue presente

PARÍS -- Las palabras del presidente de la región de Languedoc-Rosellón (sur de Francia), el socialista Georges Freche, quien lamentó que haya "nueve jugadores de origen africano" en la alineación de la selección francesa de fútbol, generaron un torrente de condenas.

"Este país me da vergüenza. Dentro de poco habrá once de ellos" cuando "lo normal sería que hubiera tres o cuatro" y "si hay tantos es porque los blancos son una nulidad", declaró Freche en una reunión municipal, según publicó el jueves el diario Midi Libre.

Pese a la nube de protestas, el líder regional no se excusó por sus palabras al considerar que éstas habían sido malinterpretadas y tan sólo había "expresado mal" sus ideas.

"Quise decir" que "me gustaría ver un equipo que represente la composición sociológica de Francia; que, en el fútbol, haya una mejor representación geográfica", dijo Freche ante la prensa, y agregó que planea telefonear al capitán de la selección gala, Patrick Vieira, para aclarar las cosas.

Antes de que Freche tratara de explicar sus palabras, el presidente francés, Jacques Chirac, las había condenado "con la máxima firmeza".

"La República Francesa garantiza la igualdad de sus ciudadanos, sin distinción de origen o religión", subrayó Chirac en un comunicado, mientras que el ministro de Deportes, Jean-Francois Lamour, pidió la dimisión de Freche por sus afirmaciones "indignas".

La reacción en el propio Partido Socialista (PS) también fue de condena.

Su líder, Francois Hollande, calificó las afirmaciones de Freche de "inaceptables" y exigió al líder regional de Languedoc-Rosellón que "se explique de inmediato".

Por su parte, el ex primer ministro Laurent Fabius las consideró "escandalosas" y, en esta jornada de votación para designar al candidato del PS a las Presidenciales de 2007, instó a los otros dos aspirantes, Dominique Strauss-Kahn y Ségolene Royal, a que las condenasen.

Royal, cuya candidatura tiene el respaldo declarado de Freche, tachó poco después las afirmaciones de éste de "insoportables", aunque no entró a valorar si debe ser expulsado del PS por este hecho "extremadamente grave".

Otros destacados socialistas, como el alcalde de París, Bertrand Delanoe, los eurodiputados Benoit Hamin, Harlem Desir y Adeline Hazan, y las juventudes del partido sí pidieron la expulsión de Freche de la formación.

Desde la derecha, el partido conservador gobernante, UMP, se declaró "profundamente escandalizada".

Las polémicas declaraciones de Freche, que recuerdan las proferidas por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen durante el Mundial de Alemania, también fueron contestadas en el ámbito de la sociedad civil.

Así, la Liga de Derechos Humanos (LDH) consideró las "afirmaciones racistas" de Freche "incompatibles" con su "pertenencia a un partido político democrático que combate el racismo", al que pide que "saque todas las consecuencias" de sus "repetidos desvíos".

"Freche ve un color donde no debería ver más que el talento y la nacionalidad", agregó la LDH en un comunicado.

El Movimiento contra el Racismo y por la Amistad de los Pueblos (MRAP) condenó estas opiniones "ignominiosas" que "suponen una afrenta a la República Francesa y a una cierta ética en el deporte".

La Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) anunció que se plantea llevar ante la Justicia al presidente del Languedoc-Rosellón porque sus frases "contribuyen a alimentar el odio racial".

No es la primera vez que el presidente de Languedoc-Rosellón genera polémica. El próximo día 30 será juzgado por haber calificado de "cornudos" y "sub-hombres" a argelinos que combatieron en el Ejército francés durante la guerra de independencia de Argelia.