<
>

La mentalidad del "yo primero"

En el único juego de vida o muerte en la temporada regular en la historia del Yankee Stadium, los Yankees vencieron a los Medias Rojas en el día final de la temporada 1949 para ganar el gallardete y pasar a la Serie Mundial. "No celebramos en el terreno, ni siquiera nos estrechamos las manos," dijo el ex segunda base de los Yankees Jerry Coleman. "Sólo corrimos hacia el camerino."

Sesenta años despues, las cosas han cambiado dramáticamente. Ahora los jugadores celebran todo el tiempo. Un lanzador hace un gesto con su puño, o sopla un imaginario humo desde su dedo índice, luego de ponchar a un bateador en la sexta entrada con ventaja de seis carreras. Los bateadores celebran cuadrangulares irrelevantes con choques de manos complicados y bailes elaborados, todo esto frente a los contrarios.

"El año pasado, un tipo -- no voy a decir quien -- bateó un doble contra nosotros en la octava o novena entrada cuando estábamos arriba por siete u ocho carreras," dijo el jugador del cuadro de los Nacionales Aaron Boone. "Cuando llegó a la segunda base, aplaudió tres veces y apuntó al cielo. Yo estaba jugando en primera, siguiendo la jugada. Miré esto, y luego lo felicité. Le dije, 'Hey, buena por ti.'"

Estas historias no se limitan al béisbol -- están en todos los deportes y en toda la sociedad. Son, en parte, el residuo de ESPN, los programa de radio hablados, la Internet, etc. Los jugadores de la NFL hacen de manera rutinaria la señal del primer down luego de una atrapada de 10 yardas en el primer parcial. Los jugadores de baloncesto colegial gritan hasta la ronquera cuando logran una canasta de tres puntos en la primera mitad (desde la misma distancia que los chicos de escuela intermedia). El béisbol fue el último deporte en utilizar gestos como esos, pero ahora se ha unido a la diversión. Pero para muchos, eso no es diversión.

"No me gusta -- es irrespetuoso para los jugadores y para el juego, el vanagloriarse así," dijo Don Sutton, lanzador y miembro del Salón de la Fama. "Hoy, todo es sobre mí. No es acerca de los equipos ganadores o competidores. Hay demasiado individualismo en los deportes. Los veteranos me decían: No te luzcas ante tu oponente. Y no usábamos la excusa de 'Estoy siendo como soy.' Eso lo resumen todo. Es todo sobre el "yo". Algunas de las cosas que se ven hoy en día son planificadas. No son espontáneas, se tienen que practicar. Si fueran espontaneas, emocionales, nadie tendría problema con eso. Pero los jugadores de hoy en día necesitan un coreógrafo para sus gestos."

¿Y qué habría hecho Sutton si un jugadores comenzara a vanagloriarse luego de conectarle un jonrón sin importancia?

"La próxima vez," dijo Sutton, "vería cuantos botones le puedo tumbar de su camiseta."

¿Y si un jugador le hubiera hecho eso a Bob Gibson? "Bob diría, 'La próxima vez, mejor que hagas un hoyo en la caja de bateo, porque te voy a enterrar.' Lo escuché decir eso," dijo Sutton.

Algunas de las cosas que hacen estos tipos son ridículas. Son un puñado de jugadores egoistas y malcriados hoy en día.

--Ex jugador y mánager Frank Robinson

El miembro del Salón de la Fama Frank Robinson dijo que los gestos de hoy en día "me molestan bastante. Algunas de las cosas que hacen estos tipos son ridículas. Son un puñado de jugadores egoistas y malcriados hoy en día.."

¿Y que habría pasado si un lanzador soplara humo imaginario de su dedo índice luego de ponchar a Robinson?

"La próxima vez," dijo Robinson, "Le conectaría un jonrón, y luego le diría, 'Sóplate esa.'"

No est;a claro cuando comenzaron las celebraciones excesivas. "Todo comenzó con la TV, con 'SportsCenter,' a principios de los 80," dijo Robinson. "Los tipos veían a alguien haciéndolo en TV, y entonces lo copiaban o trataban de superarlo. Un tipo lo hacía de forma diferente, y entonces el próximo lo tenía que hacer diferente. Es todo sobre ellos, y esa no es la manera en la que se supone que se juegue el juego."

Sutton dijo: "Le echo la culpa a los juegos de vídeo. Mi hijo de 11 años tiene un juego de vídeo donde el bateador es golpeado por un lanzamiento y sale a correr a golpear al lanzador. Estamos enseñándoles a una generación de chicos que si pasa algo que no te gusta, corre a golpear al lanzador. El béisbol se refleja en un juego de vídeo."

Algunos hablan de que el cambio en el decoro comenzó a finales de los 80 cuando el lanzador y miembro del Salón de la Fama Dennis Eckersley hacía un gesto con su puño luego de sacar el out final en un rescate. Para ese mismo tiempo, el lanzador de los Expos Pascual Pérez se daba la vuelta luego de un ponche importante. El cerrador de los rojos Jeff Brantley tiraba un golpe de upper al aire luego de cada salvamento. Otros han mencionado al ex relevista de los Rojos Brad "The Animal" Lesley, quien básicamente gritaba como un loco luego de conseguir uno de los 217 outs que logró en su carrera. Otros mencionaron a los lanzadores Joaquín Andujar y José Lima. Y entonces están todos los bateadores que lanzaban sus bates luego de conectar un cuadrangular.

Pero ciertamente en el caso de Eckersley y Brantley, esos eran buenos lanzadores siendo emocionales y espontáneos luego de lograr un salvamento. El relevista de los Yankees Joba Chamberlain en ocasiones hace un gesto enfático con su puño luego de un ponche en la octava entrada, algo que el jardinero de los Indios David Dellucci objetó (Dellucci bateó un jonrón de tres carreras ante Chamberlain para ganar un juego el 6 de mayo). No es sólo Chamberlain, sino tambien jugadores y lanzadores en todas las Grandes Ligas.

"Como bateador, me molestaría un poco," dijo Boone sobre Joba. "Pero no le daría mucho pensamiento."

Fue más que una pequeña molestia para los Marlins en el sábado final de la pasada temporada cuando el campocorto de los Mets José Reyes y el jardinero Lastings Milledge hicieron un bailecito frente al camerino de los Marlins -- frente a todos los jugadores de Florida -- luego que Milledge conectara un jonrón. Luego en ese partido, el receptor de los Marlins Miguel Olivo peleó con Reyes en la tercera base.

El poco respeto percibido por los Marlins los encolerizó tanto, que anotaron siete carreras al día siguiente en la primera entrada, noqueando a Tom Glavine y sacando a los Mets fuera de los playoffs.

Recientemente, Glavine (ahora con los Bravos) dijo que su ex equipo le dió a los Marlins más incentivos para ganar ese juego final.

"No soy un gran fanático de lo que pasa hoy en día," dijo el jardinero de los Marlins Luis González, quien tiene 40 años. "Luego de una victoria, todo el mundo tiene un choque de manos diferente, y todo el mundo está saltando. Yo solo tengo un apretón de manos normal o quizas un choque de manos. Cuando [el campocorto de los Marlins] Hanley [Ramírez] me ve en línea luego de un partido, él me mira a los ojos y me da un apretón de manos normal."

González educa a los jugadores jóvenes sobre cuando y cómo deben celebrar. "Temprano en el año, [el campocorto de los Bravos Yunel] Escobar soltó su bate y apuntó a las gradas luego de conectar un cuadrangular," dijo González. "Estábamos al frente 7-1. Luego del partido, fuí donde él y le hablé en español para que me entendiera mejor. Le dije, 'Hey, nosotros no jugamos el juego así.'"

Cuando estaba con los Diamondbacks, González se acercó a su compañero, el cerrador José Valverde, quien siempre se ha mostrado con gran emoción luego de conseguir outs en la novena entrada, en especial el tercer out.

"Tuve que hablar con Valverde más de una vez," dijo González. "Le dije, 'No nos estás ayudando.' Escuché lo que los muchachos en el bullpen del otro equipo me estaban gritando cuando salí al terreno. Estaban gritando, 'Va a hacer que maten a uno de ustedes.'"

Hace 30 años habían algunos gestos, pero los jugadores entendían las ramificaciones de sus acciones.

No me gusta -- es irrespetuoso para los jugadores y para el juego, el vanagloriarse así. Hoy, todo es sobre mí. No es acerca de los equipos ganadores o competidores. Hay demasiado individualismo en los deportes

--Ex lanzador Don Sutton

"Recuerdo cuando Willie Montañez jugó con nosotros [los Filis a principios de los 70]," dijo el ex lanzador y comentarista de los Marlins Tommy Hutton. "Cuando conectaba un cuadrangular, hacía un gran giro cerca de la primera base. Una noche le conectó uno a Fergie Jenkins. Willie tenía frenillo en su hablar, y acento hispano, y cuando llegó al camerino y dijo "Sé que ese ^@#$^me va a querer tumbar la próxima vez. Y la próxima vez, boom, Jenkins lo golpeó. Pero Willie sabía. Hoy en día, luego que alguien es golpeado, y el próximo tipo entra, el bateador se vuelve loco. Para mí, la cosa funcionaba mejor cuando los jugadores se velaban a ellos mismos. Tu golpeas a uno de los míos, y yo golpeo a uno de los tuyos. Estamos a mano. Seguimos hacia adelante."

El padre de Aaron Boone, Bob, jugó en los años 70. "Recuerdo cuando mi padre jugaba, el choque de manos estaba recién comenzando," dijo Aaron Boone. "En ese entonces, eso era revolucionario. Mi padre ni siquiera lo hacía. Creo que no penbaba que era lo suficientemente bueno como para hacerlo."

Hace treinta años, no habían celebraciones en el plato luego de un cuadrangular para ganar el juego. Ahora, los equipos celebran ese tipo de jonrones en junio más que lo que los equipos celebran el out final de una Serie Mundial. "Pienso que el brincoteo en el plato se puede remontar a los Rojos de 1999," dijo Boone. "Recuerdo que fue una idea de Jeffrey Hammonds. Dijo, 'Cuando lleguemos al plato, vamos a brincar.' Y comenzaron a hacerlo."

Aaron Boone y González conectaron dos de los hits para acabar partidos más grande de este siglo. El cuadrangular de Boone ante Tim Wakefield de Boston envió a los Yankees a la Serie Mundial en 2003. Soltó el bate de manera memorable en ese batazo. "Bueno, todo vale en esa situación," dijo sonriendo Boone. "Derek Jeter me dijo que él habría corrido las bases de espaldas." El sencillo de González contra Mariano Rivera ganó la Serie Mundial del 2001.

Gonzalez brincó en el aire con alegría. "Eso fue algo totalmente diferente," dijo sonriendo.

Nadie está tratando de quitarle emoción al juego. Nadie est;a diciendo que los equipos no deben celebrar un cuadrangular para acabar un partido con un círculo de jugadores brincando en el plato. Eso es bueno para el juego. Pero, según dice González, "Hay un tiempo y lugar para todo. Uno tiene que escoger los momentos." Y en la sexta entrada de un partido que está 8-1 no es ese tipo de lugar o momento.

"No veo a Greg Maddux o a Tom Glavine o a Mike Mussina haciendo eso," dijo Sutton. "No veo a Chipper Jones haciendo eso. No veo a los jugadores con récord haciendo eso. Recuerdo cuando el ex jugador de los Dallas Cowboys Emmitt Smith bailó en la zona de anotación luego de conseguir un touchdown. Luego del partido, la madre de Emmitt lo llamó y le dijo 'Actúa como si lo hubieras hecho antes, y actúa como si lo fueras a hacer de nuevo.' Si la madre de Emmitt dijo eso, está bien para mí."

Robinson estuvo de acuerdo, pero dijo que los días de Maddux, Glavine, Jones y Mussina ya pasaron.

"Seguiremos viendo cosas como estas," dijo. "No hay vuelta atrás. No hay una regla para detenerlas. No hay vuelta atrás."