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Del cielo al suelo

CARACAS-- Carlos Subero se convirtió, la tarde del lunes, en el tercer manager despedido en el campeonato 2006-2007 del beisbol venezolano. Y su historia es la más sorprendente de los tres estrategas en desgracia.

Subero siguió el camino de Edgar Alfonzo, ex piloto del Pastora, y Razor Shines, quien fue dado de baja por los Tiburones, debido a que sus Leones fueron incapaces de levantar una diferencia de 10 juegos bajo .500 en la tabla de posiciones.

Caracas marcha último en la división oriental y posee el peor récord del circuito suramericano.

Menos de 24 horas antes de recibir su carta de despido, el joven técnico de 34 años de edad fue objeto de un homenaje junto a los peloteros y coaches que hace nueve meses conquistaron la corona de la Serie del Caribe.

Subero recibió el domingo su anillo de campeón, al igual que el resto de la tropa felina, en el estadio Universitario. Posó ante las cámaras al lado del presidente del club, Ariel Prat, ambos sonrientes. Pero los capitalinos cayeron poco después por tercera vez seguida y la décimo sexta en los últimos 20 encuentros. La medida era inminente.

"Esto es normal, en un equipo con marca de 11-21", confesó el ex estratega, minutos después de recibir la noticia. "Se trata de un conjunto con mucha tradición y algo había que hacer, aunque yo tenía fe en que las cosas podían cambiar. Quizás si yo fuera el gerente, habría tomado la misma decisión".

LA HORA DE CARLOS HERNÁNDEZ
Puede que las cosas cambien para los Leones, pero será bajo otra batuta.

El veterano ex receptor de grandes ligas Carlos Hernández voló desde su casa en San Diego, California, para tomar el martes las riendas del equipo con el que jugó toda su vida en Venezuela.

Hernández saltó al profesional en 1984 y se retiró en 2002, debido a una lesión crónica en la espalda que cortó su carrera cuando estaba en su mejor momento.

Careta suplente de Mike Scioscia y luego de Mike Piazza en los Dodgers de Los Ángeles, entre 1990 y 1996, pasó en 1997 a los Padres de San Diego y fue el catcher regular de esa escuadra en la Serie Mundial de 1998. En 2000 fue cambiado a los Cardenales de San Luis, que necesitaban un veterano para suplir al lastimado Mike Matheny, pero el dolor ya era demasiado.

Poco después de eso, colgó los aperos y dijo adiós.

"Necesitamos una personalidad que pueda conducir al equipo fuera de los problemas de concentración que se han visto", explicó Prat. "No hubo errores de conducción. Subero no tiene la culpa de lo que sucede. Estamos satisfechos con su trabajo en estos años, pues él es parte de nuestros logros".

El técnico saliente reconoció que hubo "alguno que otro foco rebelde" en la cueva, pero añadió que mayoritariamente sintió el apoyo de la nómina.

Hernández tiene poca experiencia como dirigente. En 2004 condujo temporalmente a los Ponys Tijuana, en la Liga Norte de Sonora, y este año trabajó en el staff de la sucursal de San Diego en la liga dominicana de verano.

El guayanés cumplirá cuatro décadas de vida en mayo. Aunque reside en Estados Unidos, nunca se ha desvinculado de los melenudos, sobre cuyos jugadores mantiene un ascendente.

CUESTIÓN DE MAL PITCHEO
Los problemas del Caracas, sin embargo, no pasan simplemente por ser un equipo improductivo o por alguna rebelión aislada en el dugout.

"Todo lo que está pasando, está relacionado con el pitcheo abridor", razonó Subero, cuya rotación llega al martes con 5.83 de efectividad colectiva, la peor del circuito. "Si los abridores no responden, los relevistas se cansan y los bateadores se desmoralizan. La semana pasada parecía que nos enderezábamos, pero desde el viernes volvió a pasar lo mismo".

Ningún iniciador de los metropolitanos superó el tercer inning entre viernes y domingo. Durante una cadena de 11 derrotas en fila, sólo tres veces el abridor llegó al quinto acto. Es tan grave la situación, que los bomberos han tirado 163.1 entradas por apenas 117.1 que ha lanzado la rotación.

Para colmo, únicamente Caribes y Pastora han anotado menos carreras que el Caracas, que ocupa el sexto lugar entre los ochos clubes de la liga con .337 de porcentaje de embasado.

Los Leones cuentan con el aporte de los bigleaguers Marco Scutaro, Franklin Gutiérrez, Henry Blanco, Jorge Julio y Alvin Colina, además de otros peloteros que, como Roger Cedeño, Edwin Hurtado, William Bergolla, Carlos Méndez y Órber Moreno, también han pasado por las mayores.

La divisa con más aficionados en Venezuela -privilegio que le disputa el Magallanes- espera también por Bobby Abreu, Alex González, Tony Armas y Wilfredo Ledezma, que posiblemente se incorporen en diciembre.

"Esta es una situación de coyuntura", aseguró Prat. "Hemos ratificado al cuerpo de coaches y esperamos que puedan servir de ayuda para Carlos Hernández, por su conocimiento actual de los peloteros".

Subero se hizo cargo de los Leones el 9 de diciembre, en una situación similar. La escuadra había caído a un juego bajo .500 después de 41 partidos y el piloto Omar Malavé puso su renuncia, agobiado por los abucheos y quejas de los fanáticos.

El sucesor de Malavé ganó 14 de los siguientes 21 choques y metió a la novena de la capital en la postemporada. En enero avanzó a la final y destronó a los bicampeones Tigres en apenas cinco duelos. Días después, barrió con los representantes de Dominicana, Puerto Rico y México en la Serie del Caribe.

"Tengo demasiado que agradecerle al Caracas", dijo Subero, a modo de despedida. "Me dio muchísimo en estos seis años".

Tanto recibió, que durante un tiempo se convirtió en el manager más popular del país.

"Cuando firmé para aceptar este cargo, puse la firma en mi carta de despido, porque tarde o temprano eso le pasa a todos los managers", dijo Subero hace poco.

Nadie imaginaba que recibiría tan pronto esa carta.

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