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Sellaron un día histórico

El argentino será uno de los invitados de Madrid AP

NUEVA YORK -- El tenis argentino vivió un día de gloria, que recordará por mucho tiempo. Es que se aseguró a cinco de sus representantes en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, después de que ganaron Agustín Calleri, al eliminar al australiano Llyeton Hewitt, más David Nalbandian, Juan Mónaco, Juan Martín del Potro y Juan Ignacio Chela en el duro cemento de Flushing Meadows.

Nunca antes Argentina había incluido cuatro supervivientes en la tercera ronda. Con Calleri ubicó a cinco de los 13 que arrancaron desde el inicio en el cuadro principal de este torneo.

Nalbandian, el 24º cabeza de serie, superó al belga Xavier Malisse por 6-4, 6-4 y 6-2 y dio otro paso en firme, en busca de su recuperación. El argentino, semifinalista del US Open en el 2003, espera ahora por el español David Ferrer (15º), quien le ganó al francés Florent Serra por 4-6, 6-3, 6-3 y 6-2.

El caso de Mónaco es diferente porque llega en su mejor año, con tres títulos en arcilla bajo el brazo. Pico, en su mejor actuación en cemento en su carrera, ahora derrotó al israelí Dudi Sela por 6-4, 6-0, 6-7 (1-7) y 6-4.

Con la memorable victoria de Calleri sobre Hewitt (16º favorito), ex líder mundial, por 4-6, 6-4, 6-4 y 6-2 se aseguró la presencia de un jugador de Argentina en los octavos de final, ya que el Gordo jugará en la siguiente fase ante Mónaco.

Apoyado en su terrible potencia, en una noche con todas las luces, con precisión y contundencia, levantó y eliminó a un peso pesado de siempre, ya que Hewitt es un contragolpeador difícil, ex dueño del US Open y de Wimbledon.

En tanto, Del Potro venció al austríaco Jurgen Melzer, el 31º favorito, por 6-3, 6-1 y 6-4 y Chela (20º) se impuso al estadounidense Wayne Odesnik por 6-3, 6-1 y 7-5.

Del Potro, una de las serias esperanzas de Argentina, conservó la suficiencia y la autoridad que ha mostrado desde que irrumpió en Nueva York para disputar el segundo Abierto de Estados Unidos de su carrera. Arrolló al francés Nicolas Mahut y no ha padecido muchos más apuros para tumbar a Melzer, un tenista con cierta tradición en el circuito.

En su segunda participación, el joven Del Potro, de 18 años, ya superó sus registros. En su debut, el pasado año, no ganó ni un partido. Y ahora buscará el pase a los octavos de final frente al serbio Novak Djokovic, tercer cabeza de serie y una de las figuras del 2007.

Djokovic derrotó, en su consagración en el Masters Series de Montreal, de manera seguida al estadounidense Andy Roddick, el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, nada menos. Ahora protagonizó el mejor partido del US Open, al superar en el cemento de Flushing Meadows al ofensivo checo Radek Stepanek por 6-7 (4-7), 7-6 (7-5), 5-7, 7-5 y 7-6 (7-2), tras 4 horas y 45 minutos.

"Primero que todo quiero felicitar a Radek, fue un partido inolvidable", dijo Djokovic, en medio de una ensordecedora ovación para ambos jugadores. La titánica batalla contó con 122 subidas a la red de Stepanek, con 69 puntos ganadores de Djokovic y dolor, mucho dolor.

"Tuve calambres en las dos piernas, en los brazos, en la espalda", dijo Djokovic inmediatamente después de acabar el encuentro. Y es que ambos jugadores, en los últimos sets, fueron atendidos varias veces por los masajistas del torneo.

Con su victoria, Djokovic demostró que tiene el físico y la mente para retar al rey Federer. Empero, quizás las exigencias del partido ante Stepanek le cobren factura en las próximas rondas. Federer, en dos partidos, no ha gastado más de 3 horas en la cancha. "No sé cómo voy a recuperarme", comentó.

"Es la primera vez que paso a la tercera ronda de un Grand Slam. Estoy muy contento, pero el partido no fue tan fácil como se vio, en el tercer set estaba muy nervioso", dijo Del Potro.

Y es que al joven de Tandil se le vinieron a la memoria las oportunidades de victoria que tuvo este año en Indianápolis, Washington y Cincinnati. "A la hora de cerrarlos, siempre se me escaparon", indicó.

En apenas su segunda participación en las canchas de Flushing Meadows, Del Potro mostró una superioridad absoluta sobre su rival desde todos los puntos de la cancha. EL argentino venció en primera ronda 6-0, 6-4, 6-2 al francés Nicolás Mahut.

"Con Djokovic no tengo nada que perder y la verdad es que ante él me veo con más chances. Stepanek, si bien no está tan alto en el ranking, juega más difícil y tiene más variedad de golpes", sostuvo.

Chela, por su parte, tumbó a una de las expectativas estadounidenses, invitado por tercera vez en Nueva York, sin grandes sobresaltos. Odesnik, que padeció molestias físicas, sólo inquietó al sudamericano en el último parcial pero no pudo alargar el choque.

El argentino, que cumple su séptima aparición en nueva York y aspira este año a igualar los octavos de final que obtuvo en el 2002 como mejor papel, se medirá al croata Ivan Ljubicic, duodécimo favorito.

"Es muy importante para mí estar en la tercera vuelta", manifestó Chela, cuyo objetivo es mejorar el puesto 15º en el ránking que ostentó hace unos años. "Tengo que conseguir resultados y superar las cuartas rondas", indicó.

Chela, que cumplió 28 años el jueves, ha participado en siete ocasiones en el Abierto de Estados Unidos y es la tercera vez que llega a tercera ronda. Su mejor resultado fue en 2002, tras alcanzar la cuarta fase.

LA FURIA ESPAÑOLA
Tommy Robredo, que tuvo el partido en su mano y estuvo contra las cuerdas después en el duelo contra el estadounidense Mardy Fish, terminó por imponerse a su adversario para adjudicarse la victoria por 6-4, 3-6, 6-4, 6-7 (7-9) y 6-4 y avanzó.

El español, que dispuso de dos puntos de partido en el cuarto parcial, estuvo próximo a la eliminación cuando el local se situó con 4-1 en el quinto y definitivo set. Robredo ofreció una reacción magistral y se anotó cinco juegos consecutivos para apuntarse la victoria.

Robredo iguala el papel del año anterior en Nueva York, a la espera de lo que depare el duelo contra el eatón Ernests Galbis, quien superó al alemán Michael Barrer por 7-6 (7-4), 6-2 y 6-1.

Otro español, Carlos Moyá, superó al ruso Igor Kunitsyn por 6-4, 6-4 y 7-5 y se plantó en la tercera ronda, igual que el pasado año, donde se medirá con el alemán Philipp Kohlschreiber, verdugo del ruso Mikhail Youzhny (11º) por 3-6, 6-4, 6-3 y 6-3.

El tenista balear, en su duodécima participación, está aún lejos de su mejor papel, el que obtuvo en 1998, cuando llegó a las semifinales.

Y el español más sólido y ganador, Rafael Nadal, el Nº 2 del mundo, también avanzó, pese a sus molestias en las rodillas. Es que aprovechó los dolores de espalda del serbio Janko Tipsarevic y se impuso por 6-2, 6-3, 3-2 y abandono.

Su rival en la tercera vuelta será el galo Jo-Wilfried Tsonga, quien despidió del circuito ATP al histórico inglés Tim Henman, ex top-ten, por 7-6 (7-2), 2-6, 7-5 y 6-4.

Nadal reconoció haberse "sentido bien" sobre la cancha principal del Centro Nacional de Tenis, donde se impuso a Tipsarevic para avanzar a la tercera ronda "una situación impensable hace cinco días".

Nadal insistió en que ha evidenciado cierta mejoría. Pero en otro torneo no hubiera decidido arriesgar. "Es importante tener ilusión en la vida. Yo tengo ilusión en cada torneo que disputo. En un torneo normal a lo mejor no sales a la pista. Pero este es diferente. Es el último grande de la temporada y no lo quería perder", dijo el español.

Nadal lamenta la situación con la que se ha encontrado en el Abierto de Estados Unidos y la tendinitis que ha hipotecado su estado físico. Está contrariado el español. "No puedo siquiera pensar en el tenis. No salgo a caminar. Sólo reposo. Estar todo el día pendiente de esto también afecta", apuntó Nadal, que dedica el día a cuidar su rodilla izquierda con el cuidado de los médicos, masajistas y fisioterapeutas.

No obstante, el mallorquín se muestra satisfecho por el nivel que ofreció en el partido contra Tipsarevic. "He jugado un buen partido, a un buen nivel y me he sentido cómodo. Muy contento con el resto al segundo saque", explicó.

"Hacemos todo lo posible para cuidar la lesión pero una dolencia no se va así como así. Lo importante es que no puede ir a más", aclaró Nadal.

EL ADIÓS DE SAFIN
El ruso Marat Safin se resiste a repartir las dosis de talento que durante un tiempo lució por el circuito, y así, sigue empeñado en regalar su peor cara e incluir su nombre entre las decepciones de cualquier evento, tal y como ha sucedido en el Abierto de Estados Unidos, en donde se despidió en la segunda ronda.

Con un cúmulo de errores superior al medio centenar, Safin abandonó el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King de Nueva York que una vez fue suyo con la cabeza baja. Una imagen habitual en los tiempos recientes para un tipo que pudo haberlo sido todo. Para alguien al que se advertía, por condiciones, en la alternativa, casi única, a la dictadura de Federer.

Safin, sin embargo, no parece estar por la labor. Al menos todavía. Ante Stanislas Wawrinka, un suizo que pretende hacerse un hueco a pesar de la sombra inmensa que emana Federer, dio su aspecto más triste. Precipitado, impaciente. Poco dispuesto a la labor.

Sólo la historia que acompaña mantiene a su nombre como un reclamo. Por eso, a pesar de que ya hace tiempo que no hace ruido en el circuito, su derrota fue de lo más sonoro de la sesión.

El ruso perdió con Wawrinka por un triple 6-3. Nunca dio la sensación de ganador. Y las dificultades que ya advirtió en el primer partido, ante el canadiense Frank Dancevic, un jugador procedente de la previa, confirmaron los malos augurios.

Safin se acostumbró a despedirse en las primeras rondas este año, donde su mejor registro fueron las semifinales en el torneo de Las Vegas y los cuartos de final de Washington, Los Angeles, y San Jose. Un panorama excesivamente gris para un tenista que llegó a ser número uno hace siete años, poco después de conquistar el Abierto de Estados Unidos.

Eran los años dorados de una raqueta que acumula quince éxitos, entre ellos dos Grand Slam. Al título en Nueva York, se unió el Abierto de Australia del 2005, el dato en el que inició a rodar por su cuesta abajo. Desde entonces no hubo más éxitos. Sólo dos finales, menores en Halle y Moscú. Y sin éxito.