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Muchos goles pero poco brillo

Hernán Crespo marcó dos goles en el debut EFE

BUENOS AIRES -- El triunfo de Argentina fue trabajado, complicado, cerrado, difícil y poco atractivo. Ganó, lo que no es poco, pero tanta suma de estrellas no rindió lo que se suponía. Y eso que estamos hablando de un 4-1, que aparentemente podría dejar en claro que el partido fue un baile.

El 4-1, conseguido con dos goles de Hernán Crespo y otros de Pablo Aimar y Carlos Tevez, mostró una cara no esperada del conjunto de Basile. Fue un equipo que no le quitó el cuerpo a la adversidad y que, pese a algunas luces esporádicas, cayó en la trampa que le tendía su rival. ¿Cuál fue la trampa? Estados Unidos estaba decidido a perder por poco y en pos de esto, contruyó toda su tarea.

Argentina salió a comerse vivo a Estados Unidos en el arranque del juego: movió la pelota con velocidad, combinó pases cortos y largos, sus jugadores rotaban de posiciones, había paredes y desbordes y especialmente una actitud ofensiva envidiable.

Pero todo duró muy poco. Fueron los únicos momentos en donde Argentina superó con claridad a su rival. Fue una fantasía de 8 minutos, exactamente hasta que Milito derribó a Eddie Johnson desde atrás y le cometió penal (el mismo jugador convirtió).

El equipo de Basile consiguió la igualdad tres minutos después con una jugada de pelota paraba bien manejada por Verón y Riquelme, pero de ahí en más, con el 1-1 puesto, no volvió a desbordar a su rival, que se mantuvo bien parado en defensa, aunque con escasísimas ambiciones ofensivas.

Un comentario al margen: mal favor le hace al desarrollo del fútbol un equipo tan poco ambicioso y lujoso como el norteamericano. Y es extraño, ya que los inventores del show juegan algo bastante parecido al más cruento y desagradable catenaccio italiano. Bob Bradley evidentemente aprendió la mitad de la lección: sabe cómo defender pero no tiene ni idea de cómo armar una estructura, al menos, para aplicar el contraataque.

¿Cuál fue el problema de Argentina para, pese a ganar 4-1, no dejar una actuación brillante?

En parte ya fue dicho: cayó en la telaraña que Estados Unidos pergeñó en defensa. Los norteamericanos tenían cinco defensores inamovibles, tres volantes pegados a la defensa, un enganche (que además corría a todos) y un delantero. Y nunca variaron el plan. Ni cuando estaban 1-0 arriba, 1-1, 2-1 abajo, 3-1 ó 4-1.

Y Argentina, frente a esta situación, no se desesperó, pero abusó de las jugadas individuales y de los pelotazos. Por otra parte no movió rápido el balón buscando cambios de frente y tampoco intentó desbordes, un recurso que sirve para abrir espacios en las defensas más cerradas.

¿Cómo funcionó la yunta Verón-Riquelme? Hubo algo positivo: no se superpusieron, lo que mostró que Basile prestó mucha atención a este tema. Pero ambos fueron muy intermitentes. Verón fue más activo, pero más porque colaboraba con la recuperación de la pelota que por lo que generaba en ataque (aunque hay que contabilizarle un remate en el primer tiempo que casi rompe el travesaño).

¿Y qué pasó con Messi? Lo que esperábamos. Mucha velocidad y ritmo pero menos concreción de lo esperado. Lionel siempre arranca las jugadas como para hacer el gol de Maradona a los ingleses; pero normalmente termina chocando o fallando en el momento final, sea el toque a un compañero o en la definición.

Con esto no queremos decir que Messi es un mal jugador ni mucho menos. Decimos algo que venimos sosteniendo desde hacer rato: le falta bastante para madurar pese a que se lo presiona para ser un número uno ya mismo. Seguramente lo será, pero hace falta que corra mucha agua bajo el puente para que lo consiga.

El 4-1 debería eximirnos de mayores comentarios, pero no es así.

Argentina no jugó un fútbol de gran nivel pero ganó por persistencia más que por talento. Estados Unidos, un equipo voluntarioso y que sabe muy bien como proteger su arco, hizo lo que pudo. Nunca estuvo en riesgo el triunfo albicelete.

¿Le alcanzará con lo mostrado al equipo de Basile para ser campeón? No lo creemos. Deberá crecer, y mucho. Algo que, por otra parte, es posible. No nos olvidemos de que este fue apenas el debut.