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Historias de la Docta

Cucu vivió los goles de Denis desde Córdoba Fotobaires.com

CÓRDOBA -- Buenas domingueras mundo spiein, mundo Avellaneda, mundo futbolero, mundo feliz de los deportes que es el sauna del alma, pajarito aterido, piador, en medio de la tormenta del fútbol.

¡Y ahora me entero a mil kilómetros de Avellaneda que Independiente ganó 3 a 0! Y que Denis es el nuevo Batistuta que, en cada fecha, cumple con la red.

Me llevaron a Córdoba de improviso y tuve que ver el partido en la peatonal de los vendedores ambulantes, de la Plaza San Martín, la Plaza Miserere cordobesa, y me senté a verlo con un vendedor de cds truchos al cual le compré tres de la Mona Giménez.

Mi nuevo amigo, muy angustiado por el presente del futbol cordobés (todos en la Primera B Nacional: Instituto sigue sin ganar, Belgrano no juega, La T perdió con Quilmes y La voz del Interior lo fusiló "el peor Talleres de la historia de AFA).

Bueno, resultados son fugacidades, como la imagen pública de los políticos. Hoy les voy a contar rencillas, anécdotas y cosas increíbles acerca del fútbol cordobés, de la eternisima y cuartetera bronca que hay entre equipos cordobeses y equipos santafesinos.

Entre hinchas de Belgrano y Newell´s o Belgrano y Colón, o Talleres y Rosario Central.

Mi amigo, continúa su perorata inclasificable saltando del cuarteto al fútbol y viceversa y de vez en cuando manda algo de política. Pía en la noche su desencanto futbolero. Dice ser amigo de la Mona, saca de su boca lujuriosa los mas variados temas futboleros.

"¿Por qué los equipos rosarinos nunca descienden y los cordobeses subimos y bajamos todo el tiempo? ¡Pues, porque nos roban los jugadores! Tienen mas plata, al negro cordobés no le interesa entrenar ni estudiar, se va a los bailes de la Mona".

"Además, están organizados, le dan bola al semillero, tienen escuelas, los hacen estudiar a los chicos. ¡Y que importante es estudiar para un chico de 15 años! Que sepa hacer una regla de tres simple, que sepa mínimamente quién fue San Martin, la importancia del peronismo, que hable tres palabras en inglés".

"Sino, fijate en Messi, un crack sin cerebro. O en Tévez: lo que debe estar sufriendo ese chico con el inglés. Porque, ojo, los jugadores ingleses son todos cultos, ya lo decía Rattín, cuando marcaba a Bobby Charton, el tipo trotaba como si llevara en la cintura las obras completas de Lenin, tiraba un caño con la misma música de una estrofa de Bethoven o un tango de Pugliese. Tiraba un centro como un geográfo, sabía la composición del aire, hablaba cuatro idiomas".

"Rattín, sentía que además de marcar a un gran jugador, estaba corriendo detrás de un profesor, de un maestro de los saberes. Sentía que lo insultaba en más de seis idiomas diferentes y que él no podía hacerlo ni en castellano. ¡Los paraguayos son unos genios, te putean en guaraní y crees que al tipo le falta el aire! ..."

Mientras mi amigo me remarcaba las desventuras sociales del fútbol cordobés, en la tele, Denis, corría con los brazos abiertos y la boca llena de gol, convertía el segundo de su cosecha personal. Me distraje un minuto mirando la belleza de las chicas cordobesas, la noche estaba hermosa, la luna tenía la sonrisa del Che.

"El jugador cordobés tiene ingenio, inventó el doble caño, el triple sombrerito, la poesía en fin, pero con eso no se prospera si no hay disciplina y esfuerzo, tiran un caño y se bajan tres tragos de tetra, así no se puede, por eso estamos todos en B".

"Acá estamos enojados con La Mona, vino una noche y nos vio vendiendo sus discos a cinco pesos, se calentó e hizo un convenio con el supermercado Disco y ahora su último cd lo venden en todas las cajas del supermercado a 6,90. Dice que para acabar con la piratería, eso esta muy mal... Amigo, mientras no se cambie la mentalidad seguiremos como la mona, adios y un abrazo al obelisco".

De pronto, pasa el D.T. de Belgrano, Pancho Ferraro y saluda a mi amigo: "Hola Trinche", esa palabrita me recordó una nota del escritor Fabián Casas sobre un presunto Maradona desconocido, al cual apodaban Trinche y jugaba en la época del Mundial 78, en Central Córdoba de Rosario. Mi amigo se paró apresurado con un brillo de nostalgia en sus ojos, recogió su manta, superhépatico, rengeando un poco se perdió por la noche cordobesa.

Me quedé solo en el bar, la noche menguaba en su atardecer serrano, en el flipear acompasado de las vendedores de panchos.

Como una uña de la luna que arañó mi mar, un tipo de sobretodo, con pelo de virulana, un gran sombrero y unos anteojos negros me miró un buen rato a un par de mesas de distancia.

Y como leyéndome el pensamiento me dijo; "Es el que estás pensando, ése que hablaba con vos es el Trinche Carlovich".

Y no me lo van a creer, ni mi hijito me lo va a creer, pero cuando el tipo se paró anudando sus dedos en un gesto de gancho, tuve toda la sensacion de que detrás de esos anteojos estaba la Mona Giménez, quién se perdía entre los vendedores siguiendo el caminito cojo del Trinche Carlovich.