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¿Más oferta que demanda?

Como millones de residentes de Queens, San Luis y Cleveland pueden testigicar, hubo un momento -- oh, como dos meses atrás -- cuando nadie podía soñar que un día, todos viviríamos en un mundo donde la oferta de cerradores excedería la demanda.

Pero en caso de que no lo hayan notado, echen otro vistazo. Estamos en ese mundo.

El invierno 2008-09 se ha convertido en una temporada baja como ninguna otra que podamos recordar. De alguna manera, hay más cerradores disponibles que equipos buscándolos.

Y no, no es alguna alucinación loca. Saquen ustedes mismos la cuenta.

Disponibles como agentes libres: Francisco Rodríguez, Brian Fuentes, Trevor Hoffman, Kerry Wood y, dependiendo de como los miren en su vecindario de bullpen, Jason Isringhausen, Brandon Lyon, Eric Gagne y Juan Cruz. Además está Chad Cordero, quien viene de una cirugía de hombro y es duda para el Dia Inaugural.

Además, potencialmente en el mercado de cambios están: J.J. Putz, Bobby Jenks, George Sherrill, Huston Street, José Valverde and Matt Capps.

Esos son 15 nombres -- 12 de los cuales (todos menos Street, Gagne y Cruz) han salvado más de 20 partidos en al menos una de las últimas dos temporadas.

Pero, ¿cuántos equipos están activamente buscando un cerrador? Se sorprenderían al saber cuan corta es esa lista.

Tienes a los Mets, Indios, Cerveceros, Vigilantes, Tigres y quizás los Cardenales, si es un contrato a corto plazo. Ahí hay seis equipos.

Y si alguno de esos cerradores en el mercado de cambios es movido de equipo, es posible que esos equipos busquen en otra parte para reemplazar el brazo que acaban de cambiar. Pero ahí estamos hablando solamente de uno o dos equipos más.

En otras palabras, si hacen la matemática ustedes mismos en casa, eso da un total máximo de ocho equipos -- y quizás tan pocos como cinco -- viendo las ofertas en un mercado que tiene el doble de nombres de donde escoger.

¿Qué significa eso? No hay que ser un genio para darse cuenta que esta es la clásica definición de un mercado de compradores.

"Este es probablemente el único mercado en esta temporada baja que se puede considerar que tiene alguna profundidad," dijo un ejecutivo de grandes ligas. "Pero eso significa además que hay una oportunidad de que alguien se quede sin su silla al final del juego."

Ese juego, en caso de que no entiendan la referencia de las sillas, es la de los Cerradores Musicales. Y algunos equipos comenzaron a jugar ese juego hace semanas.

Los Rockies dejaron irse a Fuentes y lo reemplazarán internamente con Manny Corpas. Los Marlins cambiaron a Kevin Gregg pero tendrán al ascendente Matt Lindstrom.

Los Cachorros anunciaron que dejaron ir a Wood y, a pesar que obtuvieron a Gregg, promoverán a Carlos Mármol a vicepresidente de los asuntos de la novena entrada. Los Padres empujaron por la puerta hacia afuera a Hoffman y probablemente utilicen a Heath Bell.

Los Angelinos no han descartado del todo firmar alguna clase de ayuda para las entradas finales desde el bullpen, pero José Arredondo todavía es el aspirante al trono de K-Rod. Y los Cardenales ponderan el poner en la novena entrada a Chris Pérez o Jason Motte, a pesar que podrían tener interés en alguien como Fuentes o Wood si mantienen el contrato lo suficientemente corto.

"Usualmente," dijo un gerente de equipo, "cuando un equipo pierde, digamos, un segunda base, eso significa que irán al mercado a buscar un reemplazo para la segunda base. Pero en este caso, tienes equipos como los Cachorros y los Padres, ambos poniendo cerradores de primera línea en el mercado, y sin buscan reemplazarlos en el mismo mercado. Y eso crea un impacto tanto en los equipos como en los jugadores."

Seguro que lo crea. Así que si buscan el tema para una historia de temporada baja, será entretenido ver exactamente la consecuencia de ese impacto.

Primero que todo, esas son buenas noticias para un equipo como los Mets, porque aparentan ser el único comprador con dólares suficientes para pagar un cerrador de primera línea. Así que las posibilidades de que K-Rod pueda conseguir su rumorado y deseado contrato (cinco años, $75 millones) se desvanecen con cada día que pasa.

"Me sorprendería," dijo un oficial de un equipo en el mercado de relevistas, "si logra conseguir cinco años en este punto."

Pero aún si Rodríguez tiene que ceder y quedarse con un contrato de tres o cuatro años $13-14 millones anuales, las buenas noticias para él son: Por lo menos, el todavía es bastante deseado.

Y uno podría pensar lo mismo acerca de Fuentes, Hoffman y Wood -- tipos cuya hoja de servicios luce bien establecida y sólida. Pero eso no es necesariamente cierto, si uno falla en calcular donde caerán estos relevistas.

"Uno esperaría que a estos tipos les vaya bien", dijo un ejecutivo. "El único problema que podrían enfrentar es que no logren lo que quieren, y que tengan que esperar y esperar -- y entonces los equipos con los mayores recursos, como los Mets, se alejen. A cualquiera de estos tipos le podría pasar eso. Y si fallan en leer bien sus posibilidades en el mercado, podrían correr el riesgo de quedarse sin empleo."

Y según un agente, lo mismo le podría pasar incluso a K-Rod: "Si Fuentes firma primero, incluso K-Rod podría estar en problemas, porque, ¿cuántos equipos están dispuestos a pagar esa cantidad de dinero por un cerrador?"

La respuesta bien podría ser: Ninguno. Los Cerveceros se mostrarán agresivos -- "pero ellos necesitan dos lanzadores abridores (para reemplazar a CC Sabathia y Ben Sheets)," dijo un gerente. "Así que no se cuanto puedan destinar para un cerrador."

Los Tigres podrían tratar de aguantar, o recortar, su nómina, así que ahi no hay nada que buscar. El dinero está limitado en Cleveland, así que los Indios no estarán en el mercado de K-Rod. Los Cardenales parece que no se quieren comprometer con nadie a largo plazo. Y con todos esos equipos fuera del panorama, eso podría dejar a Rodríguez teniendo que escoger entre Texas y un regreso con daño controlado a los Angelinos, quienes no han cerrado herméticamente la puerta como muchos creen.

Así que, sorprendentemente, este es un mercado que podría ser adverso incluso para K-Rod si las fuerzas correctas (o incorrectas) logran converger. Poco probable, pero todavía posible.

Mientras tanto, habrá muchas otras opciones, de todos los tamaños y precios posibles, para cualquier equipo que tenga su carrito de compras a la mano. Y podrían haber oportunidades para equipos que ya tengan un cerrador para que entren a la contienda y se roben un gran nombre para lanzar la octava entrada.

Así que, participantes, esas son las reglas del juego. Agarren su silla mientras puedan, porque una vez que comience el juego de los Cerradores Musicales, facilmente podrían haber más perdedores que ganadores.