BUENOS AIRES -- David Nalbandian y Juan Mónaco jugarán la final de la Copa Argentina de tenis, tras derrotar el sábado en semifinales a Juan Ignacio Chela y al español Carlos Moyá, respectivamente.
En una semifinal entre argentinos en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, Nalbandian ratificó su gran momento y apabulló 6-1 y 6-3 a Juan Ignacio Chela.
En segundo turno, un tercer argentino, Juan Mónaco, prevaleció en los dos tie-breaks, 7-6 (7-5) y 7-6 (7-4), en un partido muy parejo y jugado a un gran nivel ante el único sobreviviente extranjero, el español Carlos Moyá.
NALBANDIAN, IMPLACABLE
En la superficie sintética montada especialmente sobre el polvo de ladrillo de la cancha central, Nalbandian, el tenista argentino mejor rankeado, demostró que mantiene la forma que lo llevó a quedarse con los Masters Series de Madrid y de París y prácticamente no le dio opciones a su rival.
Chela comenzó sacando y, pese a arrancar con una doble falta y 0-30 abajo, se recuperó para sostener su servicio.
Ese sería el único juego que ganaría en el set, ya que a continuación Nalbandian lo quebraría tres veces seguidas para llevarse el primer capítulo.
Chela solamente podía dar batalla cuando metía su primer servicio. Si no, quedaba a la merced de Nalbandian, que jugaba con su precisión habitual hasta conseguir un winner o forzar el error.
Así fue que en el séptimo juego y en sólo 24 minutos, Nalbandian cerró con su cuarto set point para llevarse el primer parcial 6-1.
El segundo set empezó mejor para Chela, que quebró, pero Nalbandian recuperó el quiebre en el game siguiente dejando al Flaco sin puntos.
La paridad se mantuvo hasta el quinto juego, al término del cual Chela necesitó atención del fisioterapeuta por una molestia en su brazo derecho. Nalbandian aprovechó, quebró y luego sostuvo para ponerse 5-2 arriba.
A duras penas, Chela sostuvo su servicio, pero Nalbandian tuvo dos puntos de partido y cerró en el segundo en apenas una hora y tres minutos.
MONACO, POR LA MINIMA DIFERENCIA
Si Nalbandian arrancó mal y terminó la temporada con todo, Mónaco se destacó por su regularidad, en un 2007 en el que consiguió sus tres primeros títulos ATP, en Buenos Aires, Poertschach y Kitzbuhel.
No extraña entonces la presencia de Mónaco en la final, y menos todavía tras ver la demostración de temple que brindó ante Moyá.
En un partido muy parejo y con mucho ritmo, en el que ambos sacaron muy bien y ofrecieron muy pocas chances de ser quebrados, el argentino terminó prevaleciendo porque mostró nervios de acero en los tie-breaks, cuando el partido se inclina hacia uno u otro lado. Y eso no es poca cosa ante un tenista con la experiencia de Moyá, alguna vez número uno del mundo.
En el primer capítulo, Mónaco quebró en el séptimo juego, pero cuando parecía encaminado a cerrar el set, Moyá levantó un set point y forzó el desempate, que finalmente fue para el argentino por un ajustado 7-5.
En el segundo set, siempre sacando después del español, Mónaco jugó seguro y con calma para llevar las cosas, otra vez, a un desempate. La paridad se mantuvo hasta el 3-3, y ahí el argentino ganó tres puntos seguidos para quedar con tres puntos de partido a su disposición. Falló en el primero, pero concretó en el segundo para cerrar el tie-break por 7-4 y el partido en una hora y 43 minutos.
El domingo, entonces, a partir de las 19 horas (transmite ESPN+ en vivo), los dos mejores argentinos de la temporada estarán frente a frente: David Nalbandian, 9° en el mundo, contra Juan Mónaco, 23°. El público, agradecido.