<
>

"La sangre vende más que la alegría"

BUENOS AIRES -- Pese a que en las últimas semanas salieron a la luz algunas internas, el delantero de River Plate Sebastián Abreu insistió el martes en que la vida del plantel goza de muy buena salud.

"La mentira tiene patas cortas y por eso duró poco. Termino de hacer el análisis y me doy cuenta de que la sangre vende más que la alegría. Cuando hay un quilombo (sic) caían cámaras hasta de acá arriba. Ahora estamos primeros, faltan tres fechas y vinieron menos (periodistas)", dijo Abreu en tono de protesta.

El delantero uruguayo fue irónico al asegurar que "capaz que esto es mejor, para que los rivales no se den cuenta de la realidad y se desvíen de lo importante".

"Lo bueno ha sido que no nos han afectado para nuestros objetivos", señaló Abreu al referirse a los conflictos en el seno del grupo que la prensa difundió la semana pasada.

Las principales dificultades surgieron porque los referentes del plantel están molestos con el delantero Ariel Ortega, el más mimado por los hinchas, pues consideran que muchas veces no es todo lo profesional que debiera.

Ortega lleva una lucha diaria para no sufrir recaídas con su adicción al alcohol y la semana pasada expresó públicamente que lo fastidiaba ir al banco de suplentes.

A ello se le sumaron las declaraciones de Juan Pablo Carrizo, quien dijo que "ya no existe el amor a la camiseta" y afirmó que "en River no todos tiran para el mismo lado", y de Oscar Ahumada, quien criticó a los hinchas de River y elogió a los de Boca, lo que generó un ambiente más que complicado.

Pese a ello, River recuperó el fin de semana la punta del torneo Clausura, que comparte con Estudiantes de La Plata.

"Estamos disfrutando de esta posibilidad de pelear el título y, a falta de tres fechas, la queremos aprovechar al máximo. Es importante estar punteros faltando tres fechas cuando hace cuatro años que River no sale campeón", dijo Abreu, quien luego del entrenamiento se quedó charlando en el vestuario con el cuerpo técnico que encabeza Diego Simeone.

"Siempre hablamos para sacar conclusiones de lo que puede venir, de cómo es este tramo final y cómo se pueden presentar los partidos", señaló al respecto.

Abreu anticipó que River irá a buscar los tres puntos cuando el domingo visite a Colón de Santa Fe porque "no sirve empatar en este momento".

"Hay que ganar, porque en el peor de los casos seguiríamos punteros compartiendo la punta", remarcó.

El uruguayo echó mano a otra ironía para responder acerca de los silbidos que recibió el sábado, al ser reemplazado en el partido que River le ganó a Huracán: "La gente silbaba para que no me saquen, querían que siguiera jugando".

Abreu pareció restarle trascendencia a los silbidos al indicar: "En un momento recuperé una pelota y me aplaudieron, y después la perdí y me silbaron".

Por último, defendió su juego al sentenciar: "En la Copa la rompí porque hice casi un gol por partido (siete en ocho). Y creo que en volumen de juego jugamos mucho mejor en la Copa que en el torneo, y eso no tiene nada que ver con mi adaptación, sino con las características de cada torneo".