BRISTOL -- Aunque se mantuvo a flote mucho más tiempo de lo que todos pronosticaban, El Titanic amarillo terminó hundido en las semifinales de la Copa Libertadores, dejando finalmente, una estela de seis meses que pueden y deben considerarse como los más tristes en la historia deportiva de uno de los grandes del futbol mexicano.
No estoy celebrando la eliminación americanista de la Copa Libertadores. Estoy, sí, cerrando un capitulo amargo para un equipo que tocó fondo en su crisis durante el torneo doméstico y que luego, readquirió una fuerza extraña, además de una fortuna excelsa para así poder alcanzar instancias finales del evento continental.
El América vivía de la mentira. Su discurso futbolístico estaba agotado y su realidad no era la del un semifinalista de Libertadores sino la del último puesto en la tabla general. Ese América engañó, escondió, alteró su realidad mientras sus entusiastas y siempre pasionales fanáticos empezaban a creer que los milagros existían.
No hay tales. O por lo menos no es fácil encontrarlos.
La barredora caerá pronto en Coapa. Comenzó con la salida del presidente del equipo, continuará con el regreso de Juan Antonio Luna a algún puesto en cuadros secundarios del club y finalizará con un plantel que salvo dos o tres jugadores salvarán la cabeza para el próximo torneo.
La llegada del entrenador promete dilucidar el camino de la renovación americanista. Dos argentinos seguían apareciendo hasta la tarde del miércoles como los candidatos mas viables, pero el América agotaba la última posibilidad para decidirse por un de ellos: Russo esta disponible, pero ellos, los nuevos dirigentes, querían y quieren todavía a Ramón Díaz.
Al mismo tiempo, a su llegada a casa en Córdoba, el argentino Daniel Ludueña ha dicho que contemplaría la posibilidad de naturalizarse para jugar con la selección mexicana y también afirmó que su agente recibió una llamada el lunes desde Coapa.
Es la segunda vez que el América trataría de llevar a sus filas a Ludueña. La primera fracasó cuando el jugador partencia a Tecos y estos pidieron muchos millones de dólares...Ahora habrá que ver si Santos Laguna, el flamante campeón mexicano, está dispuesto a negociarlo.
Como base de su reestructuración, el América tratará de mantener en sus filas al portero Guillermo Ochoa, al paraguayo Salvador Cabañas y al capitán Germán Villa...El resto podría ser negociado en cualquier momento.
Lo podemos ver de dos maneras: Es el final de la época mas triste del americanismo o es el inicio de un nuevo sueño para un equipo que toco fondo...La única verdad es que la mentira se acabó.