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De primeros a peores

No fue un colapso. "Colapso" es una palabra muy bonita. Un colapso habría significado que los Cachorros de Chicago se habrían presentado a la Serie Divisional de la Liga Nacional.

No fue un ahogo. Un ahogo fue lo que ocurrió en el 2003 cuando los Cachorros se quedaron exactamente a cinco outs de su primera Serie Mundial en siete décadas. Un ahogo es cuando le echas la culpa a alguien sentado en la Sección 4, Fila 8, Asiento 113 del Wrigley Field.

No, en varias maneras esta última película de terror de los Cachorros en la postemporada es peor que la del 2003, y definitivamente mucho peor que la barrida de octubre del año pasado. El ahogo del 2003 produjo tristeza y lágrimas. La salida temprana de la postemporada del 2007 produjo decepción, un sentimiento de optimismo de "esperen-al-año-próximo".

El año próximo vino y se fue. Los Cachorros se convirtieron en algo irrelevante en los playoffs, lo que es lo más cruel que se puede decir de un equipo. Ellos simplemente no importaron una vez las hojas cambiaron de color.

Nueve derrotas consecutivas en postemporada. Nueve. Los Cachorros no han ganado un juego de postemporada desde el 11 de octubre del 2003.

Los Dodgers de Los Ángeles los eliminaron en el mínimo de tres partidos. Miren eso. Apenas uno de los partidos entre Dodgers y Cachorros -- la derrota del sábado en la noche por marcador de 3-1 -- fue realmente competitivo. Los primeros dos fueron humillaciones para los Cachorros.

[Pausamos aquí para darle a los Dodgers su merecido reconocimiento. Ellos abrazaron con fuerza los momentos en la postemporada.

Hace poco más de un mes estaban cinco juegos por debajo de los .500 y habían perdido ocho partidos en fila. Ahora estan secando sus gafas de nadador y sus uniformes de toda la champaña y la cerveza que cayó en sus casilleros. Su cuerpo de abridores derechos amarró la predominantemente alineación derecha de los Cachorros.

Así que ahora los Dodgers se movieron a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Nada en contra de los restantes equipos en la postemporada, pero, ¿se podrían imaginar que pasaría si los Dodgers de Manny Ramírez, liderados por un ex mánager de los Yankees de Nueva York, de alguna manera se enfrentan a los Medias Rojas de Boston, el equipo que Manny estaba loco por abandonar, en la Serie Mundial? Sólo piensen en esto: ¿Al menos dos partidos, posíblemente cuatro, de Manny de vuelta en el Fenway?

Ahora regresamos a nuestra descarga contra los Cachorros.]

Los Cachorros merecen cada trabajo pobre que obtuvieron. El ganar 97 partidos en la temporada regular significa absolutamenter nada si pierdes cada vez que llegas a la postemporada. Eso significa menos que cero (¿número negativo menor a cero?) si desperdicias la valiosa ventaja como local en una Serie Divisional al mejor de cinco partidos. Al menos en la barrida sufrida en los playoffs del año pasado a manos de los Diamondbacks de Arizona, los Cachoros comenzaron la serie como visitantes.

Los Dodgers tuvieron mucho que ver con lo que paso temprano en la semana en el Wrigley y el sábado en el Dodger Stadium. El mencionar las maldiciones de cabras, gatos negros y sacerdotes esparciendo agua bendita en el dugout de los Cachorros es insultar lo que hizo el equipo de Joe Torre en la Serie.

Pero hay un peso de 100 años (y una espera) alrededor del cuello de esta franquicia. No es lo que hizo que Alfonso Soriano terminara la serie contra los Dodgers irse de 14-1. (Apropiadamente, su swing para poncharse y terminar el Juego 3 y la serie vino con un lanzamiento a nivel del pie.) No es lo que hizo que Aramis Ramírez terminara yéndose de 11-2 o que Geovany Soto se fuera de 10-2.

Pero la historia fallida de los Cachorros, combinada con las expectativas para esta postemporada, fue lo que los abrumó. Si ellos no pudieron lidiar con el pasado, ¿cómo ellos podían bregar con el presente?

Torre dijo luego del partido que los Cachorros sintieron la presión de abrir la serie en el Wrigley. Si eso fue así, estos Cachorros están exactamente donde merecen estar: fuera de los playoffs.

El mánager de los Cachorros Lou Piniella puede pretender que la sequía de los 100 años sin una Serie Mundial no es un factor, pero los números dicen otra cosa. Los Cachorros llegaron a octubre, y de momento necesitaron bolsas para contener el vómito. Siete bases por bolas otorgadas por Ryan Dempster en la derrota en el Juego 1 ante los Dodgers. Cuatro errores de los Cachorros en la derrota en el Juego 2. Rich Harden durando apenas 4 1/3 entradas y los Cachorros dejando nueve corredores en base en la derrota en el Juego 3.

Los Cachorros fueron superados en carreraje 20-6. Bien pudieron haber estado bailando gimnasia artística en el plato. De hecho, Soriano y sus huecos en su swing están firmados hasta el 2014. Disfrútenlos.

También algunas de las decisiones de Piniella merecen ser sometidas a escrutinio. Puso al atribulado japonés Kosuke Fukudome en el jardín derecho en los primeros dos juegos de la serie y este se fue de 8-0. Colocó a Ted Lilly, quien había ganado sus últimas cuatro salidas en septiembre, en el cuarto puesto en la rotación de playoffs. Lilly nunca llegó a hacer un lanzamiento. Piniella también se puso a inventar con la alineación.

Nada de eso funcionó. Y casi ninguno de los Cachorros produjo, ni siquiera contra el abridor del Juego 3 de los Dodgers Hiroki Kuroda, quien estaba haciendo su primera aparición en unos playoffs luego de 11 años en la liga japonesa y uno en las mayores.

Extraño. Los Cachorros están eliminados, pero los ex jugadores de los Cachorros Greg Maddux y Nomar Garciaparra juegan para los Dodgers. Me pregunto si ellos se asomaron al camerino de los Cachorros durante la celebración.

Antes que comenzara esta serie, hubo una actividad en la ciudad de Chicago para los Cachorros. Un equipo de filmación de documentales fue asignado para seguir a los Cachorros durante la postemporada. En el 2004, otro año en el que los Cachorros eran favorecidos para llegar a la Serie Mundia, un equipo de filmación de MLB siguió al equipo. Los Cachorros se desinflaron y se quedaron fuera de los playoffs.

Nadie en esa actividad, ni siquiera el fanático de los Medias Blancas, el alcalde de Chicago Richard Daley, pensó que el último juego de los Cachorros en el Wrigley se jugaría el 2 de octubre, o que la temporada se acabaría el 4 de octubre. Pero así fue. Wrigleyville es ahora un sitio tranquilo.

"Va a Pasar." Ese era el lema no oficial de los Cachorros este año. Y si pasó. Otro octubre fallido. Otra barrida. Otro largo invierno de lo-que-habría-pasado.

Gene Wojciechowski es el columnista nacional senior para ESPN.com. Pueden escribirle a gene.wojciechowski@espn3.com.