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España y olé

MADRID -- Memorable. Espectacular. Histórico. Maravilloso. No sé qué adjetivo poner a lo que viví el jueves por la noche. Jamás había visto a una España como la del 26 de junio de 2008. La había soñado, pero nunca pensé que fuera capaz de hacerme tan feliz a mí y al resto del país, quitando a los tontos, por no decir otra cosa mucho más fuerte que me encantaría, que renuncian de ser españoles.

Tanta fue la alegría que viví anoche que cuando el árbitro pitó el final del juego se me cayeron lágrimas de emoción. Me pasó lo mismo en el Mundial de Estados Unidos y en la Eurocopa de Inglaterra. Aquella vez lloré de tristeza. Pero el fútbol ha sido justo con nosotros y todos aquellos que nos lamentábamos por nuestra España ahora estamos más felices que nadie con ella.

De todos modos sigo pensando lo mismo. Lo mejor está por venir. No vale conformarnos con llegar a la final. Es verdad que esto es una cosa histórica para nosotros porque desde hacía 24 años España no estaba en ella, pero los futbolistas no han ido a la Eurocopa para quedar segundos.

Para ganar la final el camino a seguir es el que se marcó la Roja desde el primer día: continuar con la misma unión que hay entre todo el plantel -todos son muy amigos-, remar todos en la misma dirección, sacrificarse por el equipo y ser un colectivo ambicioso ganador bajo el lema de la humildad. Con estos ingredientes España se ha plantado en la final de la Eurocopa por méritos propios. Nadie la ha regalado nada por mucho que algunos le moleste eso.

La cautela con la que están los futbolistas no coincide con la del pueblo español. Eso no me gusta. La euforia desbordada no es buena por mucho que la selección transmita unas vibraciones excelentes a todos los niveles.

Lo que me encanta es que nuestra selección haya unido a todas las ciudades. Nunca antes de todos los puntos del país había salido tanta gente a la calle para celebrar un pase a la final de la Eurocopa. Todos somos España.

Por lo que a mí me toca, en Madrid la fiesta duró hasta la madrugada. A las dos me fui a la cama y aún la gente seguía tirando cohetes y las bocinas de los coches retumbaban por las calles. Esta mañana cuando me fui por el centro también me llamó la atención ver muchas casas decoradas con las banderas españolas y a cientos de personas con la Roja puesta y las bocinas de los coches continuaban sonando.

Del partido contra Rusia hubo detalles a tener en cuenta de cara a la final. Lo primero es que Villa no podrá estar por lesión. En principio podría presuponerse la noticia como algo fatídico. No es así. Si por algo se caracteriza esta selección es por la calidad de todos los jugadores. Si alguien falla puede salir uno que lo haga igual o mejor que quien sale.

Cesc Fábregas fue el recambio del Guaje y el '10' de la selección estuvo inmenso. Al igual que él destacaron nuevamente Senna -el mejor mediocentro de la Euro con mucha diferencia-, Silva -el mejor zurdo del campeonato-, Xavi que hizo de director de orquesta y Puyol y Marchena, indestructibles en defensa. A ellos se unieron Iniesta y Sergio Ramos que cuajaron una tarde magnífica después de haber empezado por debajo de su nivel. Ellos son los dos fichajes de lujo para el domingo.

La final contra Alemania se presenta como una dura batalla. Los germanos en nada se parecen a los rusos a los que le gusta atacar. No importa. Contra ese tipo de equipos también sabemos ganar. ¿Verdad Italia?