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Es el 25 aniversario

Puede que sea la escena más repetida en la historia reciente del béisbol: George Brett (con sus ojos desencajados y flameando sus brazos) sale desenfrenado del dugout visitante del Yankee Stadium con la aparente intención de asesinar al árbitro principal, Tim McClelland.

"Ese", dijo el lanzador de los Yankees Goose Gossage, "fue el ser humano más enloquecido que he visto en mi vida".

George Brett

Getty Images

George Brett se abalanzó sobre el árbitro McClelland

Fue el famoso Juego del Alquitrán de Pino ("Pine Tar Game", Reales ante Yankees) del cual se cumplen 25 años este jueves. Brett dice que no puede contar la cantidad de veces que ha visto esa famosa filmación, pero dice que "tengo el juego entero grabado, y lo veo una vez al año con mis hijos. Ellos no quieren ver el partido entero, a ellos les gusta ver el final cuando el árbitro me echa del terreno de juego. Cuando vi la repetición por primera vez no tenía idea de lo que había hecho. Dije 'me tienen que estar jod(. . .). ¿Yo hice eso en público?'. (El ex piloto) Earl Weaver dijo que no sabía lo que estaba haciendo cuando salió a discutir la decisión del árbitro. Yo no tenía idea de lo que estaba haciendo. Cuando miré la repetición, me sorprendí bastante por lo enojado que estaba".

Con dos outs en la parte alta de la novena entrada esa tarde, Brett le conectó un jonrón a Gossage para poner a los Reales arriba por 5-4. Mientras Brett recorría las bases, McClelland recibía información del piloto de los Yankees Billy Martin diciendo que el bate de Brett era ilegal porque el alquitrán de pino ("pine tar", una sustancia usada para mejorar el agarre del bate en la parte del mango) que se le había untado estaba demasiado cerca del barril. La regla 1.10 del béisbol dice que un bate no puede estar cubierto por dicha sustancia a más de 18 pulgadas del extremo del mango.

Los Yankees enfrentaron a los Reales en Kansas City dos semanas antes. Brett usaba ese mismo bate, su favorito.

"Todos piensan que fue Billy, pero de hecho fue [el tercera base de los Yankees] Graig Nettles el que se dio cuenta", dijo Gossage. "[El receptor de los Yankees Thurman] Munson había sido cantado de out por esa misma razón un par de años antes. Yo había sacado a George de out en una situación complicada en Kansas City (dos semanas antes), y él estaba usando el mismo bate. Por eso, cuando salió al plato ese día en Nueva York, Nettles me dijo que George estaba usando un bate ilegal. Yo dije 'oh, Dios'. Entonces George anotó el jonrón, y ahí se desató el escándalo".

Brett dijo que estaba sentado en la banca después del jonrón, y que al mismo tiempo los árbitros estaban conversando en el plato.

"No tenía idea de lo que estaban hablando", dijo Brett. "Entonces, McClelland dejó el bate en el piso, yo miré a Frank White [compañero de equipo] en la banca y dije: '¿Qué diablos hacen ahora?', y Frank dijo, 'están midiendo el 'pine tar'. Giré para hablar con Frank y, creo, con Vida Blue, y les dije 'si me cantan de out por eso voy a salir corriendo a matar a esos HDP'. En ese momento, McClelland me miró, me señaló, e hizo el gesto de out. Todo lució peor de lo que fue porque (el árbitro de segunda base) Joe Brinkman me estaba alejando a los tirones (de McClelland). Y luego todo se transformó en una pelea, o en una buena discusión".

Durante la confusión, afirma Brett, "(mi compañero de equipo) Gaylord Perry le arrebató el bate a McClelland y comenzó a correr hacia el dugout. Se lo pasó a (mi compañero de equipo) Steve Renko, que dijo '¿qué diablos hago yo con esto?' y se lo dio a otro, que estaba corriendo por todo el dugout, y luego por la pasarela hacia los vestuarios. La gente de seguridad corría detrás de ellos. '¡No dejen que ese bate desaparezca de su vista!', gritaban por sus radios. El policía que vigilaba los vestuarios de visitantes no quería abrirle la puerta al tipo que llevaba el bate. Los árbitros confiscaron el bate, y lo enviaron por correo expreso a la oficina del presidente de la liga, Lee MacPhail, en Nueva York".

Los Reales jugaron el resto del partido bajo protesta, el gerente general John Schuerholz le escribió una carta a MacPhail intercediendo a favor de los Reales. MacPhail sostuvo la protesta, afirmando que el bate ilegal "no violaba el espíritu de las reglas". El dueño de los Yankees George Steinbrenner se puso lívido con la decisión, afirmando que "yo no quisiera llamarme Lee MacPhail y vivir en Nueva York".

Entonces, el 18 de agosto de 1983, menos de un mes más tarde (en un día libre, de camino a Baltimore) los Reales fueron al Yankee Stadium para reanudar ese juego en la novena entrada. El cuadrangular de Brett contaba, lo cual les había dado a los Reales una ventaja de 5-4. Fue una escena bizarra, porque solamente habían unos 1.000 fanáticos en las gradas. Los Yankees pusieron al lanzador Ron Guidry en el jardín central, y Don Mattingly, un inicialista zurdo, a jugar en segunda base.
Años más tarde, Martin dijo que la reanudación del partido fue "una farsa" y que lo jugaría como tal.

"Esa mañana", dijo Ken Nigro, entonces director de relaciones públicas de los Yankees, "yo estaba en la corte del Condado del Bronx debido a que alguien había enviado una carta para evitar que se volviera a jugar el partido", dijo.

Nigro había hecho imprimir camisetas con la leyenda "Pine Tar Game", e hizo traer muestras de 'pine tar' desde Maryland, para todos los medios reunidos. "Las muestras fueron difíciles de obtener", dijo. "Y hubo un tipo en Kansas City que escribió una canción sobre ese partido que tituló 'La Balada del Pine Tar Game'. Pero no creo que haya sido un éxito".

Entonces el partido continuó. Pero antes de reiniciar, Martin apeló el hecho de que Brett no había pisado bien la primera ni la segunda base durante su jonrón, pero los árbitros tenían un affidávit de los árbitros que trabajaron en el primer partido diciendo que Brett había tocado las bases. Por lo tanto, Hal McRae, el primer bateador de Kansas City, fue puesto out para terminar el noveno capítulo ante George Frazier. Los Yankees entonces pasaron tres outs en fila en la novena ante el relevista estelar de los Reales, Dan Quisenberry.

"Todo el trámite duró alrededor de cuatro minutos", dijo Brett. Pero él no estaba siquiera en el estadio ese día.

"Todavía no sé por qué, pero ya me habían echado del partido original (junto a Perry, el gerente de los Reales Dick Howser y el entrenador Rocky Colavito)", dice Brett sonriendo. "No había razón para que me vaya. Por lo tanto, Dick me dijo que ni siquiera vaya al estadio".

Brett miró el partido desde un hotel cerca del aeropuerto en Nueva Jersey, con un representante de Trans World Airlines.

Y aquí estamos ahora, 25 años más tarde, y tanto Brett como Gossage todavía están hablando de eso. El famoso bate está en el Salón de la Fama, pero tuvo un viaje bastante accidentado antes de ser enviado a MacPhail.

"Alrededor de dos semanas más tarde, recibí el bate nuevamente cuando estábamos en Detroit", dijo Brett. "Le bajé el 'pine tar' al límite de 18 pulgadas. Y le hice una línea roja al bate (para no volver a ponerle 'pine tar' por encima de esa línea. Lo usé durante dos partidos más. Gaylord se me acercó y me dijo: '¿Por qué estás usando ese bate? Es un bate con historia. Si lo rompes no valdrá nada'. Entonces lo metí en la bolsa, y ahora está en el Salón de la Fama".

"Originalmente se lo iba a vender al coleccionista Barry Halper por $25.000. Pero una semana más tarde, o seis meses más tarde, pensé que eso no era lo correcto. Entonces se lo compré nuevamente por los mismos $25.000, y le di a Barry el bate que usé cuando conecté tres cuadrangulares en un solo partido ante el lanzador de los Yankees Catfish Hunter en los playoffs".

Ahora el bate está en Cooperstown, en exhibición, para que todos lo vean.

"Debería haberlo restaurado a su estado original", dijo Brett. "Debería haber puesto el 'pine tar' hasta 23 pulgadas. La línea roja todavía está ahí".

Han pasado 25 años, y Brett reconoce que su bate era ilegal, y que ponerle demasiado 'pine tar' fue "descuidado" de su parte. Y dice, sin dolor ni amargura, que "yo jugué 20 años en las Grandes Ligas, e hice muchas cosas buenas, pero todos me recuerdan por un turno al bate en julio, y no por un turno en octubre como recuerdan a Reggie Jackson. Eso solamente pasa en Nueva York. Si hubiese pasado en Cleveland, nadie se hubiese dado cuenta. Al ser un enfrentamiento entre yo y Goose todos los recuerdan. Como Billy estaba ahí, todos lo recuerdan. Algo así solamente puede pasar en Nueva York".

"Nos ha traído mucha diversión durante muchos años", dijo Gossage. "Siempre he dicho que estoy orgulloso de todos los jonrones que permití. Ése fue el que más orgulloso me puso, pero no me hizo feliz cuando sucedió en su momento".

Brett puede reír ahora. Desde ese día, tiene un comercial a nivel nacional para la marca Emory Air Freight "que paga muy bien". Y ese día también ayuda a borrar uno de sus recuerdos más dolorosos: perder la Serie Mundial de 1980 y perderse un partido de esa serie por un caso de hemorroides.

"Desde octubre de 1980 al 24 de julio de 1983 tuve que escuchar bromas sobre hemorroides que eran simplemente asquerosas", dijo Brett. "No hay comparación. Prefiero ser el tipo del 'Pine Tar Game', sin duda".